— ¿Hablas en serio? Eso suena muy estúpido Omar.
— ¿Y qué quieres que te diga? Alexa solo me llamó pidiéndome eso, tampoco es que entienda porque hacen esto.
— Haré lo que pueda.
Julieta que escuchaba toda la conversación comenzó a reír, descontrolada porque le encantaba la llamada de Omar, le encantaba esa tontería.
— Ese plan es estúpido, parece que lo hizo un niño.
— Lo hizo Ana, la hermanita de Emma, la menor, así que tan alejada de la realidad no estás.
— ¿Y lo haremos? Me refiero ¿Iremos por Aranza?
— No lo sé, seguro ahora está con sus padres, cuando está en su casa nunca contesta.
— Anda, vayamos. — Intentó insistir.
— No somos cupido. — Se quejó. — Si esas dos no quieren estar juntas no creo que deberíamos insistir.
— ¿Hablas en serio? Le estás quitando lo divertido, además, no vamos a hacer de cupidos, solo las reuniéremos, si no las ayudan nunca lo harán.
Alfas.
Cristina no estaba muy convencida, hacer esas cosas no era lo suyo, tal vez porque en su caso el amor había sido literalmente como un cuento de hadas, no había peleas ni resentimientos ni esas tonterías. Por eso intervenir se sentía tan mal, no era su ideal pero claro que en parte sabía la verdad, sabía esa verdad absoluta, los alfas eran tontos por ello se sentía responsable para hacer algo.
Terminaron pidiendo un taxi porque ninguna de las dos sabía manejar, y en cuestión de media hora ya estaban en la casa de Aranza, colándose por la ventana de su habitación como cuando eran niñas.
— La vamos a asustar, hace mucho no hacemos esto. —Murmuró Cristina.
— Deja de quejarte de una vez.
— Pudimos haber tocado el timbre, sería más civilizado que esto.
— Pero mucho menos divertido.
Julieta se lanzó sobre la cama de la alfa para esperarla, al parecer estaba más emocionada que nadie de ese plan, le parecía lindo pensar que Aranza había encontrado una persona que la quería y aún más alegría al saber que era Denise, que si bien no la conocía, Cristina le contaba era una gran persona. (Exceptuando sus pequeños altercados del pasado pero eso lo obviaron)
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— Hoy no quería salir de casa, no entiendo por qué hacemos esto. — Aranza había sido voluntariamente obligada a conducir a un lugar desconocido a petición de sus amigas. — ¿Podrían al menos contarme que quieren?
— Te va a encantar. — Chilló con alegría Julieta.
— Vamos Cristina, entra en razón, tú dime a dónde vamos. —Las suplicas de Aranza por lo regular funcionaban muy bien con Cristina pero hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para no quebrarse.
— No te lo puedo decir, en verdad lo siento.
Las calles de la ciudad se convirtieron en la carretera, se estaban acercando, aunque sin saber, a unas pequeñas cabañas vacacionales perfectas para pasar un fin de semana y donde nadie las molestaría y a regañadientes Aranza tuvo que estacionarse para que Julieta dejara de molestar.
— ¿Me hicieron manejar por más de una hora para venir aquí? ¿Saben que tengo que regresar para estudiar cierto? Estamos en finales y no puedo solo desaparecer.
— No vas a regresar, pasarás el fin de semana aquí con nosotras. —Anunció Julieta como si eso fuera algo muy bueno y para nada un pequeño secuestro a su amiga.
— Con Julieta, yo regresaré a mi casa, quiero pasar más tiempo con Emma, también debo estudiar.
— Bien, me voy contigo. — Farfulló Aranza.
Comenzó una guerra de tirones y empujones en la que las dos omegas intentaron con todas sus fuerzas detener a esa gigantona alfa que se escurría entre sus amigas. Era claro quien ganaba esa pelea, Aranza tenía fuerza para levantarlas a las dos debiluchas que siempre le habían negado ser sus compañeras en el gimnasio y ahora notaban sus errores, Aranza casi pudo regresar dentro del auto cuando una tercera persona le hizo frente y le impidió moverse casi por completo.
— Que bueno que llegaron. —Soltó con alegría. — Pero de aquí me encargo yo que ustedes ni siquiera pueden moverla.
Ana era joven pero por lo menos al usar toda su fuerza podía detener a la otra alfa, claro que si Aranza se lo hubiera tomado en serio la habría tirado sin esfuerzos.
— ¿Qué haces aquí mini Emma?
— Muy graciosos tu apodo. — Reclamó Ana, es que todos sabían que hasta hace muy poco tiempo ese apodo la hubiera molestado a tal punto de comenzar a bramar estupideces. —Pero estoy muy orgullosa de que me comparen con mi hermana.
— Mierda, ¿Me trajeron para ver a Denise? —Ya se lo imaginaba pero quería creer que sus amigas no le harían algo como eso. — Les dije que no me disculparé.
— Quédate quieta. —Forcejeó Ana. — Esta fue mi idea, te quedas aquí.
— Que idea de mierda. — Un poco si, había mejores maneras.
— ¿¡Y por qué confían en mi para hacer planes entonces!?
— Te veías muy convencida. — Alexa se apareció para ayudar a Ana, ya que la habían convencido de hacer eso por lo menos no dejaría que se le escapara una de las protagonistas. — Y Tomás te siguió la corriente, pensé que tenían algo más en mente.
— No soy conocida por ser muy brillante. — Tomás coincidió, y si Denise hubiera estado presente y no encerrada en una cabaña para que no escapara también hubiera coincidido. —Solo lo pensé y lo hice.
— Iremos dentro, hablarás con Denise y terminaremos esta estupidez, que ustedes dos, cabezas huecas, tienen que por lo menos terminar las cosas como personas civilizadas, o arreglarse, o lo que quieran hacer, lo que sea.
— ¿Por qué tengo que hacerlo? Quiero que se disculpe, yo no hice nada mal. — Gritoneó.
— ¿Tú te disculparías si hubieras hecho algo mal? — Preguntó Alexa. — Porque yo no lo haría, así que, si quieres siquiera pensar en estar con otro alfa tienes que aprender a hablar.
— Son unos estúpidos, esto no es divertido, no quiero hacerlo. — Replicó, entre los jaloneos y empujones no quedaba mucho más que hacer hasta que vio los ojos de sus amigas, los ojos de Julieta y de Cristina observándola comportarse como un cavernícola, solo por ellas se detuvo, bien sabía esas dos solo querrían lo mejor para ella.
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Solo contigo. (Omegaverse GL)
RomanceLa vida te puede cambiar, darte un giro de 360°, en especial cuando una peculiar joven de cabello rizado se queda grabada en tu mente porque sabes que es especial, tan especial que estás dispuesta a pasar por todos esos cambios con una sonrisa, disp...