Six

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Aunque Jimin realmente no había dormido más que tres o cuatro horas al día su cuerpo se obligó a despertarse temprano al día siguiente.

Jungkook y él se habían besado solo un poco más bajo las sábanas y el alfa le había prestado ropa para dormir, hablaron sobre el trabajo de Jungkook, había sido toda una odisea atrapar a aquellos roges que habían estado atacando a ciertas familias en el norte de la manada y tuvo que restaurar ciertas casas con ayuda de otros alfas y betas.

Cayeron dormidos rápido, en posición de cuchara justo como habían despertado al día siguiente.

Jimin apoyó su codo una vez que quedó frente a Jungkook quien seguía plácidamente dormido, sonrió sin poder evitarlo y es que Jungkook era hermoso, no importaba cuantas veces le viera el podría pasar horas admirándolo y no se aburriría nunca.

Es nuestro.-murmuró su lobo igual de embelesado que él.-Ni siquiera tu hermano podrá quitárnoslo.

Jimin rió, en los pasados días no había tenido más que unas cuantas palabras de parte de su lobo pero ahora parecía completamente comunicativo al estar Jungkook presente.

Besó su mejilla justo cuando la puerta de la habitación era abierta, por un momento pensó que se trataba de su hermano pero pudo volver a respirar tranquilo al ver el omega frente a él.

-Jinnie.-dijo con una sonrisa risueña.-Buenos días.

El omega alto y castaño sonrió al instante, su mirada viajando del pelinegro dormido al del rubio.

-Buenos días, tenía la esperanza de que alguno de ustedes estuviera despierto.-dijo con honestidad.-Aunque esperaba que fuera Jungkook porque tu no has dormido lo suficiente.

Jimin rió, cuando le presentaron a Seokjin el omega había sido demasiado formal y nervioso, Jungkook le había dicho antes de marcharse que se llevarían bien así que hizo su esfuerzo en hablar con él y supo que no se equivocaba, al pasar los días conoció la personalidad divertida y maternal del omega, todas las mañanas le acompañaba en el desayuno con permiso de su hermano y le cuidaba y ayudaba en lo que necesitara al igual que Baekhyun.

-Tenía que asegurarme que estuviera cuando despertara.-fue lo que pudo responder perdiendo su mirada de nuevo en el pelinegro.-No podía arriesgarme.

La sonrisa de Seokjin se ensanchó con ternura y un poco de melancolía.

-Entiendo ¿traigo el desayuno?-preguntó mientras se cruzaba de brazos.

-Si, para los dos, por favor.-pidió Jimin.

-Por supuesto ¿Qué te parecen unos huevos benedictinos?

Jimin se encogió de hombros con una sonrisa avergonzada.

-No se lo que son pero, porque no.-respondió.

Seokjin rió mientras salía de la habitación.

-Te encantarán.-le aseguró.-Vendré en una hora puedes dormir más mientras tanto.

Jimin asintió observando como la puerta era cerrada, se recostó de nuevo contra el pecho del pelinegro y suspiró dejando que el sueño le envolviera.

Al par de minutos la puerta fue abierta de nuevo y otro omega entró, Baekhyun no quería destruir la paz que se sentía en la habitación pero le habían mandado a por Jungkook.

Caminó hacia el lado de la cama donde se encontraba el pelinegro y con su dedo índice picó la mejilla del hombre, no tenía idea de cómo despertarlo así que solo se dedicó a tocar con su dedo el rostro de Jungkook. Cuando vio que el pelinegro empezaba a moverse supo que su táctica estaba funcionando, Jungkook frunció las cejas para luego abrir los ojos.

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