Capítulo 1

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Su hora favorita en el jardín de infantes no era el recreo como el de la mayoría, su hora favorita era la hora de salida. Podía jugar con sus compañeritos y su madre vendría a buscarlo, le compraría un helado e irían a casa.

Vio a su madre en la puerta y se alejó de sus amiguitos para correr hacia ella, pero antes de llegar a la puerta su maestra salió aparentemente a hablar con su madre y cerró la puerta para uqe no oyera la conversación.

Dream puso sus manos sobre la puerta y apegó su oído a la puerta para escuchar.

—Clay es un chico muy amable, a veces juega un poco brusco y habla demasiado en clase, pero algo de lo que me he dado cuenta es que a comparación de sus demás compañeros Clay tiene dificultades a la hora de aprender. Está por debajo de lo que un niño de su edad debería saber.

—¡Dream, ven a jugar! —lo llamó uno de sus amigos y el dudó un instante, pero al final fue nuevamente a jugar.

La puerta nuevamente se abrió y su maestra lo llamó para que se vaya con su madre.

Como era de costumbre se despidió de su maestra y tomó la mano de su mamá. Cuando le pregunto si quería un helado obviamente aceptó. Todo parecía normal, pero estaba más callado de costumbre y la mujer no tardó en darse cuenta.

—¿Qué pasa, Clay? ¿Tan delicioso es el helado que no vas a contarme tu día?

—Mamá, ¿qué significa dificultades a la hora de aprender?

La sonrisa tierna de su madre se convirtió en una mueca de preocupación.

—No deberías escuchar conversaciones ajenas, Clay.

—¿Por qué?

—Porque hay cosas que no debes escuchar, ya sea por tu bien o el bien de la otra persona.

—¿Entonces lo que mi maestra dijo es algo malo?

—¿Por qué no mejor me cuentas cómo estuvo tu día? ¿Te divertiste mucho?

Dream supo que esa era la manera de su madre para decir que un tema había acabado, aunque él no estuviera del todo conforme con la respuesta que había obtenido. Más tarde buscaría en internet lo que ello significaba.

...

Enterarse de que era alguien tonto no había sido completamente malo. Aquello solo lo había inspirado a decirles a todos que no era cierto. Quería que dejaran de burlarse por su intelecto y por eso hizo el intento de aprender todo lo posible durante el verano antes de ir a su primer año de la primaria.

—¡Mamá, ya está el autobús afuera! —gritó Dream, yendo a la cocina para ver si su merienda estaba lista.

—Ya casi, ya casi.

—¡Mamá, se va a hacer tarde!

—¡Listo! Ahora sí, vamos.

Ambos salieron de casa y su madre le dio un beso en ambas mejillas, cosa que le avergonzó a Dream, ya que todos los demás niños lo estaban viendo.

—Ya, mamá.

—Ten un buen día.

—Tú también —dijo subiendo al autobús.

En el autobús vio a un niño bajito con una voz chillona como si fuera un niño de tres años al que no dejaban de molestar los niños grandes.

Dream, con sus aires de héroe después de haber visto todas las películas de Marvel el día anterior, se acercó a los niños grandes sin tener que le hicieran algo.

—¡Déjenlo en paz! ¿¡Por qué no se meten con alguien de su tamaño!?

—¡Uy, qué miedo! —dijo uno de los niños, burlándose de él—. ¿Qué piensas hacernos? Tú también eres un niño.

—No voy a hacerles nada, porque yo sí tengo cerebro para pensar que eso no está bien.

Jaló al niño consigo y lo llevó hacia los dos asientos que estaban vacíos.

—Gracias —dijo el niño—. Me llamo Nick, pero mis amigos me dicen Sapnap, ¿y tú?

—Yo soy Clay, pero la gente cool me llama Dream.

—¿Quieres ser mi amigo?

—Sí. ¿Tú también vas a primero de primaria?

—Sí.

Lamentablemente terminaron en clases distintas y solo podían verse en el recreo. Al menos la visión que Sapnap tenía de él era de un héroe y no de alguien tonto.

Se sentó en uno de los asientos de adelante, ya que había visto videos donde decían que ahí se sentaban los inteligentes. Al lado suyo había un niño muy callado, pensó en hablarle, pero le daba miedo porque ni siquiera se movía, era como si no estuvieran con vida.

—¡Buenos días, clase! —saludó su profesor—. Bienvenidos a su primer día de escuela. Soy su profesor que les va a acompañar todo el año. Espero que hayan venido con muchas ganas de estudiar.

A Dream le agradó su nuevo profesor desde el primer segundo. Era muy alegre y atento con todos. Les regaló a cada uno una golosina, cosa que ningún maestro había hecho antes con él.

—Entonces cómo es el primer día creo que vamos a ver en qué nivel están. ¿Qué tal les va con las sumas?

—¡Bien! —gritó la mayoría, Dream notó que el niño de al lado no había dicho nada, seguro él era muy tonto.

—Para responder van a levantar la mano, ¿bien? ¿Cuánto es dos más dos?

Dream sabía la respuesta, por lo que levantó la mano rápidamente para mostrarles a todos lo inteligente que era, sin embargo, una voz fue tan rápida como su mano.

—Cuatro —respondió un niño.

Dream volteó en dirección de la voz con completo odio y vio al niño callado que ni siquiera había levantado la mano.

—¡Muy bien, George! Toma un caramelo.

La sangre le hirvió por la ira y se abalanzó contra el niño para quitarle el caramelo. Ese caramelo era suyo. Él había sido justo y levantó la mano como había indicado el profesor.

En su primer día de clases terminó en dirección. Llamaron a sus padres. Ahora todos lo conocían como el niño que no se podía controlar. Todo por culpa George. Eso no se iba a quedar ahí.

UN GRAN IDIOTA [Dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora