Capítulo 12

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Jueves.

—Ya no puedo más con esto- Mitsuri se desplomó sobre su pupitre, era su penúltimo día de examenes, hasta ahora lo estaban haciendo bien como siempre y sus calificaciones se mantenían- ¡Shinobu, necesito urgentemente que esto acabe ya!

—No puedo hacer nada por ello. Vamos, sólo queda el examen de mañana, no es tan malo.

—Estudiar es aburrido, y que hayan suspendido las actividades del club tampoco ayuda mucho. No hemos podido pasar mucho tiempo con Iguro-senpai ni los gemelos.

—Deja de lloriquear Mitsuri, sólo es una semana.

A nadie le gustaban los exámenes. Era fastidioso tener que repasar lo aprendido en clase, pero ya habían pasado el examen más difícil que fue el de cálculo, Shinobu obtuvo de nuevo la calificación más alta, seguida por Katō. Mentalmente, también deseaba que acabaran, además de tener que seguir en reposo por su lesión en la rodilla.

—Oi, Kochō, te buscan- una de sus compañeras la llamó para que saliera. Apenas hizo amago de levantarse de su silla cuando vio a Kenma entrando al salón con una caja de dulces entre sus manos.

—Ne ne, Kanbara-senpai, ¿acaso quiere que me den caries?- realmente no tenía quejas sobre ello, pues disfrutaba de las atenciones que había tenido toda la semana del mayor. Aceptó con gusto la caja, seguido de eso, Kenma tomó asiento en el lugar de Murata, que se encontraba de pie.

—Es sólo para alegrar un poco los ánimos. Ya que casi finalizamos el primer período de exámenes, los dulces ayudan al proceso del pensamiento, hacen más rápido el proceso.

—Si no los quieres, puedo comerlos yo, con mucho gusto.

El grupo de amigos se encontraba degustando del regalo, Makomo, Mitsuri y Murata comenzaron una conversación dejando a la pareja hablar entre ellos.

—¿Cómo va tu rodilla?

—Está mucho mejor, ¿lo ve? Ya no está tan inflamada y no duele tanto como antes.

—Pronto dejará de ser una maldita lisiada- Murata no pudo evitar entrometerse, recibiendo un codazo, cortesía de Mitsuri.

—Sólo quisiera que sanara pronto, aunque ya no tengamos que estudiar, no podré volver a los entrenamientos pronto.

—Cierto, el club de atletismo. Bueno, creo que tu recuperación va bien, así que sólo es esperar unos días más- Shinobu desenvolvió una paleta de malvavisco a la par que le ofrecía otra al mayor, este la tomó rozando sutilmente sus dedos, ambos se sonrojaron- Hablando de eso, me preguntaba, ¿te gustaría hacer algo este fin de semana?

—Uh, bueno, senpai, tengo planes con mis amigos este viernes, pero- dejó de escuchar la conversación de sus amigos, seguramente estaban al pendiente de su respuesta. Chismosos- no... no tengo algo que hacer el sábado.

Kenma sonrió, aliviado de no haber sido rechazado. Sus amigos no dijeron nada, sin embargo, estaban muy sorprendidos. Era la primera vez que Shinobu aceptaba una cita. Se repetía mentalmente que no pasaba nada, es decir, se están conociendo, eso era lo que ella quería desde el inicio, y no le parecía un mal tipo. El problema era esa vocecita molesta que sale siempre que está junto a Kanbara, esa que le repite constantemente que él no es, ni será su sensei, pero se las arreglaba para ignorarla.

De todos ahí presentes era la que más estaba consciente de ello, por eso decidió que era mejor seguir adelante. Le daba el beneficio de la duda a lo que sea que vaya a pasar el sábado.

.

—¿Es mi imaginación, o Kochō te ha estado observando mucho últimamente?- se encontraban en la sala de maestros, Sabito, que siempre estaba atento a su entorno, había notado que Kanae miraba insistentemente al pelinegro, pero no le decía nada- ¿Le hiciste algo?

Te quiero, sensei.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora