Capítulo 8

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Kenji avanzó a lentos pasos a través de su habitación hasta llegar al sofá. Dejó la caja de sushi en el suelo y subió encima para tumbarse. El sofá era de un tono azul marino, tan cómodo como para quedarse profundamente dormido. Pero eso no era lo que él pretendía hacer. Tenía cosas importantes en las que pensar.

Era verdad que había asistido al curso para encontrar una manera de escapar, pero solo por una parte. También porque sentía una extraña conexión con el sushi. La misma sensación que le unía a aquel cocinero.

Siempre había pensado que Zaira era algo peculiar, pero comenzó a ver su extraña persistencia por hacer que todos se quedaran algo inquietante. ¿Qué era realmente aquel mundo? ¿Te trataban tan bien a cambio de nada? ¿O realmente buscaban hacer algo contigo?

Esa era la clave. ¿Por qué les ofrecerían una vida de lujo si no querían nada a cambio?

Desde que llegó allí, Kenji siempre había tratado de escapar. Sin embargo, con el paso del tiempo, comenzaba a sentirse más alejado del cocinero. Entonces, si prácticamente no le conocía de nada, ¿qué es lo que hizo que quisiera escapar en un principio?

Cada día, sus recuerdos eran más borrosos y recordaba más cosas negativas, como más humanos maltratándole y se olvidaba poco a poco del cocinero y de las cosas buenas que había hecho por él. No sabía por qué sucedía. ¿Y si también le ocurría a otros gatos? ¿Qué pasaría si intentaba averiguarlo?

Kenji no quería meterse en problemas, pero todo apuntaba a que algo estaba sucediendo. ¿Y si eso ponía en peligro a los demás gatos? ¿Y si ponía en peligro a sus padres?

Tenía muchas preguntas sin respuesta, pero quizá no era adecuado compartirlas, pues podía ser peligroso. Además, Kenji no solía pedir ayuda a menos que fuese estrictamente necesario.

No creía que fuese una buena idea contarle algo a Zaira, pues tal vez ella estaba de alguna forma involucrada en algo. No hacía más que decirle a todos que se quedaran allí.

Kenji no conocía mucho a Neit, pero no parecía mala. Simplemente era seria y eso era algo con lo que Kenji se podía identificar. No eran muy cercanos, pero podía ser una opción.

Si bien contaba con Mai, no sabía si considerarla una amiga ya que realmente no se conocían mucho. Aún así, Mai inspiraba cierta confianza, más que los demás gatos que había conocido.

¿Debía hablarle sobre todo lo que estaba pensando? Él nunca pedía ayuda, pero necesitaba descubrir el secreto que escondía aquel mundo.

El Mundo Perdido de los Gatos [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora