Zaira saludaba alegremente a todos los gatos que se le cruzaban por el camino. Conocía los nombres de todos y todos conocían el suyo.
Su voz sonó inesperadamente más enérgica cuando se encontró con una gata egipcia.
—¡Hola Neit! —dijo Zaira con una gran sonrisa.
—Hola Zaira —respondió la gata con voz desanimada—. ¿Qué quieres ahora?
—¿Tú también vienes al curso de cocina?
—¿Para qué me preguntas eso? Ya sabes que me niego a ir a esas bobadas.
—¡De ninguna manera! —exclamó Zaira con un tono infantil—. Vendrás conmigo y con mi nueva amiga, Mai —dijo mientras agarraba a Neit de la pata.
—Está bien... —accedió la gata egipcia—. Pero solo porque me lo pides tú.
Mai estaba algo desconcertada. Le habían pasado muchas cosas en tan solo unos minutos. Esperaba poder conocer más a Zaira y a Neit y así tratar de hacer nuevas amistades.
Las tres gatas se dirigieron a la ubicación del curso: la nekocina. Era una cocina inmensa, tanto que Mai calculó que probablemente cabrían 50.000 gatos adultos; aunque no se le daban muy bien las matemáticas. El lugar estaba organizado como las clases de un colegio especialmente para el curso. La gata se sentó al lado de Zaira, y Neit al otro lado de la gata de pelaje naranja.
Mai notó la presencia de otro gato sentado a su lado.
—Hola, Mai —dijo el gato.
—¡Hola, Kenji! —contestó Mai algo ilusionada por verle de nuevo.
—¿Conoces a Kenji? —preguntó Zaira.
—¿Tú también?
—Por si no te habías dado cuenta, ella conoce a todos y cada uno de los gatos que residen en este lugar —respondió Neit muy segura de lo que decía.
—No soy tan popular—bromeó Zaira— Pero si tú lo dices... —rió mientras posaba como modelo.
—¡Zaira, deja de hacer eso! ¡Pareces una niña pequeña! —regañó Neit a su amiga.
—Eres muy graciosa cuando te enfadas —dijo Zaira soltando una carcajada.
Zaira y Neit tenían personalidades muy diferentes. Eran como el sol y la luna, como el día y la noche, como el blanco y el negro. Pero aún así, se llevaban bien; aunque Neit lo demostrara a su manera.
A veces, a simple vista parecía que se estaban peleando, o que Zaira estaba molestando a Neit; sin embargo, se complementaban la una a la otra y se entendían perfectamente. Mai no sabía desde hace cuanto se conocían, pero parecía que llevaban siendo amigas toda la vida por la confianza que tenían la una en la otra.
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El Mundo Perdido de los Gatos [BORRADOR]
FantasyUna solitaria gata callejera, tras hacer migas con una humana, llega a un sitio muy extraño donde recibe el nombre de Mai. El Mundo Perdido de los Gatos es un lugar ideal donde cualquiera querría vivir para siempre. Sin embargo, hay algo que no le c...