Cita. Caminata. Luna.
Su despertador sonó a las 10:00 a.m. como cada fin de semana. Salir de la cama era una odisea después de tremenda semana de estrés y la lesión en su rodilla, que ahora estaba mucho mejor. Se levantó al baño, lavó su cara y sus dientes, no se molestó en cambiar su pijama para salir de su cuarto a la cocina, encontrándose con su padre, preparando una taza de café.
—Buenos días mi pequeña mariposa, ¿dormiste bien?
—Buenos días padre, sí, fue reparador.
—Iremos a desayunar a casa de Kanae, así que toma un baño y alístate, ¿de acuerdo? Ah, y por favor, despierta a Kanao.
Tocó la puerta del cuarto de su hermana, ella siempre había tenido una forma extraña de dormir, con su cabello desparramado sobre las almohadas, parte de la cobija en el suelo, de vez en cuando un hilito de saliva, pero siempre abrazando su peluche de mariposa que le habían regalado sus padres.
—Kanao, despierta, iremos a casa de Kanae.
—Hmmm- despertar a la menor era peor que mandarla a dormir. No entendía cómo le hacía para estar lista a tiempo cuando debían ir a la escuela.
—Nada de "hmmm", despierta ya, no hagas esperar a nuestro padre, además, hace hambre.
Y sólo necesitaba escuchar que mencionaban a Gyōmei en la oración para levantarse. Shinobu salió de su habitación dejándola tender su cama para ir a la suya y ducharse. El otoño asomaba sus primeras brisas, así que optó por usar sus jeans, una blusa rosa y su cardigan amarillo; decidió dejar su cabello en una media coleta para poder colocar su distintiva mariposa, aplicó el maquillaje natural de siempre, usando esta vez un rosa suave en los labios, completando su apariencia con sus vans. A veces pensaba que su estilo era algo infantil, pero se sentía cómoda tal cual se vestía.
Al tomar su celular revisó en sus notificaciones los mensajes de Kanbara, diciéndole que la esperaría en el parque de diversiones a las 6:00 p.m. Lo que le recordaba, que aún tenía que decirle a Gyōmei sobre su cita, sólo debía encontrar un buen momento para ello, de preferencia antes de las 6:00.
Pasaron a la panadería de los Kamado, como ya era costumbre de cada fin de semana, saludaron al chico y a sus hermanos, esta vez Kanao no podría quedarse; acordaron escribirse más tatde y salieron del local. Cuando llegaron a la residencia de Shinazugawa fueron recibidos por Genya, el dulce olor a hot cakes inundaba el lugar, la mantequilla derretida, la miel y el café hicieron que ayudaran a poner la mesa rápidamente para empezar a comer pronto.
—¡Gracias por la comida!- Kanae estaba de buen humor como siempre, mucho más relajada después de haber hablado con su hermana. Sanemi sonrió al sentir el ambiente mucho más agradable de lo que había sido en toda la semana.
El almuerzo transcurrió hablando sobre la boda, Kanae había agendado su cita para el vestido de novia, cita a la cuál debían asistir sus hermanas, su padre y Makio, su mejor amiga. Sanemi había hecho berrinches anteriormente por no considerarlo, aún cuando se le explicó que era de mala suerte si la veía con su vestido de novia antes de la boda.
—Por cierto, hmmm, padre- Shinobu jaló tímidamente la manga de su camisa, con un leve sonrojo en sus mejillas y la pena colándose en su voz- Yo, uh, tengo algo que hacer a las 6:00.
—¿Qué es?- era raro que su hija adoptiva tomara esa actitud cuando le memcionaba que tenía planes.
—Tengo... ¿una cita?
Oh, por todos los cielos.
—¿Con quién?
—Es un compañero de la escuela, su nombre es Kenma Kanbara. Iremos al parque de diversiones.
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Te quiero, sensei.
Romance-Tienes 16 años, eres sólo una niña. No sabes lo que quieres. Además, soy tu sensei, 8 años mayor que tú. Esto de ninguna manera podrá estar bien mientras seamos profesor - alumna, la única relación que debemos llevar. -Tomioka-sensei, mis sentimien...