Una cita?

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Denise se negaba a ir, todo en su ser le gritaba que si se aparecía frente a Linda una vez más seguro que la mentían presa por homicidio, eso como mínimo, que seguro que sus instintos la harían pasar una mala jugada.

Se vio frente al espejo ¿Pero por qué hacía esas tonterías? Estaba bien arreglada lista para tener una cita. Y es que estaba en verdad contrariada, le gustaba Aranza, lo tenía que admitir pero... una vez más; ir con Linda le causaba dolor de estómago.

Pero, pero, pero, que no se iban los peros de su cabeza, por favor ¿En verdad le gustaba Aranza? Que si, si le gustaba, por primera vez "estaba" con una alfa. Mierda, ella siempre había sido normal, luego se odió por pensar en la palabra normal en ese momento.

Tomó el auto, ese día parecía más pequeño, diminuto, que su cabeza estaba estrellándose en el techo, sofocándola con ese aire reciclado de ventanas cerradas, y todo tan infestado de feromonas, feromonas asquerosas llenas de todo el odio que podía sentir, debía tranquilizarse o haría una estupidez y en verdad que no quería estrellarse contra un camión.

No entendía porque habían decidido ir al cine y no a un restaurante o a un café, tal vez solo era un engaño, quizá solo la llevaban a una trampa, algo pensado para lastimar a Emma, o a ella. Que no sería la primera vez, si Linda la había recordado era porqué ya la había puesto en ridículo una vez. Cuando Emma fue internada en el hospital, las cortadas en sus brazos eran profundas, mamá había dicho que se quedaría ahí un tiempo ¿Cuánto tiempo era un tiempo?

Denise la había encontrado en su habitación, fueron los gritos de Ana, su hermanita había ido a esconderse a la habitación de Emma, a su armario específicamente aunque nunca llegó a entrar, primero la vio, no entendía que manía tenían esas dos en estar encerradas todo el tiempo, esa manía de esconderse. La sangre cubriendo el suelo, Emma inconsciente y la propia Ana abrazándola, rogándole que despertara, que dejara de asustarla. Con la madurez que una niña de trece años podía tener se lanzó al suelo, tomó una playera del armario de su hermana y la presionó con fuerza sobre las heridas, tratando que de alguna manera se detuviera la sangre.

— ¡VE POR MAMÁ! — Gritó, asustada, llorando, pero con la seriedad que ameritaba el momento. — ¡EMMA! No te duermas, por favor no te duermas

Ana salió tan rápido como pudo, derrapó y por lo que se escuchaba Denise estaba segura se había caído pero ni siquiera eso la hizo detenerse.

Cuando se dio cuenta llevaba más de la mitad del camino al cine conduciendo en modo automático, no recordaba cómo había llegado ahí, ya era un milagro no haber muerto mientras recordaba ese momento.

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Los asientos de espera en el cine eran más cómodos de lo que esperaba, hasta parecía que estaban en una cafetería, una donde la gente tira palomitas y refresco al suelo dejándole su desastre al pobre diablo que le correspondiera la limpieza. Solo en eso quería pensar Denise, en esas estupideces, eso la mantendría distraída hasta que Linda llegara.

— Oye, Denise, escúchame, quiero que sepas que es verdad todo lo que te dije, jamás fue mi intención molestar o lastimar a Emma, ni siquiera se me hubiera ocurrido, yo solo quiero lo mejor para mi amiga.

— ¿Amiga? ¿Qué amiga Aranza? Te recuerdo que tú misma me lo dijiste, Linda también es tu amiga. —Estaba en todo su derecho de estar enojada, pero ya llevaba un rato comportándose como una completa idiota y eso comenzaba a fastidiar a Aranza, es que un alfa jamás iba a permitir que lo trataran de esa manera sin decir nada, si Aranza estaba aguantando era solo porque no quería empezar otra pelea y, de alguna forma, sentía que era responsable por todo aquello.

Solo contigo. (Omegaverse GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora