Todavía brillaban las estrellas conectadas en el cielo de aquel mundo sin principio ni fin.
Neit yacía en el suelo, inconsciente. Sin embargo, parecía que su corazón quisiera escapar de ese estado de letargo temporal.
Una gata de pelaje naranja se acercó corriendo con ojos llenos de lágrimas, llena de rabia.
—¡Neit! —gritó empujándola levemente con la pata—. Vamos, despierta, por favor...
Zaira echó la vista hacia atrás y encontró a unos conocidos gatos dirigiéndose hacia ella. En ese instante, su corazón se paró por un segundo. ¿Qué pensarían ahora de ella?
Los gatos le clavaron sus miradas profundas. Sin pensarlo dos veces, soltó todo lo que tenía en su mente en una simple frase.
—Soy una decepción para todos, ¿no es así?
Mai frunció el ceño, para después relajarlo al pensar en el curso de cocina y en los momentos buenos que tenía con Zaira. Abrió los ojos y se lanzó a abrazarla.
Se hizo el silencio hasta que Neit despertó y se incorporó rápidamente. Sin embargo, fue algo inoportuno que lo primero que viera al hacerlo fuera a Zaira abrazando a Neit.
Antes de que le diera tiempo a procesarlo, Zaira corrió hacia ella.
—¡Neit! —gritó entre lágrimas pero con una sonrisa en el rostro—. Pensaba que te perdía, de verdad... Lo siento por todo esto... Espero que me puedas perdonar.
La gata egipcia, con expresión de sorpresa, contestó sinceramente.
—Zaira... Sabes que realmente ha sido mi culpa... Pero no iba a dejar que murieras...
—Neit, yo...
Zaira fue interrumpida por el sonido pesado de los pasos de dos gatos con armadura.
—3783, está obligada a venir con nosotros. Debe ser ejecutada por ofender al director y para que no desvele información privada, por el bien de todos los gatos.
Mientras que Kenji se alertó al oír que la gata escondía información privada, Mai saltó sobre los dos gatos, ahogando levemente a uno como para no poder levantarse y dejando inconsciente al otro.
—Mai... No tenías que hacer eso... ¿Dónde lo has aprendido? —preguntó la gata de pelaje naranja.
—Ventajas de vivir en la calle, supongo —dijo con una leve sonrisa que intentaba calmar a Zaira.
Neit todavía estaba abrumada por todas las cosas que estaban sucediendo en unos instantes. Se estaba dando cuenta de que tal vez Mai era una buena gata. Acababa de salvar la vida de su mejor amiga.
—Zaira. Supongo que ya no estás del lado del director, ¿verdad? —preguntó Kenji, todavía con desconfianza.
Con solo mencionar su apodo, todo su cuerpo se estremecía, al mismo tiempo que se llenaba de ira. Esa pregunta incluso la ofendía.
—No. Claro que no. ¿Después de lo que me ha hecho? Pienso salir de aquí, como no lo haga, me matará...
—Nosotros también estamos dispuestos a escapar, pero no sabemos cómo hacerlo. Necesitamos tu ayuda —intervino Mai.
—No tenemos tiempo. Vayamos a una habitación. Aquí me encontrarán muy pronto. Allí comenzaremos a trazar un plan —explicó antes de mirar a Neit—. Ah, y si yo me voy, Neit se viene conmigo. No pienso dejarla sola.

ESTÁS LEYENDO
El Mundo Perdido de los Gatos [BORRADOR]
FantasíaUna solitaria gata callejera, tras hacer migas con una humana, llega a un sitio muy extraño donde recibe el nombre de Mai. El Mundo Perdido de los Gatos es un lugar ideal donde cualquiera querría vivir para siempre. Sin embargo, hay algo que no le c...