Esto no puede ser bueno.

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No fue difícil encontrar a Slender, no pensé que fuera a ir a Inglaterra al bosque Cannock Chase, bosque conocido por la presencia de ovnis, perros negros, gatos británicos y los restos de las víctimas de cierto asesino serial, seguro sus almas vagan por el lugar, obviamente rodeado de misterio para los extranjeros, y para los residentes cercanos un lugar del cual puedes o no salir de el, así que ahora la pregunta era ¿Que está haciendo aquí realmente?, De un bosque "embrujado" a otro no es exactamente unas vacaciones, a decir verdad se logra indentificar la esencia de diversas entidades.

-Slender ¿Estás son tus vacaciones? ¿En serio? - el respingo que dio fue demasiado gracioso como para no reír.

-Joder, puedes dejar de hacer eso, un día de estos me darás un infarto del susto - dijo agarrándose el pecho, seguro que la sintió cerca.

- Oh vamos, lo dice el sin cara, sabes que no puedo evitar ser sigilosa, tu deberías mantener la guardia en alto - una idea fugaz cruzo mi cabeza - a no ser que algo te pusiera ya nervioso.

- Se ajusto la corbata y empezó a retomar camino- ¿No deberías asegurarte de que no vaya a incinerar la casa?

- No hay de que preocuparse - le segui- bien, habla, suelta, puedes engañar a otros a mi no, se que no vendrías a un lugar como este por vacaciones.

- Zalgo - fue todo lo que dijo.

Una reunión tan lejos, algo debía pasar para que no se quisiera que los demás se enterraran, tenía sentido el bosque ahora, un lugar donde nadie molestaría y de una mayor facilidad de acceso para entidades como nosotros, no faltó mucho para visualizar aquel demonio en el centro de aquel perfecto círculo hecho por los arboles, solo seguí el paso de la entidad a mi lado de manera sería.

Un saludo inicio aquella conversación, algo larga; habían detectado algo inusual en nuestra red desde hace ya unos años al parecer, no había sido nada resaltante, se creyó que alguna nueva hija de la noche y dueña de magia había despertado así que era normal que su conexión estuviera tambaleando un poco, pero los últimos meses la anomalía había aumentado así que obviamente era alguien fuera de lugar, estaba forzando algo, admito que me pareció raro el no haberme percatado de esto, tan metida en mi mundo estuve que no me percate de los demás; tenían dos opciones matarla o volverla loca, quien sea la persona no terminaría bien.

-Rushifa, ya que has venido ¿Que sería lo mejor? - Zalgo se dirigió a mí fríamente confirmando la seriedad del asunto.

- Depende de que sea lo que quieran, podrían divertirse asesinando lentamente al individuo, pero sería algo momentáneo o pueden divertirse de conducirlo lentamente a la demencia y que sufra la crueldad de su propia gente - simplemente sonreí al imaginar ambos escenarios.

Sus sonrisas delataban que algunos escenarios cruzaron por sus cabezas, incluso meditaron un poco las opciones que se tenían, pero ellos dejaron de ser importantes cuando la marca de aquel contrato que hice en alguna otra vida con él se hizo visible en el dorso de mi mano derecha, la energía de la misma provocó que me erizara, llamando la atención de Slenderman principalmente.

-¿Todo bien Angela? - fue la pregunta que me hizo volver a darles atención.

-Si, no sé preocupen, será mejor que regrese, pero sea lo que sea que decidan quiero participar, bien, me voy, nos vemos Slendy, hasta la próxima Zalgi.

Dije de manera rápida y su disgusto no tardó en aparecer al final mientras me alejaba hacia atrás después de reír por sus expresiones solo di un salto para transportarme de regreso, aquella reacción me indicaba que algo debió pasar así que no dude en aparecer con la guardia alta.

-¡¿Que pasa?! - todo estaba tranquilo, solo mi gente reunida, simplemente le di un buen golpe en la cabeza a Enrique antes de sentarme a su lado.

-¿Dónde lo conseguiste?- dijo refiriendose a aquel tipo de grimorio códice que envíe.

Una Aventura con los Creepypastas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora