Solo contigo. (Omegaverse GL)

Ser normal.

— ¿Crees que puedo tener una conversación normal? —Preguntó la alfa sin dejar de ver su comida.

Su hermana se asombró tanto que dejó caer el libro que tenía en manos, Emma no acostumbraba preguntar cosas  así, solía apartase de los demás para evitar burlas he ignorar todo.

— Estamos teniendo una conversación ahora. —Respondió como si no estuviera sorprendida.

— Una conversación normal dije.

— Emma, eres normal ¿Por qué sigues insistiendo que no?

— No soy normal, no me gustaría ser normal pero necesito tener una conversación.

— ¿Necesitas?

— ¿Qué necesita Emma? —Una voz alegre llegó detrás de ellas dos llamando la atención de las hermanas.

La alfa que llegó tenía una sonrisa enorme en su rostro, irradiaba alegría al caminar y aún más cuando se sentó con las chicas para incluirse en la conversación.

— ¿Estás feliz? —Preguntó Emma.

— Si, muy feliz, vengo de estar con mi novio. — Explicó pues sabía que Emma necesitaría aquellas palabras para sentirse satisfecha.

— No cambiemos el tema, Emma quiere saber cómo tener una conversación normal. — Entonces la mandíbula de la chica cayó al suelo como en una caricatura.

— ¿¡Quieres tener una conversación con alguien!? — Gritó entusiasmada.

— No grites. —Reclamó Emma cubriendo sus oídos.

— Lo siento, lo siento.

— Emma ¿Por qué quieres iniciar una conversación "normal"? —Preguntó su hermana intentando darle un poco más de seriedad a su charla.

Emma tomó su tenedor con fuerza en su mano y comenzó a sacudirlo un poco mientras intentaba aclarar sus ideas.

— Alexa tiene amigos y novio. —Comentó señalando a su amiga aunque sin verla. —Ni siquiera sabía que era mi amiga y tu Denis. —Dijo refiriéndose a su hermana. — Tú también estás con una beta y llevas a tus amigos a casa.

— Ya no estoy con nadie, te lo dije. —Reclamó, parecía ser un tema un poco complicado. — Bueno, sí, somos diferentes. — Cedió su hermana.

— ¿Entonces por qué yo no podría querer tener una conversación?

— Pues porque te cansas de hablar y te aíslas de la gente. —Aseguró Alexa. —Y no te gusta estar con gente.

— Pero quiero hacerlo. — Emma no se cansaba, peros después de muchas burlas y rechazos había preferido simplemente fingir un poco, al menos a su manera.

Eso solo preocupó a Denis, como su hermana sabía que las cosas podían salir muy mal.

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— ¿No estás muy distraída Cristina?

— Estoy cansada. — Aseguró.

— No pareces cansada, pareces distraída. — Bromeó su amigo que también parecía preocupado por la actitud de Cristina.

— ¿No te sucedió nada verdad? Si algún alfa te hizo algo por estar dormida. — Amenazó Julieta.

— Que no boba, estoy bien, es solo que... conocí a alguien pero fue muy extraño.

El único omega varón se acomodó en su silla listo para ignorar lo poco que quedaba de clase y prestar atención a la inminente historia de su amiga.

— ¿Conociste a un alfa bonito? ¿O era un beta? — Increpó como si su vida dependiera de ello.

— No me interesa de esa manera, pero sí, es una alfa.

Ambos amigos se emocionaron, les acababan de dar información como para alegrarles la vida entera y por supuesto un tema de conversación para la semana.

— ¿Y esa alfa tiene nombre?

— Emma, pero no sé nada más, era muy extraña.

— ¿Extraña en qué sentido? —Preguntó el omega un tanto serio.

— No lo sé Omar, era rara, esos es todo. — Claro, había estado tan perdida en esa hermosa mujer que ni siquiera se había detenido a preguntarse el porqué le parecía extraña Emma.

— ¿Era una chica con el cabello rizado?

— Sí. — Respondió un tanto extrañada.

— Creo que deberías hablar con mi alfa.

Tanto Cristina como Julieta pensaron que no tenía sentido, ya conocían a la alfa de Omar, eran amigas en realidad, obvio que no se trataba de ella pero si su amigo se los estaba diciendo debía ser importante.

— Entonces saliendo de esta clase vayamos a verla.  — Concluyó Julieta terminando de una vez por toda la interrupción de la clase.

Y así fue, las tres esperaron tranquilos en un lugar tranquilo que encontraron en donde pudieran estar sentados hasta que vieron a esa alfa alegre acercarse saludando energéticamente y con una gran sonrisa en el rostro y esa característica bata blanca que portaban los doctores. Omar se levantó de aquella banca de cementó y abrazó a su alfa.

— ¿Para qué querían verme Omar? ¿Todo está bien?

— Si, solo quería hacerte unas preguntas, creo que Cristina conoció a alguien especial para ti.

— ¿Para mí? No sé a quién se refieren.

— Si, Omar me dijo que tú conocías a Emma ¿Es verdad? —Cristina tomó el valor para decir algo, en verdad tenía mucha curiosidad por lo que Alexa tenía que decir sobre la alfa que acababa de conocer.

La alfa se quedó pensando unos segundos y luego su sonrisa se volvió a una extraña mueca como si se acabara de dar cuenta de algo muy importante.

— Si, Emma es mi amiga ¿A caso la conociste?

— Nos encontramos en la biblioteca pero... se portó muy extraña y no pudimos hablar.

— Entonces por eso quería iniciar una conversación. — Dijo entre dientes. — Bueno, es que para ella es difícil hablar con la gente.

— ¿Está enferma?

— No, nada de eso, ella es autista. —Corrigió inmediatamente. — Si te sirve de consuelo ella quería hablar contigo.

— Oh. — Tonta, ¡Claro! Tenía que ser eso, por un segundo se sintió ridícula por no darse cuenta.

— Bueno, ella nos preguntó a mí y a su hermana como podía iniciar una conversación normal con una persona.

— ¿Normal?

— Ella es así, sus conversaciones suelen ser un poco difíciles de seguir o directamente se queda callada, no sabe muy bien cuando es su momento de hablar.

Omar se aproximó a sus amigas y sonrió, le alegraba que Cristina obtuviera una respuesta aunque quizá no fuera la que ella quería escuchar.

— A mí también me gustaría tener una conversación con ella. —Aseguró Cristina. —Aunque no tiene porqué ser una conversación "normal"

— Podría traerla aquí. — Dijo Alexa. — Pero no será hoy, seguro que ella y su hermana ya se fueron.

— ¿Estudian lo mismo? — Preguntó con curiosidad Julieta incluyéndose así en la conversación.

— No, bueno, su hermana también estudia medicina pero apenas está en su segundo semestre, la conocí cuando entro a la carrera y con ella a su hermana.

— ¿Entonces que estudia Emma? — Cristina estaba tan curiosa que sus tres acompañantes comenzaban a sospechar lo extraño que era eso.

— Ella estudia química, es bastante buena en realidad.

Una química, le parecía divertido, casi como un reto el poder hablar con Emma, su polo opuesto.