Capítulo 14

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Salen del hospital y se suben al auto. Su madre está más callada de lo normal. No está acostumbrado a que lo regañe, tal vez sí a las llamadas de atención, pero nunca la ha visto tan molesta.

Los resultados salen al día siguiente. Así que tiene la esperanza de no tener nada, aunque lo muy probable es que si lo tenga.

—¿Solo lo has hecho con el chico que me dijiste?

—Sí.

—¿Cuál es su nombre?

—George, George Davidson.

—Davidson... creo que conozco a su padre. Hablaré con él.

—Mamá, no es necesario. Ya ni siquiera pienso acercarme a George.

—No me importa. No me parece que su hijo se esté tirando a cualquier cosa que tenga al frente. Imagínate si hubiera sido VIH. No solo me preocupo por ti, sino también por el pobre chico. ¿Cómo es que ha llegado a esas cosas siendo tan joven?

—Es su vida, mamá.

—¿¡A ti no te preocupa acaso!?

—Sí, pero él sabe lo que hace. Nadie lo ha obligado a hacerlo. Sus padres ya saben lo que ha hecho, ya lo han castigado y lo tienen vigilado.

—¿Y si lo tienen vigilado como has logrado entrar a su casa y tener relaciones con su hijo?

—No te metas, mamá.

—Vamos a casa. Debes tener hambre.

Dream se queda viendo la ventana todo el camino a casa. En un primer instante no habría pensado en la situación de George. Sabía que aquello ya era su estilo de vida y quién era él para decirle qué sí o qué no hacer.

...

—George, baja a cenar o vas a cenar solo —le dice su hermana desde el otro lado de la puerta.

George no dice nada. Se queda tumbado en la cama con la almohada sobre la cara para cubrir su llanto. Lleva llorando desde el día anterior. Y aunque sabe que no va a solucionar nada así, no sabe qué más puede hacer para sentirse mejor.

Al día siguiente no quiere ir a clases. Quiere quedarse en casa lamentándose por vivir a base de sus impulsos y buscar satisfacción en todos.

Escucha los pasos de su madre subiendo las escaleras.

Corre al baño y se pone de cuclillas frente al retrete. Se mete dos dedos a la boca para inducir el vómito. Al menos si su madre lo ve en mal estado, lo dejará quedarse en casa.

—George, se te va a hacer tarde. ¿George? —su madre entra a su habitación y se dirige al baño al oírlo vomitar—. Ay, cariño. Te ves muy mal. Creo que lo mejor va a ser que te quedes en casa. Ya iré a justificar tu falta más tarde. Tengo que irme a trabajar, pero si necesitas algo ahí está tu hermana en su habitación.

—Gracias, mamá.

—No olvides descansar. Cuídate, George.

Cuando escuchó la puerta principal cerrarse fue a lavarse la boca. Al menos ahora podía quedarse en casa y llorar en su miserable vida.

Estaba tumbado en su cama llorando como ya se había vuelto costumbre hasta que alguien toca su puerta.

—¿Qué quieres?

—¿Puedo pasar? —pregunta su hermana.

—No.

—Igual voy a pasar.

UN GRAN IDIOTA [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora