Capítulo 32

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Butler


Siete meses después.

El timbre de la casa resonó por todo el lugar, su mirada se desvío hasta la puerta de su habitación, se quedó quieto unos segundos hasta que volvió a escuchar aquel irritante sonido, dejó su intento de corbata a un lado y salió del cuarto, bajó las escaleras casi corriendo, yendo directo a la puerta de su hogar, abrió y su expresión relajada cambió a una de sorpresa al ver al sujeto detrás de la puerta.

- ¿SeokJin?- preguntó el pelinegro, completamente confundido ante la presencia del rubio en su casa, más aún al ver el aspecto tan deplorable que tenía este, su cabello desaliñado, un par de bolsas oscuras debajo de sus ojos y su ropa completamente arrugada- ¿Qué haces aquí?- cuestionó bruscamente, poco contento ante la desagradable sorpresa.

El rubio rodó los ojos, empujó levemente al pelinegro y simplemente entró a la casa, le importaba poco lo que pensara o si no lo quería ahí, tenía cosas que aclarar y no se iría de allí hasta tener respuestas.

- ¿Qué demonios te pasa?- cerró la puerta bruscamente y fue detrás de SeokJin, su sangre comenzaba a hervir por el enojo.

- ¿Qué te pasa a ti, YoonGi?- se giró y miró fijamente al pálido, estaba frustrado, enojado a punto de perder la cabeza- Después de todos estos malditos años, ¿De verdad piensas en apoyar ese absurdo matrimonio?- no quería a NamJoon en los brazos de otra persona, mucho menos bajo los de Jeon JungKook.

YoonGi sorbió por la nariz y dirigió su vista a otro lugar, no quería perder la paciencia pero el rubio frente a él no lo estaba ayudando- Ese absurdo matrimonio, como tú dices, hará feliz a NamJoon- dijo, se cruzó de brazos y miró nuevamente a SeokJin- Podrá tener esa felicidad que tú le arrebataste los últimos años que estuvo atado a ti- terminó de decir, disfrutando de la expresión que había en el rostro del contrario.

- NamJoon fue feliz a mi lado- escupió con rabia, cansado de siempre escuchar que el castaño nunca había sido feliz con él, claro que lo había sido, él lo sabía.

- Te equivocas- negó con la cabeza repetidas veces- Tal vez lo pudo ser en algún momento, no te lo niego- caminó hasta el sofá del salón, se sentó en él, viendo como SeokJin llegaba también junto a él, solo que este se quedó de pie- Pero desde que te metiste en las sábanas de TaeHyung solo hiciste su vida un infierno- lo acusó, le parecía increíble que después de tanto tiempo el rubio seguía sin aceptar la realidad, viviendo en su absurda fantasía en la que seguía creyendo que él no había hecho nada malo.

- TaeHyung nunca significó nada en mi vida como NamJoon- se excusó, para él el pelinegro no había sido más que un segundo plano, su vida siempre estuvo atada a la del castaño, siempre lo quiso a él.

- Pero para TaeHyung tú lo significabas todo, ¿Qué pasó con eso que dijiste hace tiempo atrás?- recordó las palabras del rubio de hace meses- ¿No era que estabas perdidamente enamorado de él?- preguntó irónicamente, siempre supo que aquella relación no llegaría a ningún lugar, ahora mismo se podía imaginar lo que estaría sufriendo el pelinegro después de darse cuenta que meterse con SeokJin no le sirvió de nada más que perder un amigo y su empleo también, de esto último se sorprendió cuando HoSeok le comentó que tuvo que despedirlo.

- El enamoramiento se desvanece con el tiempo- susurró SeokJin, recordando también la cantidad de veces que dijo estar enamorado del pelinegro, las innumerables veces que se planteó casarse con TaeHyung, al final no fue más que algo casi insignificante en su vida, algo que simplemente le arrebató a su esposo de su lado.

Butler  |KookNam|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora