-Jungkookie... De-Déjame cocinar.-pidió Jimin entre jadeos.
Ya era de noche y Jimin había logrado que le enviaran comestibles para que pudiera cocinarle algo a su alfa. Luego de unas buenas y largas cesiones de sexo el pelinegro había quedado rendido sobre la cama mientras que dejó al omega deliciosamente adolorido.
Jimin pensó que Jungkook dormiría el tiempo suficiente para que él preparara algo decente pero no tardó ni una hora para acercarse entre gruñidos hasta él y tratando de tironear su pantalón.
Jungkook volvió a gruñirle mientras ahora molía su erección contra su culo. Jimin mordió su labio inferior mientras soltaba el cuchillo con el que cortaba en rodajas el tomate, gimió ladeando la cabeza cuando los labios del pelinegro buscaron su marca.
Menos mal y no había encendido todavía la cocina, todo apuntaba a que no podrían comer todavía.
La mano de Jungkook descendió desde su estómago hasta introducirse bajo la tela de su pantalón y bóxer hasta llegar a su necesitado pene, cerró los ojos apretando sus manos en el bordillo del mueble y jadeó extasiado ante el apretón que le dio el Pelinegro mientras se restregaba contra su trasero.
-Alfa.-gimió Jimin pegando más su trasero a la erección de Jungkook, con las manos temblorosas desabotonó su pantalón para que Jungkook pudiera bajarlo sin problema alguno al igual que su ropa interior.
Fue cuestión de segundos para que Jimin sintiera el pene de Jungkook entre sus glúteos sin introducirse realmente, su cuerpo se tensó en anticipación y trató de nivelar su respiración, mordió su labio inferior cuando la mano de su alfa empezó a masturbarle con más ahínco.
Sin poder evitarlo un grito lleno de placer se escapó de sus labios hinchados cuando sin previo aviso el alfa se introdujo por completo en su interior y sin darle tiempo el alfa comenzó con un vaivén rápido y profundo.
Las piernas de Jimin temblaron, amenazando con caer en algún momento y de un momento a otro, la mano que le masturbaba le sostuvo firme contra el mueble y cada estocada se volvía más firme hasta llegar a su punto dulce.
-¡Jungkook! Si por favor, alfa.-gimió Jimin.-M-Más...
-Jimin.-murmuró en voz baja Jungkook contra su oreja mientras le empotraba contra el mueble.-Mi omega, mío.
Jimin lloriqueó apoyando su cabeza contra el hombro del alfa, empezaba a hiperventilar y una capa de sudor cubría ya su cuerpo.
Pudo sentir el preciso momento en el nudo empezaba a engrosarse en la parte baja del pene del alfa.
El orgasmo empezaba a desarrollarse en su vientre pero no quería correrse hasta que su alfa estuviera anudado y llenándolo de su esperma.
-Alfaaa, y-yo...-odiaba no poder hablar correctamente, su cerebro se había apagado y solo le mantenía en pie la necesidad de ser llenado y el placer que le brindaba su alfa.
Jungkook gimió de manera larga y profunda, dio unas últimas estocadas antes de poder correrse junto a su omega. Se dejó caer con cuidado contra la espalda de Jimin mientras trataba de recobrar el aliento.
Pasaron unos cuantos minutos y ellos seguían en la misma posición, sin poder moverse debido al nudo que les unía.
-Lo siento.-susurró Jungkook.
Jimin rió, le parecía tan tierno, cada vez que su alfa recobraba el control en sí, luego de correrse se disculpaba, asustado de haberle lastimado en algún momento.
-Estoy bien, amor.-murmuró Jimin tocando suavemente los brazos del pelinegro.
-Creo que sería mejor que tomara esas pastillas, puedo controlarme mejor con ellas.-dijo y su voz salió adormilada.
-Bueno, tendremos que esperar hasta que tu nudo desaparezca.-dijo juguetón Jimin y se apretó alrededor del falo de su alfa, gimiendo.
-N-No hagas eso, Jimin. Luego no puedo controlarme.-pidió Jungkook sujetando sus caderas con fuerza.
-No necesitas controlarte conmigo, soy tu omega, Ggukie y haré lo que sea por ti.
Jungkook recostó su cabeza contra el hombro del omega y una extraña melancolía invadió la conexión entre ambos, inquietando tanto a Jimin como a su lobo.
-¿A-Alfa?-le llamó con la voz tensa.
Jungkook separó su rostro sólo para poder besar la marca que dejó sus colmillos en la suave piel de Jimin.
-Sigo pensando que no te merezco, Jimin. Eres el omega perfecto y cualquiera moriría por tenerte, quiero ser egoísta y mantenerte a mi lado por siempre, solo espero que nunca te arrepientas de mi, de darme esta oportunidad.
Jimin pudo detectar la tristeza y dolor en su alfa, gimoteo siendo invadido con aquellos sentimientos y quiso girarse para abrazarlo y besarlo pero no podía.
-Te amo, Jungkook, siempre has sido el único para mi y eso nunca cambiará, jamás me arrepentiría de ti.
Jungkook le besó la nuca con dulzura, su conexión entonces se volvió estable y llena de amor, tranquilizando a su lobo.
-A penas está mierda del celo se vaya voy a demostrarte que puedo ser el mejor alfa, me haré más fuerte por ti y averiguaré como puedo lograr transformarme, así podré protegerte siempre.
Jimin rodó los ojos con una sonrisa tonta, su alfa ya era el mejor para él, era más que perfecto pero iba a dejarle hacer lo quería.
-lo que tu quieras, mi alfa.-murmuró.-Yo ya te considero mi héroe pero si no es suficiente para ti, lo entiendo, yo te apoyaré entonces.
Esta vez Jungkook le besó justo sobre su oreja izquierda causándole un leve cosquilleo.
-Mi dulce Jimin, voy a protegerte con mi vida, nada volverá a pasarte.-susurró con seguridad.
Jimin sonrió con los ojos cristalizados, lo supo desde el momento en que lo vio en la subasta, todo en él le gritaba protección y amor.
-Lo sé, alfa, confío en ti.-le aseguró.-Nada nos pasará si estamos juntos.
Jungkook hizo un pequeño sonido estando de acuerdo.
******
Luego de unos minutos en silencio, Jungkook alzó con cuidado a Jimin y a pasos lentos los llevó a ambos hasta la cama para estar más cómodos.Estando ahí, acostados de lado en posición de cuchara, Jungkook se dedicó a dar mimos al omega hasta que éste se quedó dormido.
Con su cabeza apoyada en la palma de su mano, admiró al omega que la diosa Luna decidió brindarle, Jungkook nunca creyó en ella más que todo porque antes no tenía nada que ver con él pero las cosas eran diferentes ahora.
Jungkook tenía nuevas razones para convertirse en lo que se supone era, un alfa, no un beta que se mantenía tras las sombras de cualquier alfa.
Ahora él tenía a su pareja destinada y lo protegería de cualquiera que intentase hacerle daño.
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HERO
FanfictionPark Jimin llevaba prácticamente una vida encerrado en aquel burdel de mala muerte, siendo obligado a prostituirse para sobrevivir. Una subasta podría ser la única opción para salvarse y sólo esperaba que aquel pelinegro de facciones masculinas fuer...