Capítulo 28 | Flor de loto

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FLOR DE LOTO

🍀✧————✧ BECKY ✧————✧🍀

Salgo a toda prisa de las oficinas, Freen ya no está en el pasillo, me limpio las lágrimas, aunque la mayoría ya están secas sobre mis mejillas, no estoy para nada feliz a pesar de haberme salvado de la expulsión.

Min e Irin se encuentran a fuera. No esperaba que estuvieran aquí. Les dije que podían ir a clases, no quería que las perdieran por estarme esperando, ya que no sabía cuánto podría tardar. Pero aquí están, sonríen cómo si supieran que ya todo está bien. Corren hacia a mí y me envuelven en un abrazo fuerte y atropellado.

Me vuelvo a desplomar y vuelvo a estallar en llanto.

—Becky, ¡qué sucede! —cuestiona Irin al oírme sollozar.

—Oh Bec no llores, ¿qué no todo se ha solucionado? —Min parece preocupada también.

Puedo jurar que no saben todo lo que ha pasado, aunque no me queda claro que es lo que saben exactamente o como se enteraron de que ya no me iré.

—¿Solucionado? —pregunto con ironía. Me limpio las nuevas lagrimas con rabia.

Puede que yo me quede, pero cómo podría ir todo bien cuando Freen es la que se marcha.

—Freen dijo que todo estaba bien —me hace saber Irin.

Yo me quedo en silencio y me apartó lo suficiente para encargarlas.

—¿Vieron a Freen? ¿Qué dijo? ¿Ella no les contó todo?

—¿Contarnos qué? —pregunta Min incrédula.

Es obvio que no dijo a cambio de qué me dejaron quedarme. ¿Les habrá dicho ya a sus amigas?

—Freen ha aceptado la culpa de todo, ha confesado y de esa forma me ha absuelto a mí —digo de forma triste, porque no es más que eso. Una situación muy triste.

—¿Que ella hizo qué? —exclama Irin sorprendida.

—Espera —interrumpe Min analizando mis palabras—. Entonces eso significa que...

—La expulsarán de la escuela —digo sollozando.

Ellas me vuelven a abrazar y no paro de llorar. No quiero que se vaya, me siento tan miserable. Me separó de pronto de mis amigas pensando en que necesito verla.

—Debo buscarla.

—Si la van a expulsar tal vez no fue a clases.

Ella traía su uniforme, pero tiene sentido, no pudo ir a clase, así que corro primero buscándola en los alrededores, luego a su facultad y cuando no la encuentro y no atiende mis llamadas decido ir a su departamento.

No hay nadie porque todos están en clase, así que golpeo la puerta furiosa, de pronto estoy muy molesta.

—¡Freen abre!

Pienso por un momento que tal vez no esté, pero enseguida oigo unos pasos y el seguro de la puerta destrabándose. Cuando abre su expresión es de total tristeza, me parte el corazón, me tiro hacia ella y me cuelgo de su cuello.

No decimos nada, no hay nadie que pueda vernos así que no nos molestamos por siquiera entrar al departamento, estamos ahí en el marco de la puerta abrazándonos por mucho tiempo. Lloro en silencio porque pronto no la tendré para pasar las noches con ella, no podré besarla y tal vez... tal vez ni siquiera quiera seguir con esto en la distancia, como yo misma lo sugerí.

Una gota de agua en una hoja de LotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora