Capítulo 25

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Hablemos, parte II. 


Every step I take— otro trazo sobre la tela— every move I make— ahora a recortar sobre la línea— Every single day, every time I pray, I'll be missing y

—¿No dice "I'll be watching you"?

Kenma dio un brinco sobre su lugar al verse descubierto cantando, volteó hacia la voz de Meiko, que lo miraba desde la entrada del salón. Estaba tan absorto en su tarea de recortar las letras para su puesto en el festival escolar que ni siquiera se dio cuenta cuando los demás habían salido.

—No es esa canción. Es otra que usa el mismo coro, pero no habla de un acosador sino de una persona que extraña a su fallecido.

La chica asintió levemente con la cabeza, acercándose hacia su compañero. Llevaba un vendaje mal hecho en el tobillo derecho, donde se había lesionado durante su entrenamiento, aquel fatídico día en que fue rechazada por su entrenador y profesor de educación física.

—¿Necesitas ayuda?

—¿Tú necesitas algo?— Kenma le conocía desde la secundaria, y sabía que ella usualmente aplicaba el "favor por favor", así que le dio un poco de desconfianza su intento de amabilidad. Ella sonrió al verse descubierta.

—En realidad, sólo quería preguntarte cómo van las cosas con la chica esa, la de primero. ¿Ha habido algún avance?

¿Y por qué?

—No hemos tenido mucho tiempo para salir o esas cosas, pero nos mensajeamos y eso.

—Yo creo que sólo no tendrá tiempo para ti— el chico dejó por un momento su tarea para prestarle atención— la vi con alguien en el almuerzo. A que no te imaginas con quién.

—¿Qué es esto, un chisme? Estoy muy ocupado como para...

—Sensei.

Oh.

Odiaba los festivales, las manualidades nunca fueron lo suyo, no tenía creatividad y se limitaba a seguir las órdenes de aquellos que sabían hacerlo, y eso lo mantenía ocupado. No tenía tiempo para ver lo evidente.

O más bien, de aceptar lo obvio.

—¿Y eso tiene que ver conmigo por...?

—Porque se supone que estás intentando salir con ella, ¿no?

—No tengo por qué darte explicaciones de eso.

—Oh, sé que no. Pero, si me lo preguntas, yo creo que tu rechazo será inminente.

Como el mío, pensó.

—Lo estás diciendo porque sensei te rechazó, pero eso tiene su explicación. Eres su estudiante.

—Un profesor no ve de esa manera a una simple estudiante.

Lo sé.

—Debiste de haberlos visto, parecían una pareja— recordó lo que vio hace unos días por la ventana. Por supuesto que lo sabía, mejor que nadie. Aún así no estaba dispuesto a rendirse, no mientras Shinobu seguía sin decirle directamente que no— No sé, eso no estaba bien.

—Viniendo de ti, suena hipócrita y estúpido. Tú también eres su estudiante y si te hubiese aceptado, ni de broma estarías diciendo esto.

—Puede que mi orgullo esté herido, te concedo eso, pero deberías hacer algo. Nosotros ya somos prácticamente adultos, ¿sabes? Iremos a la universidad en unos meses, ella no. Sigue siendo una niña.

Te quiero, sensei.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora