Capítulo 17

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Absurdo matrimonio


Habían pasado ya tres días desde que NamJoon regresó a la comodidad de su hogar, recuperó la buena movilidad de sus piernas y sus latidos habían regresado totalmente a la normalidad, contaba aún con el estrés que cierta persona le proporcionaba pero la enfermera que había mandado el doctor Park le dijo que no era nada grave, que nada malo volvería a pasar siempre y cuando no se alterara demasiado.

HoSeok no había salido de la casa del castaño en los últimos días mientras que esperaba que terminara de recuperarse bien, al escuchar la buena noticia de la enfermera le avisó a NamJoon que saldría a trabajar y regresaría después de la media noche, se le había acumulado mucho el trabajo y necesitaba dejar las cosas en su lugar antes de viajar a Francia en un par de días más.

El castaño se encontraba en su jardín, satisfaciendo por fin la gran necesidad que tenía por atender sus plantas y sembrar las nuevas semillas que le había traído HoSeok como regalo de su viaje a New York.

- Listo, están todas preciosas- dijo admirando las rosas que hace un tiempo había sembrado, se veían frescas y sanas, eso lo hacía sentir feliz, un trabajo bien hecho siempre lo mantenía contento.

- Como tú- escuchó el castaño a sus espaldas, volteó la mirada estando aún agachado y al ver de quién se trataba se puso de pie al instante.

- Creí haber sido claro al pedirte que no te acerques a mí- dijo molesto, comenzando a sentirse incómodo ante la presencia de su esposo, lo aborrecía, no lo quería cerca.

SeokJin se cruzó de brazos y miró con una sonrisa al castaño- Es mí casa y puedo estar donde quiera y con quien quiera- dió un paso adelante, apegándose aún más a NamJoon, quien dió un paso hacia atrás.

- El problema es que ésta también es mí casa- el rubio dió un paso más al frente y él retrocedió otro- Y yo no quiero estar cerca de ti- dijo enfurecido, odiaba lo arrogante y patético que podía llegar a ser SeokJin.

Le miró indiferente- NamJoon, no hemos terminado nuestra conversación, aún hay cosas que tengo que aclararte- le hizo dar otro paso atrás al volver a aproximarse.

- Tú no tienes nada que aclararme- se cruzó de brazos y le miró con desprecio- Para mí ya todo está más que claro, yo ya terminé con esa conversación- le miró directo a los ojos y sonrió- Y también con este absurdo matrimonio.

SeokJin sorbió por la nariz y lo miró irónico- Eso no es así de fácil, NamJoon- se pasó la mano por el rostro y luego colocó sus manos en su cintura- No es tan simple como decir que se acabó- se acercó una vez más y el castaño volvió a retroceder - Aún me perteneces.

- Yo no te pertenezco, imbécil- volvió a dar un paso hacia atrás, pero al pisar mal cayó al suelo, aplastando sus inocentes y hermosas plantas, escuchando el crujir de más de una de sus rosas al romperse, y con ellas su corazón también.

Sus manos chocaron contra el pantanero que se había creado gracias al regado que le había dado a las flores, su camisa blanca, el pantalón y los zapatos se habían manchado con el fango también, se lamentó en sus adentros y suspiró frustrado, todo lo malo en su vida venía acompañado de un nombre en concreto.

SeokJin rió levemente al verlo tirado en el suelo, se acercó mientras reía y le ofreció su mano al castaño- Vamos, levántate y deja de ser tan patético- le dijo, pero solo consiguió que lo miraran con desprecio y enojo, NamJoon apartó su mano, él mismo se puso de pie con el apoyo de sus manos.

- Maldito sea el día en el que acepté casarme con una escoria como tú- soltó con todo el asco del mundo y le pasó por un lado, dirigiéndose al interior de la casa y al llegar al salón se encontró con la señora Yang y la señora Im limpiando.

Butler  |KookNam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora