Twenty one

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Jimin se disponía a retirar las cuerdas de los brazos de Jungkook cuando una idea vino a él, sus ojos observaron a Jungkook y una sonrisa traviesa se formó en su rostro.

-Alfa, antes de liberarte me gustaría hacer algo.-dijo Jimin moviéndose dentro de la cama hasta hacerse espacio entre las piernas del pelinegro.

-¿Qué...? No, Jimin no lo hagas.-dijo cuando las pequeñas manos del omega llegaron al botón de su pantalón.

Jimin no hizo caso y aun ante las pataletas del pelinegro logró bajar sus pantalones, liberando también sus feromonas dulces para que el alfa no se resistiera tanto.

-Escucha, cielo yo entiendo, entiendo que será inevitable pero yo esperaba que el primer día fuera tranquilo, tu y yo acostados lo que queda del día, estas haciendo que los supresores dejen de funcionar.-murmuró de nuevo Jungkook con la mandíbula apretada.

Jimin negó y antes de bajar aquel bóxer negro se acercó al rostro de Jungkook y con sus dientes jaloneó su labio inferior para luego besarlo con lentitud, la lengua de Jimin hizo su camino en la cavidad bucal de Jungkook, explorando todo su alrededor, gimió fascinado ante el olor masculino que desprendía su alfa y estuvo tentado en ir más lejos todavía y montarlo de una vez.

-Te gustará, alfa.-aseguró con la voz ronca Jimin rozando sus labios contra los finos de Jungkook.-Luego no querrás parar, lo sé.

Y Jungkook también lo sabía pero aun así le atemorizaba ser demasiado rudo con su omega.

Tragando saliva, el pelinegro observó como el omega descendía de nuevo hasta llegar a su entrepierna, gimió cuando Jimin masajeó su erecto pene por sobre la tela, su respiración se aceleró a tal punto que había empezado a hiperventilar.

-Jimin, no juegues tanto.-ordenó con la mandíbula tensa.

Jimin terminó por fin de bajar el apretado bóxer y su boca se hizo agua al ver el tamaño del pene de Jungkook, lo tomó con ambas manos abarcando casi todo el grueso y largo falo y sin esperar más, se llevó el glande a la boca saboreando el líquido preseminal en él.

A Jimin no le sorprendía ver que su alfa estuviera ya al límite, ya que aun con o sin pastillas, su cuerpo sabía perfectamente lo que necesitaba, liberación.

Su lengua trazó cada vena que se apreciaba en el tronco hasta llegar a los testículos en donde dejó leves succiones y lamidas. Hizo su camino de regreso al glande y trató de meterse todo a la boca en una suave succión.

-Maldición.-gruñó Jungkook y sus caderas se alzaron sin poder evitarlo.-Tan bueno, bebé.

Jimin gimió ante las palabras de Jungkook y su lengua giró alrededor del pene mientras que con sus manos masajeaba los testículos tensos, los gemidos guturales de Jungkook le estimulaban queriendo hacerlo perfecto para su alfa.

-Y-Yo no aguantaré mucho, cielo.-gimió Jungkook y ante la tensión en su cuerpo y bruscos movimientos terminó rompiendo una de sus ataduras.-Joder...

La mano que logró soltarse viajó al cabello castaño de Jimin dando suaves caricias mientras que sus ojos apreciaban la obra de arte que era su omega, sus ojos cerrados, mejillas sonrojadas y sus apetecibles labios gruesos, aquella imagen jamás se iría de la memoria de Jungkook.

Los labios de Jimin generaron mayor presión en la erección de Jungkook, buscando la liberación de su alfa, su boca hizo un recorrido de arriba hacia abajo hasta que por fin aquel líquido salado llegó a su paladar, Jimin tragó todo lo que se le dio dando una lenta lamida alrededor del glande. Buscó los ojos de Jungkook queriendo encontrar su aprobación pero el pelinegro se encontraba con los ojos cerrados y con su brazo sobre la frente.

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