Eleven

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Jungkook sostuvo su cabeza entre ambos brazos mientras apoyaba sus codos en sus muslos, sentado en su cama y rodeado del aroma de Jimin.

Su puerta está cerrada con llave y esperaba que nadie le molestara por lo menos por una semana.

La conversación que tuvo temprano con Chanyeol le martillaba cada parte de su cuerpo mientras que su lobo se lamentaba en silencio.

Chanyeol le había dado tantas razones por las que él no podía estar junto a Jimin y todas las había tomado en serio. Independientemente a su olor y a falta de algún hecho para probar lo contrario, él era un beta.

Un beta podía tener un lazo real con el lobo que lo había transformado, si había sido un alfa, el lazo era entre él y si se le era permitido, con el omega del alfa o con un humano. Su lobo, aunque aceptaba a Jimin, jamás podría conectarse a el de él , no podrían comunicarse y cuando Jimin entrara en celo, aun si fuera él su pareja, buscaría a un "verdadero" alfa por protección y satisfacción.

Jungkook no sabía lo que era un celo porque simplemente un beta no padecía de aquello en ningún momento y eran indiferentes al celo de los demás.

Para empeorar su situación, él nunca se había transformado, así que si volviera a ocurrir algún tipo de ataque por parte de otros hombres lobos, Jungkook no podría salvarle, así como había pasado con Chanyeol que no pudo hacer mucho ni por el mismo.

-No puedo confiarte de esa forma la vida de mi hermano.-había dicho Chanyeol.-Sé de lo que eres capaz y no importa cuanto trate de convencerme en que ustedes pueden funcionar juntos, siempre temeré de que salgan heridos.

Y aunque Jungkook había mejorado su defensa personal y el uso de alguna que otra arma, los lobos eran impredecibles, eran mucho más veloces y ágiles que él y aunque su fuerza había aumentado, no sabía si sería capaz de ganar en una pelea cuerpo a cuerpo con uno de ellos.

-La verdad es que, aun siendo un humano o un beta, yo no apoyaría su relación porque simplemente no son compatibles.-había dicho Chanyeol para finalizar con la discusión que habían tenido.-Yo ya no dire nada, tu sabrás lo que es mejor para ambos pero piensa bien tu decisión. Si escoges quedarte con Jimin y algún día le pasa algo, serás el primero que culparé.

Eso era lo menos que quería Jungkook, hacerle daño a alguien tan hermoso y preciado como lo era Jimin pero ¿no le haría más daño alejándose?

Jungkook sobó con fuerza su cara, debía dejar de engañarse, tal vez ahora Jimin le odiaría pero si las cosas eran como Chanyeol decía y Jungkook realmente no era para Jimin, ese dolor y odio solo sería por algún tiempo, hasta que llegara el alfa que podría protegerlo de todo, que tendría una conexión con su lobo, con quien podría pasar su celo y que por supuesto, que le de una marca de aceptación.

El pelinegro no estaba seguro de cuanto tiempo paso en la misma postura, tratando de comunicarse con su lobo pero Hyunwoo no parecía querer cooperar, odiaba su silencio en aquellas situaciones que más lo necesitaba pero Jungkook lo entendía, su lobo debía de estar igual de destrozado que él y sin saber cómo reaccionar correctamente a la situación.

Jadeó mientras cerraba los ojos con fuerza, aquel dulce aroma estaba llegando a él y todavía no se perdonaba por haber dejado a Jimin de aquella forma hace unos minutos. La puerta de su habitación empezó a ser forcejeada y Jungkook pegó su mirada a ella.

-Ju-Jungkook.-escuchó a Jimin hablar, con la voz entrecortada.-Sé qu-que estás a-ahí, a-ábreme por favor.

Su corazón se estrujó mientras trataba de ser fuerte, prefería que le odiara ahora a no darle el futuro que él esperaba, se condenaría él solo luego por ser un cobarde.

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