Capítulo 2

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Tras escuchar esa voz, la gatita comenzó a ver algo borroso. No mucho después de eso el sonido de los cascabeles aumentó y a él se añadió un nuevo ruido: gatos maullando. La gata estaba muy confundida. Repentinamente, cayó al suelo desmayada.

Cuando la gatita abrió los ojos el entorno había cambiado completamente. Ya no se encontraba en la ciudad, sino en una pradera inmensa que parecía no tener fin. En el centro de esta se situaba un edificio de una altura que superaba el campo visual de la gata. La forma de esta construcción era la de un gato jugando con un ovillo. A través de unas rendijas de aquel extraño ovillo se escapaban tenues destellos de un tono rojizo.

—Bienvenida a tu nuevo hogar —dijo un gato vestido con un chaleco y un sombrero.

—¿Hogar? —preguntó la gatita confusa.

—Aquí es donde viven todos los gatos que no tienen dueño —respondió el elegante gato colocándose unas gafas con cristales negros.

—¿Cómo he llegado hasta aquí? ¿Qué es...

—No hagas tantas preguntas. Sé una gatita buena y sígueme. Conocerás amigos nuevos —interrumpió el gato.

La gata obedeció sus palabras. Después de unos minutos caminando divisó a lo lejos una caseta que se encontraba a la entrada del gran edificio. En ella había un cartel con la palabra "identificación". Varios gatos hacían fila frente al puesto.

—Kira, 8234 —dijo una gata de pelaje naranja.

—Pase —respondió el gato que estaba dentro de la caseta.

—Leo, 3276 —susurró un gato con una pata coja.

—Pase —respondió el mismo gato desde dentro del puesto.

—Buenos días. Deseo un nombre y número libres para esta gatita —solicitó el gato elegante recolocándose sus gafas.

—Sí, señor. Ahora mismo se lo comunico —respondió el otro gato algo nervioso— El número será el 0520 y el nombre Mai.

—Muchas gracias —dijo el gato de las gafas con cristales negros— Que no se te olviden, Mai. Vas a necesitar esto para entrar en el edificio.

El Mundo Perdido de los Gatos [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora