Increíble.

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— Nosotros la conocimos hace muchos años, ella vivía cerca así que estuvimos en la misma escuela desde que tengo memoria, supongo que ustedes llegaron a la ciudad después.

Denise asintió, su familia había llegado a vivir ahí cuando su padre dejó de mandar dinero, eso quizá un año después de desaparecerse para siempre.

— No entiendo para que quieres decirme esto. — Reclamó Denise.

— Porque quiero que sepas que no soy mala, ni siquiera sabía que conocían a Linda, solo, solo quería ver a una vieja amiga... o al menos era una amiga antes... no sé qué pasó en ese momento.

— Llevaron a una estúpida beta frente a mi hermana y eso la hizo tener una de las peores crisis que la he visto tener en al menos 3 años.

— Pero yo no tenía idea de que algo así sucedería, ¿Cómo puedes pensar que alguien siquiera se atrevería a planear algo así para lastimar a una persona?

— Aranza, no me trates como una estúpida, tu amiguita hizo justamente eso con mi hermana.

— ¡Pero yo no lo sabía! —Aseguró. — Linda se mudó de aquí cuando entramos a la secundaria, su papá consiguió una oferta de trabajo lejos de aquí, nosotros seguimos en contacto pero solo éramos niños, con el tiempo los mensajes tardaban más en llegar y nos esperábamos menos, por eso Julieta, Omar, Cristina y yo somos tan unidos, solo estábamos nosotros pero, cada verano Linda venía sin falta a vernos y a pasar las vacaciones con nosotros.

— Y jamás les contó nada de Emma. —Respondió con un agrio sarcasmo que solo logró molestar a Aranza.

— Si lo hubiera hecho, por lo menos habría tenido la decencia de no juntarlas.

— Sé que eres una niña rica. — Interrumpió Denise importándole más bien poco lo que tuviera que decir Aranza, de cualquier manera le costaba mucho creer que en verdad no tenían ni idea, también quería reclamárselo a Cristina pero como Emma siempre la defendía al menos se lo dejaría bien claro a la alfa. —Supongo que eres una mimada.

— No sé a dónde estás yendo con todo esto.

— Pero no importa quien seas. — Continuó. —No pienso permitir que la lastimen.

— ¡Y dale con esa mierda! —Denise se quedó quieta simplemente porque le causó mucha curiosidad lo que tuviera que decir Aranza, las tonterías que fuera a inventar. — ¿Lastimar a quién? Tu hermana es mucho más fuerte de lo que siquiera piensas.

— Eso lo sé mucho mejor que tú.

— ¡Entonces deja de tratarla como una niña! Deja de basar todas tus putas decisiones en ella ¿No te das cuenta de lo irracional que estás siendo en este momento? Ni siquiera me escuchas.

— Lo hago, pero no te creo.

— Bien, entonces pregúntaselo a Linda. —La sangre de Denise ardió, quemó desde lo más profundo de su ser, no quería a esa perra cerca, ni a 20 metros siquiera, la quería al otro lado del mundo, o fuera de este si era necesario. — Ella saldrá al cine esta tarde, se supone que yo iría con ella, pero al ver a Emma tan asustada, bueno, sé que ella no miente, por eso quiero escuchar la versión de Linda también.

— Ni loca me acerco ahí.

— Denise, solo hazlo y cierra la boca.

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— ¿Podrías contarme un poco?

— Puedo hacerlo. —Contestó Emma. — Pero en realidad no quiero, todo eso terminó cuando nos mudamos aquí, quedó en el pasado.

— Escúchame, Linda solía ser mi amiga. —Y le dolía, no podría creer que Linda hiciera algo así, la conocía muy bien, si, algunas veces era un poco molesta y bastante testaruda, también era sarcástica pero eso era un gran trecho a decir que era una bully, y ya había escuchado cosas malas, la noche anterior Emma se había abierto un poco pero seguía sin creerlo. En definitiva si cualquier otra persona se lo hubiera ducho jamás le hubiera creído, si seguía ahí era solo por ser Emma. —Por eso quiero saber que sucedió.

— Ella fue mi novia. —Confesó Emma. — Luego hizo un montón de cosas feas y terminó conmigo.

La alfa hizo una pausa para tomar un poco de su taza con té, era casi como si lo usara para sacarse el mal sabor de boca que le dejaba decir todas esas cosas.

— Cuando terminamos. —Continuó. — Las cosas fueron aún peor, los golpes eran más duros y la única razón por la que quería seguir en la escuela, que era ella, desapareció.

— Emma, sé que me escucharé como una insensible pero ¿Estás segura? ¿Es la misma?

— Ella misma me reconoció. — Respondió algo molesta, no podía creer que Cristina no le creyera.

— Lo siento, tienes razón, no quiero decir que no te creo, es, no lo sé, nunca pensé algo así de Linda, ella era una niña muy dulce.

— Basta. — La alfa se levantó de su silla, jugueteó con su dedo índice, el de la mano izquierda para atravesar toda la cocina solo unos segundos después. — ¿Vienes? —Emma extendió su brazo llamando a Cristina que seguía en la mesa, la observaba mientras terminaba su desayuno-comida.

— ¿Iremos a algún lado? — En realidad Emma no tenía a donde llevar a la omega, solo quería estar con ella pero también quería leer un rato, si no lo hacía rompería su rutina aún vez más y eso si la molestaría.— Quieres hacer algo ¿Cierto Emma?

— Quiero ir a leer. — Terminó confesando. — ¿Quieres venir conmigo?

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A Emma solo le gustaba leer en la escuela por, y adivinen, Linda, todos tenían razón.

— ¿Qué haces? — Preguntó Linda, la beta acababa de salir de su clase y ahora solo quería "pasar el tiempo" con Emma, o en realidad quería la tarea de literatura.

— Leo, es obvio.

— Eso si lo sé, tonta, quiero decir, ¿Qué lees?

— Oh, solo una novela, me la regaló mi mamá.

— Eso quiere decir que no me esperaste después de la clase como te dije que lo hicieras.

Nunca se lo había dicho, Emma lo recordaría, recordaba cualquier cosa que Linda le decía porque siempre estaba escuchándola, por eso sabía que era mentira. Es que en realidad lo sabía desde antes, Linda siempre estaba mintiéndole.

— Lo siento. — No podía decir nada más, no se atrevía a hacerlo por lo menos, solamente quería que Linda dejara de ser cruel.

— Si lo sintieras no serías tan idiota. —Reclamó. — ¿Ya tienes la tarea lista? Quiero decir, nuestro proyecto.

— Lo terminaré para mañana.

— ¿No has terminado y aun así te das el lujo de leer un libro? — Linda le arrebató el libro de las manos, era como si Emma no importara en lo absoluto (Es que en realidad a ella no le importaba) y comenzó a arrancarle hojas en un muy desmedido ataque de ira. — Ve a hacer nuestro proyecto en este momento, Emma, no te lo diré una segunda vez.

Solo contigo. (Omegaverse GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora