El matrimonio no es sinónimo de felicidad, menos cuando este es arreglado, pero su vida había sido buena hasta ahora, hasta descubrir como su esposo lo engañaba, como se burlaba en su cara y como era capaz de mentir cada vez que las preguntas se hac...
NamJoon miraba a SeokJin mientras este tomaba asiento a su lado sobre la cama, estuvieron en silencio durante largos segundos, el castaño pensaba en cómo atacar al rubio, y este pensaba en qué decir para arreglar las cosas.
- Te extrañé, NamJoon- susurró con lastima el rubio, evadía la mirada del castaño- ¿Podrías aceptarme de nuevo en casa?- preguntó lastimero, intentando ablandar el corazón de su esposo.
El castaño se quedó en silencio algunos segundos, pensando en lo descaradas y falsas que sonaban las palabras del rubio- ¿Dónde te quedaste los últimos días?- ignoró fríamente su petición y comenzó a buscar las respuestas que necesitaba.
SeokJin rodó los ojos y se llevó las manos al rostro- ¿Podrías dejar la discusión para otro momento?- preguntó con molestia, no venía en busca de esto, lo único que quería era volver a su casa, acostarse a dormir en su cama e ir en busca de un rico desayuno al despertar por la mañana, no necesitaba discusiones o reclamos.
Una sonrisa irónica se dibujó en el rostro de NamJoon- ¿Piensas que te dejaré volver a mi casa cuando solo eres un nido de mentiras andante?- se levantó de la cama y fue a un lado de la puerta- Sí no quieres tener esta discusión- abrió y señaló hacia afuera- Entonces lárgate y no vuelvas nunca- terminó por decir, su paciencia era poca, pero para Kim SeokJin era inexistente.
El rubio suspiró- ¿No podemos dejar todo esto para mañana?- volvió a insistir- Estoy agotado, necesito dormir algo, NamJoon- se levantó de la cama y se aproximó hasta el castaño, intentó acariciar su rostro pero el menor le dió un manotazo, apartándolo de inmediato.
- ¿Y dejar que inventes alguna excusa para mañana?- preguntó incrédulo- No, eso ni hablar- se cruzó de brazos y apretó la mandíbula- O comienzas a hablar o te vas derecho a la casa de tu amante- SeokJin abrió los ojos en grande al escuchar esa última palabra, el miedo comenzó a invadir su cuerpo- Al parecer eres muy bien recibido allí, ¿No es así?
- ¿De qué estás hablando, NamJoon?- intentó recomponerse, no se pondría en evidencia a si mismo, no podía permitir que el castaño confirmara sus sospechas- ¿Cuál amante?
- ¿Te piensas que soy idiota?- se apartó del rubio, caminando hacia el otro lado de la habitación, lo quería lejos- Te he visto, SeokJin- las lágrimas comenzaron a invadir sus ojos, volviendo su vista borrosa- Como salías a escondidas cada madrugada a encontrarte con alguien, mientras yo me quedaba despierto cada noche esperando al momento de tu llegada, luego aparecías tan tranquilo por las mañanas diciendo que habías ido al gimnasio, las excusas para salir, los viajes de negocios inexistentes, las llamadas que hacías a escondidas- para este punto solo era un mar de lágrimas- ¿Y lo último?- preguntó con ironía- Lo último fue echarte, pensando que irías a refugiarte en la casa de tu amigo, ¿Y de qué me entero?- le miró con asco y desprecio- De que ni siquiera ibas a tomar unos tragos con YoonGi el día que te eché.
- NamJoon, yo no...- Intentó defenderse, pero no se le ocurría nada, se acercó un poco al menor, pero este solo se alejó más- Tienes que escucharme, lo que dices creer no es cierto- quiso convencerlo, buscar algo más de tiempo.
NamJoon rió, no podía creer el cinismo del rubio- ¿Tan imbécil me crees?- le miró rabioso, quería tirarse sobre él y golpearlo- ¿De verdad creíste que me quedaría cruzado de brazos esperando al día que llegaras y recibirte con los brazos abiertos? ¿Qué me disculpara por sacarte como el perro que eres de esta casa, de mi casa?- Su sangre hervía y comenzaba a creer que podría explotar en ese momento.
- Es nuestra casa- comenzó a decir SeokJin, volviendo a acercarse al castaño, intentando ir con calma- La que creamos con cariño- hizo un pequeña pausa- Con amor, NamJoon- llegó a un lado del menor, acercó su mano hasta su brazo y lo acarició levemente, le miró fijamente, intentando conectar con él- Sabes que te amo, Nam, y que sería incapaz de hacer algo que te pudiera lastimar- cerró los ojos, ahora era incapaz de mirar al más bajo- Me quedé en un hotel, YoonGi no quiso aceptarme en su casa, dijo que yo no era su problema- volvió a abrir los ojos, para encontrarse con la mirada enfurecida del menor, quien ya había escuchado suficiente, apartó la mano de su brazo y lo empujó levemente.
- ¡YoonGi ni siquiera estaba en su casa la noche que dijiste que irías a tomar unos tragos con él!- gritó molesto, sentía como su cuerpo comenzaba a debilitarse, pero poco le importó cuando había escuchado aún más mentiras del parte del mayor- ¿Me amas? ¿De verdad me amas?- comenzó a decir con rabia y tristeza, amar no estaba en el diccionario de Kim SeokJin- Deja de creer que soy un muñeco al que puedes manejar a tu antojo y tenerlo ahí para cada vez que lo necesites- sentía como los latidos de su corazón iban disminuyendo cada vez más.
- Deja de creer todo lo que te dicen los demás- comenzaba a molestarse, estaba frustrado- Se supone que tienes que confiar en mí, yo soy tu esposo, NamJoon, no YoonGi, ni nadie más- se cruzó de brazos, comenzaba a hartarse de esta situación- ¿Acaso no confías en mí?
NamJoon alzó los brazos y abrió los ojos en grande- No- pronunció sencillo- No confío en ti- volvió a bajar los brazos y se acercó un poco al mayor, puso un dedo en su pecho y le miró directo a los ojos- ¿Quién es? ¿Quién diablos es la otra persona?- preguntó algo dolido- ¿Acaso es la persona que entró contigo cuando llegaste?- SeokJin se sorprendió, ¿Él lo había visto llegar?- ¡Dime!- pidió ante el silencio del rubio.
SeokJin le miró enfurecido, parecía no tener salida de esta situación, tomó a NamJoon por los hombros y lo zarandeó- ¡Deja de atormentarme!- comenzaba creer que, sí el castaño no paraba, no sería capaz de impedir un comportamiento violento e impulsivo.
- ¡Entonces dime la verdad!- volvió a pedir NamJoon, comenzando a desesperarse, el aire le faltaba y todo le comenzaba a dar vueltas, sus piernas comenzaba a flaquear e intentaba parar el zarandeo de SeokJin pero no tenía fuerzas para lograrlo.
- ¡No tengo un amante!- gritó molesto, levantó la mano y abofeteó al menor, lo soltó y dió un paso hacia atrás, comenzaba a arrepentirse de lo que había hecho.
NamJoon puso su mano en la mejilla afectada y luego le dedicó una mirada asustada, SeokJin no había hecho algo así antes- ¡Eres un maldito mentiroso!- escupió rabioso, quiso salir de aquella habitación y huir lejos, pero una presión en su pecho lo detuvo, soltó un quejido de dolor, sus manos fueron hasta la zona donde su corazón se encontraba, hizo presión con ellas intentando contener el dolor, fue descendiendo hasta quedar agachado en el suelo, no podía respirar y un punzante dolor se instaló en su cabeza.
- ¿NamJoon?- el rubio se acercó asustado hasta el menor, se agachó a su lado y le miró preocupado- NamJoon, ¿Estás bien?- volvió a llamar, asustado porque el castaño no respondía.
El castaño llevó una de sus manos hasta la camisa del rubio y la apretó con la poca fuerza que le quedaba- Ayúdame- su vista se volvió negra y ya no sentía nada a su alrededor.
Había perdido la consciencia.
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