Ten

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Jungkook observaba como el rubio dormía plácidamente a su lado, luego de una larga noche siendo el centro de atención junto a Baekhyun lo había dejado exhausto y apenas los invitados se habían ido el rubio había corrido a su habitación, tomado una ducha, se vistió solo con una de sus camisetas de manga larga y había caído en un profundo sueño sobre su cama.

Jungkook no pudo replicar en ningún momento y así es como habían terminado ambos en su cama, con Jimin abrazado a su cuerpo con una linda cara de satisfacción por el simple hecho de estar entre sus brazos. Jungkook quisiera hacer lo mismo, dormir de una vez pero no podía.

Las palabras de la omega de Junmyeon rondaban su cabeza y habían encendido una alerta en todo su ser, no lo demostró en un ningún momento luego del arrebato en la mesa pero estaba furioso, furioso ante la idea de que alguien apareciera y "tomara la mano de Jimin" su lobo le había dado una explícita descripción de lo que le pasaría a ese individuo y de cómo le patearia el trasero si lo permitía, no estaba seguro de cómo podría hacer aquello pero de todas formas mejor no averiguarlo.

Su mano trazó la curvatura del cuello de Jimin mientras recordaba las palabras de Taeyeon "Deberás marcarlo si no quieres que otro alfa te lo robe"

¿Era esa la única salida? ¿Una mordida? Él todavía no estaba familiarizado con muchas cosas cotidianas de los hombres lobo, es más, había cosas que nunca había experimentado.

Como la transformación de hombre a lobo o que éste tomara su cuerpo y el color en sus ojos cambiara. Tampoco sabe de lo que trata un celo.

Jungkook era alguien tranquilo y nunca dejaba que sus emociones le sobrellevaran pero fue tan difícil detenerse a sí mismo cuando volvió a encontrar a Jimin.

De repente se sentía posesivo y territorial, el tiempo lejos de él lo habían vuelto hasta paranoico y no había visto el día en el que por fin volviera.

Se inclinó hacia el cuello de Jimin, rozando solo un poco la nariz con la suave piel del rubio, Jimin olía tan bien, no era un aroma que antes había conocido y eso que desde su transformación su olfato había mejorado y reconocía aromas que ni siquiera sabía que existían.

-Maldición Jeon.

Jungkook se alejó asustado ante la repentina interrupción ¿en qué momento había empezado a besar el cuello de Jimin?

Aunque no era eso lo importante en esos momentos, casi al instante en el que se alejó volvió a cubrir el cuerpo del rubio con el suyo, protegiéndolo mientras le gruñía a quien se atrevió a entrar a su habitación, aún habiendo reconocido la voz de Chanyeol.

El más alto bufo mientras se cruzaba de brazos y fulminaba con la mirada al pelinegro.

-¿Todavía te atreves a gruñirme?-le cuestionó.

-¿Necesitas algo?-preguntó ahora Jungkook procurando no ser tosco y se sentó sobre el colchón.

-Fui a la habitación de mi hermanito para ver que estuviera bien pero resulta que a unos metros de su habitación había un apestoso olor a feromonas hormonales.-respondió con seriedad Chanyeol.-Solo para confirmar lo que me sospechaba entré y no lo encontré. Ahora vine aquí y te encuentro invadiendo su espacio personal ¿Puedes explicarme que está haciendo Jimin aquí?

Jungkook hizo una mueca, dentro de él, su lobo se mantenía en alerta.

-¿Dormir?-respondió pero sonó más como otra pregunta.

Chanyeol rodó los ojos.

-Vaya, si no me dices no me doy cuenta.-dijo irónico.

-Escucha, Chanyeol. - murmuró Jungkook. - Realmente no quiero discutir contigo.

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