UN GRAN IDIOTA [Dreamnotfound]

Capítulo 28

Este capítulo será narrado desde la perspectiva de George.

...

Habían pasado cuatro años desde la vez en que regresé con Dream y Nora a casa después de estar semanas en Carolina del Norte.

Recuerdo perfectamente como fue aquel día la primera vez que vi a mi madre cuando aún había luz del día. No fue hasta ese día que se dio cuenta que había estado fuera de casa el último mes. Durante años me pregunté, ¿cómo una madre no se puede dar cuenta de la desaparición de su hijo cuando viven en una misma casa? Y definitivamente nunca le encontré la respuesta.

—¿Adónde van? —preguntó preocupada al vernos con maletas a los dos.

—Nos vamos a Londres —respondió Nora, porque en ese entonces no tenía la fortaleza para decirlo yo. Yo aún tenía deseos de quedarme allí.

Nunca le guardé rencor a mi madre y siempre había mencionado aquello. Sabía que no era su culpa trabajar tanto, después de todo, gracias a ella teníamos una buena vida. Aunque a veces me hubiera gustado que se buscara otro trabajo donde no le paguen tanto, pero que también tuviera tiempo para mí.

Por otra parte, a mi padre lo seguí odiando. Sin embargo, meses después de irme a Londres me enteré gracias a mi madre, que mi padre había llorado el día que nos fuimos. No sé si fue de felicidad o de verdad le dolió que me fuera, pero sé que lloró por mí. Tal vez nunca fue del todo malo.

En Londres empecé prácticamente de cero, solo que tenía más experiencia de lo que había vivido. Intenté enamorarme y fallé tantas veces. Me concentré en mis estudios, en mi salud mental y en ser alguien que me hiciera sentir orgulloso a mí y no a los demás. Y después de esos largos y a la vez cortos cuatro años, me sentí dispuesto de volver.

Había terminado mi carrera al igual que Nora, porque tuvo que hacer más largos sus estudios por asegurarse que estuviera bien. No es como si necesitara a alguien que estuviera al pendiente de mí, pero ella siempre ha sentido la responsabilidad de cuidarme, y era imposible hacerla cambiar de parecer.

...

El primer lugar al que fui al regresar a Florida no fue a la casa de mis padres, fue la casa de Karl.

—¡George! —gritó Karl en cuanto me vio—. Te odio, maldito bastardo. Nunca te despediste. Te extrañé muchísimo. ¿Por qué no respondiste mis mensajes? Pensé que habíamos dejado de ser amigos.

—Perdón. Estaba intentando superar el pasado. Yo también te extrañé.

—¿Quieres pasar? Te quiero presentar a alguien. Sapnap también está aquí.

Karl me contó que su relación con Sapnap aún perduraba y que incluso alguien más se había unido a la relación, un chico que vivía en Los Ángeles y estaba estudiando derecho. Siempre pensé que Karl era alguien raro, en el buen sentido de la palabra, pero nunca pensé que tuviera una relación poliamorosa con un chico que vivía al otro lado del país.

Al segundo lugar al que fui, fue la casa de mis padres. Ninguno de los dos estaba allí. Se sentía igual de vacío que hacía cuatro años. Como aún tenía más lugares a los que ir les dejé una nota para que supiera que estuve ahí.

El tercer lugar estaba planeado para la casa de Dream, pero Wilbur parecía querer cambiar mis planes siempre.

Me lo encontré saliendo de su casa con un ramo de flores en manos.