✞ Cita doble ✞

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Estabas harta de ser la tercera rueda en las citas de Misa y Light, pero L estaba ahí presente de todas formas y de alguna forma era menos incómodo estar en la habitación con ellos que tener que observarlos desde las cámaras. Además, Misa era tu mejor amiga en el trabajo y te suplicaba que no la dejaras sola mientras Light estuviera encadenado a L. Siempre era lo mismo: silencio, luego quejas a falta de privacidad, uno que otro intento por apagar las luces o distraer a L el suficiente tiempo como para que Misa lograra acosar sexualmente a Light. Como sea, era una rutina bastante cansada y finalmente te habías armado de valor para quejarte con tu amiga.

—No sería tan aburrido si tú también llevaras a una cita —respondió Misa, inflando las mejillas.

—Misa, queremos atrapar a Kira no convertir esto en un programa de casamenteros. No puedo traer gente al edificio así como así —explicaste.

—Bueno, quizá podrías salir con uno de los chicos. Ya sé, ¡Matsu! —gritó Misa. 

Matsuda definitivamente tenía un crush en ti. En cualquier mujer hermosa e inteligente que pudiera, a decir verdad. Pero no era tu tipo, por lo que hiciste una mueca. 

—Es un gran sujeto, pero no lo creo...

—Pero si no quieres salir con Matsu solo queda Ryuzaki —la expresión de Misa se iluminó—. Sí, ahora que lo pienso ambos son el uno para el otro. Les gustan los dulces, son inteligentes y muy raros.

—Oye, yo no soy rara, soy incomprendida. Y L tampoco es raro.

—¿Ves? Ni siquiera te das cuenta de lo raro que es, definitivamente es la cita perfecta para ti —tomó de tu brazo y te jaló con una fuerza sobre humana hacia el cuartel, donde los demás estaban trabajando—. ¡Hey, Ryuzaki!

—¿Huh? ¿Qué pasa Misa?

—(T/N) quiere preguntarte algo.

—No, yo no quiero —te sonrojaste.

—Vamos, hazlo por mí —insistió tu amiga.

—No entiendo, ¿ocurre algo?

—(T/N) quiere saber si tendrías una cita con ella —dijo Misa, empujándote hacia él.

—Ya era hora —escuchaste decir a Aizawa desde su lugar.

—Sí, no me parece una mala idea —concordó Light—. Ahora que lo pienso sí son bastante compatibles.

—Me alegra que pienses eso Light, porque pensábamos que podrían tener su primera cita con nosotros. Será una cita doble, ¿acaso no suena divertido?

Intercambiaste una mirada con Ryuzaki. No sonaba divertido para ninguno de los dos. No por la cita, sino por el hecho de que los dos sospechosos del caso estarían en la habitación con ellos y buscarían la menor excusa para ponerse íntimos a la más mínima señal de que estuvieran distraídos. La semana pasada L se había volteado un segundo para tomar su pastel y cuando volteó Misa tenía sus manos en una parte bastante comprometedora de los pantalones de Light. Decía que no le molestaba, pero ciertamente lo hacía, sobre todo cuando buscaban esconderlo y terminaban siendo tan patéticamente obvios. 

—¿Podríamos seguir su farsa para que nos deje en paz? —te preguntó L, comprendiendo que la idea era de Misa.

—Es lo mejor —asentiste.

Al día siguiente ni bien llegaste al cuartel Misa te jaló del brazo para llevarte a la habitación donde tenían citas, sentándote junto a Ryuzaki mientras ella se sentaba junto a Light. El sillón no era lo suficientemente grande para todos así que estaban bastante apretados y preferiste ponerte de pie, seguida de Light.

One-shot: L y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora