—Chicos, vengo en un rato. Voy a saludar a Nora —dijo Karl, desapareciendo escaleras arriba.
No podía decirle a George en su cara que se había gastado todos sus ahorros que tenía para el mes en su fiesta de cumpleaños que ni siquiera iban a festejar como había planeado, solo porque el padre de George no quería que este saliera de casa. Eso sería muy cruel y simplemente arruinaría el cumpleaños. Por lo que debía idear un nuevo plan para que George se divirtieron dentro de casa.
—Nora, soy Karl. ¿Podemos hablar un rato?
Mientras tanto, los otros tres estaban sentados en la sala sin decir nada. No es como si fueran amigos, pero tampoco se llevaban mal.
—Feliz cumpleaños —le dijo Dream.
—Gracias.
—Voy a buscar a Karl —dijo Sapnap, y los dejó solos.
George miró su celular de manera desinteresada tratando no sentirse incómodo.
—Y... ¿Tenías planes para hoy? —pregunta Dream, tratando de sacar un tema de conversación.
—No realmente.
Dream asintió con la cabeza.
—¡Ya llegó por quien lloraban! —gritó Karl corriendo hasta la sala junto a Sapnap—. ¿Por qué tan callados todos? Pongan música o hagan algo. Hemos venido para que George se divierta, no para que esté sentado en el sofá.
La hermana de George también se pasó por la sala a tomar las llaves de la casa.
—Ya vuelvo. No rompan nada, chicos —les dijo Nora.
Karl puso música y fue a buscar los juegos de mesa que guardaba George en su habitación.
—El que se enoja es hetero —dijo, mientras ordenaba los billetes del Monopoly.
—Yo siempre pierdo. No vale —se quejó Dream.
—Y yo siempre gano —dijo George.
—Por tramposo.
—No soy tramposo, solo sé jugar.
Los cuatro se pusieron a jugar y no tardaron en destruir las amistades que ni siquiera habían terminado de formar. George no solo tenía mucha suerte, sino que sabía cómo hacerles perder.
Llevaban ya un buen rato jugando. George era el único que ya tenía hoteles y disfrutaba viendo como todos caían en sus propiedades. Dream ya casi estaba en la quiebra. Tira los dados rezando a todos los dioses existentes para caer aunque sea en la cárcel, pero no en ninguna propiedad que no sea suya.
—Once.
Dream avanza cada casilla casi con los ojos cerrados.
—¡Esa es mía! —grita George, mientras busca la tarjeta de su propiedad—. Págame mil quinientos.
—¿¡Mil quinientos!? ¿¡Pero vuela o qué!?
—Si vendes esta propiedad, y esta, y esta, y estas dos más, junto a tus trescientos pues... No, tampoco la haces. Ya perdiste.
—¡A la mierda con todos ustedes! ¡Ya no quiero jugar!
Dream tira el tablero y George se echa a reír. Nunca lo había visto tan enojado, ni cuando lo dejaron encerrado en la clase.
—Ya, Dream. Es solo un juego.
Justo en ese momento llega la hermana de George y ve todo el desorden.
—¿¡Pero qué pasó aquí!?
—Dream se enojó por un jueguito.
—¡Eres un tramposo!
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UN GRAN IDIOTA [Dreamnotfound]
FanfictionDream nunca ha sido un niño muy brillante. Incluso en el jardín de niños sus maestras lo trataban como alguien de poca inteligencia, pero eso no seguiría así. Estaba dispuesto a mostrarles a todos en su primer día de la escuela primaria lo inteligen...