Jimin caminó junto a Jungkook, totalmente sorprendido de los cambios que había en su antiguo hogar, o tal vez, él simplemente no recordaba correctamente como era antes.
Caminando de pasillo en pasillo, en el lado central del castillo, habían puertas tras puertas hasta llegar hasta casi al fondo del lugar, ambos se detuvieron frente a una gran puerta de color blanco.
-Hemos llegado Jimin.-dijo Jungkook abriendo la puerta de la habitación.-Pasa, por favor.
Jimin no esperó ningún segundo más, se adentró a aquella inmensa habitación, lo primero que le atrajo completamente fue la cama tamaño king cubierta por una cantidad de almohadas de todos los tamaños en color dorado sobre un cubrecama de color rosa pastel. La habitación contaba con una pequeña terraza al lado izquierdo junto a lo que parecía ser el armario mientras que al lado derecho tenía un tocador y lo que suponía una pequeña puerta hacia el baño personal.
No recordaba que su habitación fuera así de grande.
-¿Tienes hambre?-le preguntó Jungkook aun en el umbral de la puerta.-Puedo pedirle a nuestro chef que te prepare tu platillo favorito ¿sigue siendo la costilla de cerdo en barbacoa?
Jimin le observó extrañado y preguntándose cómo es que sabía eso el pelinegro pero el hambre se apoderó al instante de su sistema.
-Si, por favor. Muero de hambre.-pidió con una sonrisa ¿hacía cuánto que no comía cerdo? Lo disfrutaría completamente.-Y un jugo de naranja si es posible ¿Puedo tomar una ducha mientras tanto?
Jungkook asintió al instante mientras que con su mano señalaba hacia la puerta del lado derecho.
-Tómate el tiempo que necesites, haré que te traigan la comida para que estés cómodo, no creo que puedas hablar mucho con el alfa Chanyeol hasta mañana así que, cualquier cosa que necesites, estoy a tu disposición.-respondió con respeto Jungkook.
Jimin parpadeó al instante, teniendo una idea.
-Entonces, antes de que te vayas, acércate. Por favor
Jungkook se acercó al instante, teniendo una distancia prudente, Jimin dando pasos firmes cerró aquella distancia haciendo que el pelinegro se pusiera nervioso.
Tomando la iniciativa tomó las solapas del traje de Jungkook y poniéndose de puntitas le besó, no como en el auto sino más bien con más tranquilidad. Eran apenas roces que el pelinegro dudaba en corresponder pero que luego de unos segundos los aceptaba.
-Jamás pensé que te encontraría, alfa.-murmuró Jimin contra los labios del pelinegro.-Pero aquí estás y estoy agradecido de que fueras tú el que me haya sacado de ese horrible lugar, por favor acéptame.
Jungkook le observaba atento, Jimin no podía descifrar lo que su mirada le transmitía, pero lucía demasiado serio para ser algo bueno. Un par de segundos después Jungkook suspiró pesadamente dando un paso atrás.
-Dúchate y ponte algo cómodo, traeré tu comida personalmente.-dijo Jungkook.-Tenemos que hablar, tu hermano me pidió que no dijera nada porque lo haría él pero esto es muy importante que lo sepas.
-¿Qué sucede? La comida puede esperar.-respondió al instante Jimin sintiéndose rechazado.-Si es tan importante ¡dímelo ahora!
Jungkook negó con pesar y se encaminó hacia la puerta.
-Prefiero que te relajes y comas algo primero, volveré en seguida.
***************
Jimin se observó fijamente en el gran espejo que estaba colgado en su gran armario, su reflejo cansado era lo que mayormente podía admirar al instante aun después de aquella merecida ducha de media hora bajo la tibia agua.

ESTÁS LEYENDO
HERO
Fiksi PenggemarPark Jimin llevaba prácticamente una vida encerrado en aquel burdel de mala muerte, siendo obligado a prostituirse para sobrevivir. Una subasta podría ser la única opción para salvarse y sólo esperaba que aquel pelinegro de facciones masculinas fuer...