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Pov Gaia


Gimo al notar como el pene de Nathan entra en mi, un escalofrió me recorre entera, comienza a moverse en mi interior, mis gemidos siguen acallados por la mordaza, procuro que la pelota en mis manos no caiga, pero me resulta difícil cuando mis manos se sienten débiles, no por que las esposas estén muy apretadas, estan justo como deben estar pero siempre me siento de la misma forma cuando estoy con Nathan, me siento como en una nube, como si flotase, escucho su voz de fondo pero siquiera entiendo bien lo que dice, me encuentro en un estado cercano al limbo, mientras me folla noto como recorre mi cuerpo con sus manos,  mis ojos se tornan vidriosos cuando un orgasmo me llega, mi interior lo aprieta y escucho su gemido, mi cuerpo se sacude ya que mientras me corro sigue penetrándome alargando mi orgasmo, mis piernas tiemblan y lagrimas salen de mis ojos, mis manos quedan libres de las esposas cuando el las quita, sale de mi y me hace girarme hacia el, besa mi frente y limpia mis lagrimas con una sonrisa, de nuevo dice algo y aun que casi no entiendo asiento, me tumba sobre la cama, con su pulgar comienza a tocar mi clitoris, mi cuerpo se tensa y mi respiración se acelera.


Mientras me masturba con su mano su boca se dirige a mis pechos con la mano libre y quita las pinzas de los pezones suspiro aliviada, los deja caer al suelo, con sus dedos acaricia mis pezones, cierro los ojos dejándome llevar, cuando un nuevo orgasmo esta apunto de llegar se detiene, gruño y escucho como se ríe, abro los ojos para mirarlo pero al instante los cierro cuando se mete de nuevo en mi, esta vez más duro y desenfrenado, noto su piel chocar con la mía haciendo que esta pique, la noción de tiempo se pierde para mi, pero esta llena de orgasmos míos, en uno de ellos Nathan me quita la mordaza, cuando yo ya estoy en el subespacio, el llega a su orgasmo y me cuida, luego de arreglarse, un poco después me siento capaz de estar de pie por mi misma y con algo de ayuda de su parte me visto, dejamos todo lo utilizado en un lado para que luego se encarguen de limpiarlo y salimos de allí, nos despedimos de la secretaria y salimos del club.


El camino hacía el coche se siente frio, pero antes de poder decir nada Nathan pone mi chaqueta sobre mis hombros, sonrío mirándole y entrelazo mi mano con la suya, una vez llegamos al coche Nathan le quita el seguro y ambos entramos, dejo mi chaqueta en el asiento trasero al igual que el.


-Tenia pensado en cortarme el pelo que te parece?


-Lo que tu decidas yo te apoyaré, lo único que no te lo cortes mucho, se ve muy bonito como para hacerle un corte grande.


Asiento y enciendo el aire acondicionado.


-Tienes razón, además como vas a estirar de el si me lo corto mucho.


Digo con tono casual, el se ríe y me mira de reojo, también me rio y el camino hacía el hotel se hace tranquilo, al llegar pasamos a ver a Koda y a Thor, estan dormidos creo que mañana aprovecharemos y los llevaremos con nosotros a dar un paseo después de desayunar con su madre, pensar en ello hace que me ponga nerviosa, Nathan me mira como casi si supiera en lo que estoy pensando, subimos en el ascensor y las puertas se cierran, me atrae hacia el y yo apoyo mi cabeza en su pecho, escuchar los latidos de su corazón me relaja, cierro los ojos poniendo mis brazos a su alrededor, cuando estoy entrando en sueño escucho la campanita avisando que estamos ya en nuestra planta, con pereza salimos del ascensor, me quedo detrás de Nathan cuando el abre la puerta y luego deja que yo pase.


Entro dentro de la habitación y dejo la ropa en el sofá, me comienzo a desvestir y miro a Nathan cuando noto su mirada sobre mi, me ríe y hace que el me mire a los ojos.


-¿No me dirás que aun tienes ganas de seguir después de haber estado cuatro horas follando?


Por que si, al salir nos fijemos en la hora y resulta que había pasado cuatro horas desde que habíamos entrado, el niega y se ríe levemente.


-No, que va, estoy molido, pero siempre me gusta ver tu hermoso cuerpo.


-Niego divertida y algo vergonzosa, abro la puerta del baño y le miro de nuevo.


-Voy a ducharme, ¿vienes o te duchas luego tu?


Comienza a quitarse la ropa y niego de nuevo, entro en el baño encendiendo el agua dejando que esta se caliente, la puerta se cierra y me giro para ver a Nathan, el me besa el hombro y me empuja hacia la ducha, antes de meterme toco el agua para asegurarme que está ya caliente, me meto en la ducha y luego Nathan lo hace, el agua nos moja a ambos,  estamos cara a cara así que puedo ver como me mira, mi mirada va a su boca y la mía se abre, su respiración se corta, sus manos van a mis tetas, las amasa con sumo cuidado, cierro los ojos, desliza sus manos a mis caderas donde las deja y las acaricia con sus dedos pulgares.


-Te quiero preciosa.


Abro los ojos al escucharlo, sonrió levemente y acaricio su mejilla antes de inclinarme y besarle, su mano va a mi espalda empujándome hacia el, comenzamos a besarnos, ambos intentando ganar en una guerra donde ninguno quedará como vencedor, se separa de mi y se arrodilla en el suelo, le miro frunciendo los ojos, me tengo que apoyar en las paredes cuando levanta una de mis piernas y la pone sobre su hombro.


-Mantenla ahí Gaia no quiero que la muevas de ahí.


Asiento sin saber si me ve, cuando noto su respiración en mi vagina, me estremezco, gimo cuando su lengua me recorre entera, noto como juega con mi clitoris con su lengua, mis manos tiemblan y no mucho después me corro de nuevo, deja que me apoye con mi otra pierna en el suelo y se levanta.


-¿No decías que no querías más?


Ríe y alza las manos en son de paz, luego de un rato terminamos de ducharnos, nos ponemos algo cómodo luego de secarnos y salimos del baño, recojo la ropa sucia y la dejo en el baño, destapo la cama y ambos nos metemos en ella, me apoyo en su pecho y el me abraza.


-A que hora has quedado con tu madre mañana.


Me dice la hora y que ya ha puesto una alarma, cierro los ojos y finalmente me duermo.

Mi mundo de color negro (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora