Thirty nine

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Jimin no estaba del todo seguro de la hora que era cuando despertó, tampoco le tomó tanta importancia en un principio al estar rodeado de la calidez de su alfa, pero algo se sentía extraño, algo no estaba bien.

No quiso moverse, ni mucho menos levantarse, aquella extraña sensación le había petrificado y asustado.

Sus ojos se encontraban abiertos, no podía ver nada ante la oscuridad que le rodeaba y eso empeoraba la situación.

-Jungkook.-susurró.

No obtuvo respuesta y Jimin se asustó más, apegó su oreja al pecho del alfa y suspiró aliviado al escuchar los latidos de su corazón. Entonces empezó a agitarlo un poco para lograr que despertara.

-Jungkook.-dijo, alzando un poco la voz.-Alfa Jungkook.

Sintió como se tensaba y se quejaba un poco.

-¿Qué sucede, cielo?-preguntó con la voz ronca.-¿Quieres más chocolate?

Jimin trató de no alterarse, sentía que lloraría en cualquier momento.

-A-Alfa...-murmuró con la voz quebrada.

Jungkook entonces trató de levantarse, pero Jimin no le soltó.

-N-No, quédate conmigo, por favor.-pidió.-Tengo miedo, algo está pasando.

Lo sintió tensarse de nuevo de inmediato y le abrazó con fuerza.

Todo estaba silencioso, demasiado silencioso, pero traía consigo una tensión aplastante.

-Bebé, déjame ir a revisar.-pidió Jungkook.

-No, por favor, no vayas.-rogó y empezó a llorar sin poder evitarlo.

Jungkook trató de calmarlo, acariciando su espalda y besando su cabeza, Jimin no podía dejar de llorar, tenía miedo, no sabía si realmente estaba pasando algo o no, pero solo podía escuchar que su mente y corazón gritaban peligro, su lobo estaba de igual forma inquieto.

-Déjame siquiera poner llave a la puerta, para que nadie entre.-dijo y Jimin hipó.

Si entraban, iban a matarlos, pero no quería que Jungkook se alejara de él.

-Lo haré rápido.-volvió a susurrar.

Jimin no tuvo oportunidad para negarse, Jungkook fue más rápido y se deslizó lejos de su cuerpo, Jimin quiso ir tras de él, pero se congeló al escuchar pasos fuera de la habitación y luego la puerta siendo abierta.

-¿Jimin, Jungkook?-susurró una vez que para alivio de Jimin, se trataba de Chanyeol.

-Chanyeol.-dijo Jimin al instante.

-Shh, pueden escucharnos, han entrado al castillo, no sé que es lo que buscan, pero Namjoon ya está investigando.

Jimin llevó sus manos a su pecho, entonces si había alguien.

-Necesitamos esconder a los omegas, logré traer a Baekhyun y Seokjin, necesito que se queden aquí mientras que Namjoon prepara las camionetas y así sacar a todos los omegas de aquí.-volvió a hablar Chanyeol.

-No entiendo ¿Cómo es que entraron? ¿Quiénes son? ¿Cuántos son?-preguntó Jungkook alterado.

Hubo movimiento dentro del cuarto, el sonido del pestillo de la puerta siendo cerrada y luego, Jimin pudo ver un poco, Chanyeol había retirado unos centímetros la cortina al lado derecho del cuarto.

-No tengo idea de quiénes son, ni cuantos, pero me hago una idea. Alguien los dejó entrar, es la única forma, Namjoon suele hacer vigía en la noche y logró ver como uno de los atacantes mataba a uno de mis hombres y me llegó a avisar.

-Hay que hacer algo entonces.-dijo en un tono severo Jungkook.-Hay que alertar a todos y atrapar a los intrusos.

-No es así de fácil, no quiero hacer un escándalo sobre esto, Namjoon se está encargando por ahora. Mientras tanto, ustedes vístanse y prepárense, no podemos quedarnos aquí por mucho tiempo.

Jungkook suspiró, pero caminó hacia el ropero para sacar ropa tanto de él, como de Jimin.

Jimin todavía estaba congelado en su lugar, preocupado por Jungkook, su bebé, por todos ¿Qué debía hacer? ¿Cómo protegería a su hijo?

Una mano en su hombro le asustó, pero logró evitar que algún grito saliera. Observó entonces al dueño de la mano, encontrando el rostro de Baekhyun.

-Tranquilo, Jimin.-dijo éste en un tono suave.-Estaremos bien.

Jimin hizo una mueca, esperaba que fuera así, quien sabía cuántas personas no estaban ya muertas dentro del castillo.

-Cariño, ponte ropa.-dijo Jungkook cerca de él, extendiéndole unos pantalones y calcetines.

Con las manos temblorosas, Jimin aceptó la ropa para empezar a ponerla con torpeza, nadie le veía probablemente perdidos en sus pensamientos.

-Hay que salir ya.-habló por primera vez Seokjin.-Tenemos que encontrar a Yoongi, bebe estar muy asustado sin Namjoon, no quiero que le pase nada.

-No podemos, hay que esperar por Namjoon, él nos informará cuando el transporte esté listo para ustedes.

-P-Pero Yoongi...-murmuró Seokjin.

-Entiendo que quieras ir, pero todavía no es seguro.-habló de nuevo Chanyeol.

Seokjin bajó la mirada y no dijo más nada.

Jimin cerró los ojos y esperó que estuviera bien.

Se hizo el silencio otra vez, aunque esta vez, Jimin lograba escuchar alguno que otro grito a la lejanía, Jungkook volvió a su lugar, atrayéndolo a su cuerpo, pero ni eso lograba calmarlo.

-Jimin.-susurró contra su oreja.-Quiero que mantengas la calma, mi amor, recuerda que puede hacerle daño al bebé.

Jimin cerró los ojos y trató de calmarse, no quería que algo le pasara al bebé por su culpa.

-Lo siento.-murmuró.

-No tienes que disculparte, recuerda que yo voy a protegerte, voy a protegerlos. No dejaré que nada les pase.-aseguró Jungkook.

Nuevas lágrimas se deslizaron de sus ojos ¿Por qué estaba pasando todo eso? Él no quería morir, tampoco quería que su alfa, su bebé ni nadie del castillo muriera.

-Jungkook.-llamó Chanyeol.-¿Tienes armas aquí?

-Si, tengo algunos.-respondió de inmediato Jungkook.

-De acuerdo, debemos estar listos, ya no puedo esperar más, con o sin transporte los sacaré del castillo.

-Entendido.-dijo Jungkook.

Aunque quiso aferrarse a él, Jungkook se deslizó de sus brazos y Jimin dejó que sus lágrimas salieran libres, no siendo capaz de retenerlas.

Mientras tanto, Jungkook sacó el último cajón del otro armario que tenía cerca del estante de libros a la izquierda, llevó el cajón hacia Chanyeol, mostrándole las armas que tenía dentro, cuatro pistolas y cuchillas.

-De acuerdo, tomaré el revólver, sabes que no soy tan bueno disparando, logré traer mi espada y si es necesario, voy a transformarme para arrancarles el cuello a quienes han osado entrar y matar a mis hombres.

Jungkook asintió y de igual forma tomó una junto a los cartuchos y una cuchilla, él también tenía una espada que aunque llevaba un tiempo sin usarla, estaba lista para derramar sangre.

-Yo también quiero un arma.-habló Seokjin, caminando hacia ellos.

Chanyeol y Jungkook intercambiaron miradas, no sabiendo si sería buena idea, pero mientras más ayuda, mejor.

-¿Sabes usar una?-preguntó Jungkook mientras se la extendía.

-Algo así.-respondió.-Pero no fallaré en mis tiros, ya viví esto una vez y no me quedaré de brazos cruzados de nuevo, ésta vez defenderé al castillo y a mi manada.

Jungkook sonrió ante la determinación del omega y asintió.

-Muy bien, entonces hay que movernos de una vez.-dijo Chanyeol.-Vamos a salir de aquí.

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