El matrimonio no es sinónimo de felicidad, menos cuando este es arreglado, pero su vida había sido buena hasta ahora, hasta descubrir como su esposo lo engañaba, como se burlaba en su cara y como era capaz de mentir cada vez que las preguntas se hac...
- TaeHyung- el rubio arrastraba la maleta detrás de si, el pelinegro le seguía el paso, mirando a los alrededores, cuidando de que nadie los viera- Deberías de irte ya, así solo nos estamos arriesgando aún más- se quedó quieto a un lado de la puerta, esperando que su pareja entrara en razón.
El pelinegro sonrió con lastima, se cruzó de brazos y buscó la mirada del rubio entre la oscuridad- Tengo miedo, SeokJin- dijo y sintió como un nudo comenzaba a formarse en su garganta- No quiero lastimar a NamJoon, temo perder su amistad- el más alto dejó la maleta a un lado y se acercó para envolverlo en un abrazo, TaeHyung escondió la cabeza en su cuello y soltó un sollozo- Soy un idiota.
- No, no digas eso- llevó su mano hasta los cabellos negros del más bajo y comenzó a dejar leves caricias sobre el, intentando consolar al pelinegro- Nadie elige de quién enamorarse, TaeHyung, no tenemos culpa de nada.
El pelinegro se despegó un poco de él, le miró acusatoriamente- Por supuesto que tenemos, le hemos estado mintiendo a NamJoon- dejó caer su cabeza en el pecho del rubio y una pequeña lágrima escapó de sus ojos- Le haremos mucho daño.
SeokJin se quedó mirando las escaleras, pensando toda la situación, pensando en cómo podría acabar todo esto sí tan solo NamJoon bajara por esas escaleras y lo viera abrazando a TaeHyung de esta manera, una parte de él quería decirle toda la verdad y aceptar las consecuencias, pero la otra simplemente se negaba a perder a su esposo, a aquella persona que le entregó todo su cariño y amor durante los años que han estado casados, está tan acostumbrado a su presencia, su olor, sus cariños y su atención que le es imposible apartarse del castaño, no se imagina una vida sin él a su lado, apartarse del que considera su hogar y su lugar seguro le era inimaginable, no lo considera un acto egoísta, por un solo error no se tenía que acabar su matrimonio.
- No hay vuelta atrás- terminó por decir luego de unos largos segundos de silencio, se separó levemente del pelinegro y le dedicó una sonrisa tierna- Ve a casa a descansar, prometo ir mañana a verte- TaeHyung asintió y se acercó para darle un corto beso, el cual fue muy bien recibido, se despidió y salió de aquella casa, cerrando la puerta a sus espaldas.
Mientras SeokJin meditaba sobre sí subir o no a conversar con NamJoon, en el almacén del piso de abajo de encontraban encerrados un castaño y un pelinegro.
- No diga idioteces- NamJoon apartó las manos del pecho de JungKook y las escondió detrás de su espalda- Me puede explica, ¿Por qué me encerró aquí? Déjeme salir.
El semblante del pelinegro cambió a uno serio y preocupado a la vez- Me asusté- se apuró a decir- Creo que aquellas dos personas que han entrado son ladrones- mintió, claramente sabía de qué par se trataba- Cuando le ví a usted allí parado solo pensé en protegerlo- en parte era cierto, no quería que viera algo que lo lastimara- Y este era el lugar más cercano- se rascó la nuca levemente y suspiró- ¿Me cree?- preguntó dudoso ante la expresión seria que tenía el rostro del más bajo.
- Le creo- JungKook pudo respirar tranquilo- Pero no son ningunos ladrones, es SeokJin y alguien más que usted no me ha permitido ver quién era- el castaño se cruzó de brazos e inconscientemente acercó su rostro al del pelinegro- ¿Me da un permiso para poder salir?
JungKook sonrío ante aquel acto del mayor, acercándose él también, poniendo ahora nervioso a NamJoon- ¿Seguro que quiere salir?- dijo mientras sentía como la respiración del menor se aceleraba, estaban muy cerca, demasiado cerca para el castaño.
NamJoon creyó haber cerrado sus ojos por un momento, el aroma de JungKook llegó hasta su nariz, un delicioso olor que parecía haberlo dejado en las nubes por un momento, hasta que regresó de nuevo a la realidad- Por supuesto que quiero salir- apartó al pelinegro de la puerta y antes de salir le dedicó una mirada de molestia- No sea tan atrevido, señor Jeon.
El pelinegro asintió- Como usted diga, señor Kim- dijo serio mientras veía como el castaño abría la puerta y salía de la habitación, cerrando con un portazo, al quedarse solo en la habitación, JungKook se permitió soltar aquella risa que estuvo conteniendo- Me va a volver loco de seguir así.
NamJoon al estar afuera pudo respirar más tranquilo, no lo podía negar, la presencia imponente de aquel pelinegro lo hacía contener la respiración y lo ponía nervioso, lo cual no entendía y no quería permitir más, tiene que guardar la distancia con Jeon JungKook. Acomodó su camisa un poco arrugada, iba en dirección a su habitación, pero al subir la mirada se encontró con un par de ojos viéndole con curiosidad.
- SeokJin- pronunció, un poco aturdido ante la presencia tan cercana del rubio.
- NamJoon- dijo algo confundido el mayor, señaló la puerta detrás del castaño y arrugó la mirada- ¿Qué hacías allí dentro?
Al castaño se le pusieron los vellos de punta ante la pregunta del mayor, se pegó contra la puerta, con miedo de que el pelinegro saliera de repente por ella, intentó mantener la calma y con seriedad dijo- Eso no debería de importarte- le miró molesto, recordando todo lo que le había dicho YoonGi más temprano- Sí tu puedes ocultar cosas, entonces yo también puedo hacerlo- buscaba algún escape para salir de esta zona, ¿Qué mejor que una discusión?
SeokJin se cruzó de brazos,estaba preparado para esto, se iba a hacer el que no sabe nada- ¿De qué hablas?- preguntó la defensiva, intentando mantenerse tranquilo.
NamJoon se quedó callado, no podía creer el descaro de aquella absurda pregunta, sí estaba aquí claramente era porque se había enterado de su visita a la casa de YoonGi- Eres un idiota- ante el enojo hizo a un lado por completo la presencia de JungKook dentro del almacén, se despegó de la puerta y se fue molesto escaleras arriba.
El rubio miró incrédulo al menor, después de dos días volvía y el castaño ya le estaba dando la espalda de nuevo, no quería lidiar con todo esto, había pasado dos noches muy tranquilas, pero ahora le tocaba una desagradable.
SeokJin fue detrás del castaño, dejó la maleta a un lado y comenzó a subir las escaleras también- NamJoon, no puedes ignorarme ahora- tomó el brazo del menor al llegar arriba e hizo que le mirara- ¿Podemos hablar?
NamJoon se mordió las mejillas, ¿Por qué diablos habría de hablar con el imbécil mentiroso de SeokJin? Su día no podía ir a peor.
- NamJoon- volvió a llamarle, el nombrado lo miró y después sonrío, pensándolo mejor, hablar estaría bien, tiene muchas preguntas que hacer.
- Muy bien, hablemos.
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