By Angela
Después de aquella noche de videojuegos, risas y una cena gratis para mí hermana de parte de su ahora pareja, en serio no puedo creerlo después de milenios por fin decidieron abrir sus sentimientos; lo que dijo Slendy fue más que cierto, Kike tomo el lugar de segundo al mando, de la que me salve; apoyando a mi mejor amigo de entre los Creepys, se que el faro con patas dijo que era por vacaciones y espero que así sea, pero no puedo evitar tener la idea que tal vez sea algo más.
-¡Por los clavos de cristo! ¡Virus aléjate de Masky! - Si estos dos días la ha tenido difícil, sobre todo cuando Jack debe salir de casa - ¡¿Angela me puedes ayudar?!
-Uuuhhh... La llamo por el nombre... Yo me retiro, regreso a mi laboratorio, pero no te salvarás Masky.
-Observo cómo los otros dos se retiraron como almas que lleva el diablo, no tuve que decir algo para que se volteara a mí dirección con sutileza y listo para huir de ser necesario - Cariño...no quise...- Suspiré dejando de lado el libro que me encontraba leyendo para levantarme- Mi nombre es lo de menos... Pero gritaste - Le sonreí para caminar en su dirección mientras esté trataba de disculparse caminando hacia atrás hasta que topo con pared - Podría se cruel contigo, pero ya tienes mucho con que lidiar - le di un corto beso - voy a salir.
- Pareció reaccionar con esta última frase - ¿Salir?, ¿Paso algo?, ¿Necesitas ayuda? - dijo mientras me seguía a la puerta - Iré contigo - afirmó cuando abrí la puerta.
- Hey, tranquilo Bocchan, no es nada de que preocuparse solo iré a dar una vuelta, mataré algunas personas, comeré algunos corazones y regresaré, no hay porque levantar guardia.
- Suspiro - No puedo evitarlo -Se alzo de hombros - Ten cuidado, cualquier cosa manda la señal.
Simplemente pude sonreírle y asentir antes de salir de la casa para adentrarme al bosque con calma, la idea de Slendy tomando vacaciones seguía dando vueltas en mi cabeza, no porque no se las merezca o algo, si no porque no suele tomarlas, mucho menos sin avisar con un mayor rango de anticipación, díganme paranoica y lo que quieran, pero de saber todo lo que puede llegar a ocurrir en las sombras no les sonaría exagerado.
Pase por mi casa, ¿Ya cuanto había pasado?, Solo entre para mandar algunas cosas a mi habitación a través de un portal, por fortuna al parecer nadie se ha metido a saquearla o algo, una idea se hizo presente haciéndome sonreír, podía meter directamente la casa al otro plano haciéndola tomar aquel ambiente lugubre y pesado para los mortales, aquel ambiente que con tan solo verla de fuera dudas que puedas salir vivo del lugar, dejaría algunos vigilantes que se asegurarán de que no se lleven nada, además de que salgan huyendo del miedo y claro está que se llevarán consigo aquello que los marcará como diana para todo creepypasta, claro esto solo por diversión.
Después de unos minutos preparando aquello y asegurar que todo estuviera listo continúe con mi camino, efectivamente no me limitaría a aquella pequeña ciudad, aunque atravesarla no era parte del plan tampoco era mala idea observar un poco la miseria de vida de viejos conocidos, claro está no imaginé encontrar un altar algo turbio dedicado a Yako o mejor dicho a Enrique, había fotos donde yo salía pero habían rayado mi cara con tanto odio que se notaba la energía en la tinta, atravesar casas sin atención me hizo terminar dentro de la que le pertenece a la loca de Sophia.
- Medio turbio y todo, pero esto ya es exagerado, alto problema - la voz de mi inconsciente me recalcó que soy una entidad que se la pasa matando gente por gusto y placer, estaba por irme pero la susodicha apareció hablando sola.
- Todo es su culpa, ¿por qué nunca me escuchaste?, sabía que ella te llevaría a un abismo sin regreso, mi amado Yako - Lo admito quiero vomitar - no te preocupes amado mío ya sea que te traiga de vuelta o vaya a ti volveremos a estar juntos -Dijo esto mientras sacaba un grueso libro que se veía bastante antiguo... No era un libro cualquiera era una clase de grimorio, algunas imágenes se vinieron a mi cabeza de golpe haciéndome marear un momento.
"El códice lo escribí yo"
Lo que Luna me había dicho ya hace algún tiempo resonó en mi cabeza, ¿Era posible que aquel viejo libro era ese códice?, Si es asi, ¿De dónde carajos lo había sacado ella?, la vi anotar unas cosas antes de irse de nuevo, cruce la línea una vez me asegure que efectivamente se había ido, observé un poco el libro y sus texturas, era obvio que había más de un código oculto, lo tomé para enviarlo igualmente a mi habitación a través del portal, podía hacer su estúpido altar, le daría más energía y fuerza a la Creepypasta de Enrique, pero tener algo que a mí me estaba desatando imágenes de otro tiempo no sería bueno, sobretodo no para ella.
Salí de ahí para terminar de salir al otro lado de la ciudad para caminar un poco sobre la carretera antes de cruzar un portal que me llevaría a un lugar que me llevaría bastante llegar a pié para ser sincera quería asegurarme que efectivamente Slenderman estaba tomando un descanso y no la estaba liando con algo más.
By Angle
Rique se había quedado conmigo anoche... No lo malinterpreten solo fue un maratón de películas, en cuanto a hoy, realmente desvelarse así después de un día largo de invocaciones tras invocaciones no fue de las mejores ideas, era tarde cuando nos levantamos y ni siquiera hemos decidido salir de lo cómodo que está la cama, eso hasta que nos callo semejante libro encima.
-No mames...- me queje - ¿De dónde...? - no termine mi pregunta al observarlo con detenimiento había algo en el que capturaba mi atención - Esto debió enviarlo Angela - dije mientras me sentaba para acomodarme y agarrarlo - seguro que le ha movido algo y lo envío a mi habitación en lugar de la suya.
-Si...pero...pudo haber caído en otro lado...que se queda nuestros hermanos sin sobrinos...- se sento con una expresión de dolor que solo pude reír de primera estancia, antes de caer en lo que había dicho desviando la mirada al libro de nuevo mientras lo hojeaba.
-Awww te has puesto rojita - dijo algo divertido mientras me abrazaba olvidándose de su dolor al parecer - deberíamos llevárselo a Kike, si Angela lo ha enviado debe ser por algo - dijo con seriedad al verlo mientras seguía hojeando, a primera vista había más que un tipo de cosas como rituales, descripción de entidades e incluso de otras dimensiones.
-Si, hay que llevárselo - dije decidida a levantarme pero su agarre no me dejó - Querido se que la cama está muy cómoda y todo, pero si esto llega a ser algo importante lo mejor es que no se retarde o algo.
- Ahs...- se quejo - un día, solo pido eso, un día donde pueda quedarme quieto en el cuarto sin tener que preocuparme por lo que pueda pasar en el multiverso por lo que soy.
Solo pude negar mientras lo vi levantarse mientras repelaba a su existencia, salimos del cuarto, no digo que tomados de la mano ya que las tengo a ocupadas por aquella especie de grimorio, pero no pudo evitar que Ike me abrazará, mientras bajábamos las escaleras más raro se hacía no escuchar ruido, ¿Kike ya los mato?, al llegar a la sala principal notamos a su hermano en uno de los sillones agotado como si hubiera corrido un maratón olímpico.
-Hermano ¿En serio?, Puedes con todo un ejército pero no con algunos asesinos adolecentes, niños y casi adultos.
-Callate el hocico, que tu tampoco podrías controlarlos... - se cayó al ver el grimorio en mis brazos - ¿Que demonio es eso?
-Un tipo de grimorio, nos ha caído encima, creemos que lo ha enviado mi hermana por alguna razón, así que lo hemos traído a ti, ya que usualmente te cuenta más cosas - Expliqué mientras llevaba el susodicho hasta aquella mesa de baja altura en el centro de la sala.
-Para ser sinceros, no se nada al respeto, Angela ha salido, pero me dijo que solo iba a dar una vuelta y volvía - dijo observando a detalle la portada antiguo y por unos segundos se quedó estático -Esto es imposible...
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Una Aventura con los Creepypastas.
Fiksi PenggemarViviendo en dos planos desde que se tiene memoria, Luna después de haberse enterrado de que Yako había muerto en uno de los planos por manos de un oficial, esa misma noche decidió acabar con todos los oficiales de la ciudad y con propia existencia e...