Una gota de agua en una hoja de Loto

Capítulo 02 | Una flor no es igual a otra

UNA FLOR NO ES IGUAL A OTRA

🍀✧————✧ BECKY ✧————✧🍀

La escuela nunca fue tan agotadora, y sólo han pasado dos días. Estúpido Non y estúpida Freen.

Hubiera querido quedarme en mi habitación esta mañana y no salir de ahí nunca.

¿Por qué tienen que ponerme las cosas más difíciles de lo que ya son? Me estaba constando adaptarme de nuevo a las clases y ahora me siento peor. No paran de preguntarme por Freen.

—Hey Becky, ¿realmente Freen ha sido tu novia todo este tiempo? Es lo que se decía, pero...

—No es mi novia —repito con aburrimiento a la que debe ser la cuarta compañera que me pregunta, la veo sonreír apenada, muy pocos parecen hacerlo cuando les digo que en realidad no somos nada. Otros (como mis amigas) sólo se ríen y parecen no compartir mi propia opinión respecto al tema.

—¿Entonces está disponible? —pregunta otra chica con curiosidad, yo pongo los ojos en blanco—. Me gustaría intentar algo con ella.

—No podría importarme menos —le digo, pero no estoy segura de hasta qué punto eso es cierto, Freen podrá ser un fastidio, pero ese fastidio me quiere a mí, pienso en la posibilidad de que consiga una novia. Eso significaría que ya no me compraría té con leche para el almuerzo.

Uhg qué cosas estoy pensando, ni siquiera el té lo vale. ¿O tal vez sí? Aprieto mis labios en una línea y trato de pasar de mis compañeras.

Toda la mañana ha sido así, todos me felicitan o me preguntan por Freen, todos creen que somos algo por fin y me irrita, eso es lo que ocasiona Freen por gritar a todo el mundo que soy suya.

Ya tenía suficiente cuando solo eran rumores, no es que no lo siga siendo, pero ella ha confesado algo que hace pensar a todos (al menos a los que faltaban de convencerse) que ahora sí es oficial.

Me pregunto si en su cabeza obsesiva si soy su novia. Claro que sí, si no ya me hubiera dejado en paz tras tantos desprecios que le he hecho.

Estúpida.

—Hola Beck —Me detiene otra compañera en la puerta del salón, casi nunca me saluda, así que doy por sentado que lo hace porque quiere saber sobre lo de ayer, como todos.

Amanda me mira con esos ojos juguetones que la caracterizan, así que no sé si pretende burlarse o ser curiosa. De todos modos, no me sorprendería que fuera un comentario mordaz lo que va a decir. Eso también la caracteriza mucho.

—¿Qué ocurre? —pregunto sin saludarla anticipando que no va a decir nada que yo quiera oír.

—He escuchado lo que pasó ayer —genial, no me sorprende. De hecho, me sorprendería que alguien no supiera sobre el evento de ayer—. Pero debo decir que no creo en nada de eso.

—Pues te agradezco, eres la primera —le digo tratando de pasar, es cansado tener que lidiar con todo esto.

—Aunque me gustaría saber la razón por la que no eres capaz de corresponderle a Sarocha —me dice captando mi atención de nuevo, así que me detengo.

—¿Disculpa?

—¿Es porque no te gusta ella en particular o porque no te van las niñas?

Su pregunta me molesta. ¿Por qué todo me molesta últimamente? No estoy de humor para lidiar con el día que estoy teniendo. Volteo mis ojos y me dispongo a irme.

—Debo entrar —le digo esquivando su pregunta. De todos modos, no tengo una respuesta.

Amanda me toma del brazo, lo que me impide avanzar.