UN GRAN IDIOTA [Dreamnotfound]

Capítulo 24

Regresar a clases después de lo tranquilas que habían sido las vacaciones fue lo peor para George. Tenía que verle la cara a ese degenerado que aparentaba ser buena persona, cuando en realidad era todo lo contrario.

Dream le había dicho varias veces que se lo dijera a sus padres. George siempre le respondía diciendo que se los diría para que dejara de insistir, pero nunca lo hacía. Su madre solía trabajar hasta tarde y a su padre poco le importaba su vida.

—¿Ya les dijiste?

—Aún no.

—¿Cuándo se los vas a decir?

—No lo sé, Dream. Igual no fue para tanto.

—Tal vez contigo no fue para tanto, ¿pero y si le hiciera algo a alguien más?

George suspira cansado. Desde que entraron a clases, la conversación siempre se ha girado hacia ese tema.

—¿Por qué no les dices tú a tus padres? Seguramente ellos sí hacen algo. Además puedes quejarte que no te deja participar en clase.

—Bien, se los diré yo, pero creo que también deberías decirles tú.

—No es necesario.

...

Llegar a casa es como llegar a una casa abandonada. Nora se había ido de vuelta. Su padre llegaba unas horas más tarde y su madre no aparecía hasta altas horas de la noche porque se quedaba de guardia en el hospital.

Nunca se quejaba por la ausencia de su madre, aunque muchas veces deseaba verla más seguido.

Cuando ve llegar a su padre se siente un poco nervioso. Últimamente no lo estaba tratando tan mal como de costumbre, es mas, ni siquiera hablaban. Así que creyó que era la oportunidad para decírselo. Lo hacía más por Dream que por sí mismo. No quería que ese profesor lo reprobara por su culpa.

—Papá, ¿podemos hablar un momento?

—¿Qué quieres?

—Antes de las vacaciones de invierno pasó algo en la preparatoria que olvidé contarte.

Su padre se queda expectante sin decir nada.

—Fui a hablar con mi profesor de ciencias porque estaba siendo injusto con Dream y... Pues... —su cabeza le grita que no llore, que no fue para tanto, que no pasó a mayores. Las lágrimas empiezan a caer.

—¿Y qué? ¿Por qué lloras? —más que preocupación, aquel tono de voz es de amenaza.

—Él —solloza—... Él intentó abusar de mí.

Intenta abrazar a su padre, pero este le da una cachetada.

—¿¡Es que acaso no aprendes!? ¿¡Quieres que te expulsen de nuevo!? ¿¡Acaso no puedes dejar de provocar a tus profesores!?

—¡Yo no lo provoqué! ¿Por qué no estás de mi lado? Soy tu hijo, deberías apoyarme.

—Yo no voy a apoyarte si te comportas así. Eres una vergüenza para toda la familia.

George se seca las lágrimas y sale de la casa.

—¡Por eso no te cuento nada!

Está cansado de lo mismo. Nunca iba a ser suficiente para sus padres. Nunca iba a ser tan inteligente como Nora, ni sacar las mejores calificaciones como ella, ni iba a tener tan buenos amigos como ella, ni mucho menos sería el hijo perfecto como ella. Su padre siempre lo iba a ver como una vergüenza por más que intentara esforzarse. Al menos tenía a Dream, él único, junto a Karl, que notaba sus esfuerzos.