Llevabas un par de semanas que no estabas nada bien. Entorpecías en tus tareas, se te olvidaba las cosas que te pedían en el trabajo, y siempre olvidabas algo en la oficina antes de ir a casa. Todos habían notado tu comportamiento extraño, pero habían asumido que se debía a que estabas en tus días. Conforme pasó el tiempo, sin embargo, se dieron cuenta de que sucedía algo más, pero nada que les preocupara o alarmara especialmente, después de todo solo estabas distraída.
No obstante, esa mañana cuando llegaste a la oficina fue la primera vez en los dos años que llevabas trabajando para L en que habías llegado tarde, el día de una junta muy importante, para variar. Llegaste corriendo, pero ya todo había terminado, los miembros del cuartel intentaron no hablar al respecto, pero empezaste a preguntar qué es lo que habían discutido y habían procesado tanta información que te dijeron que te enterarías más tarde. Intentaste ser un poco más insistente, pues no querías retrasarte más en el trabajo, y eso sacó a Aizawa de sus casillas.
—Si querías enterarte de todo debiste llegar a tiempo —te gritó, fastidiado porque no lo dejabas continuar con sus informes. De repente todas las miradas quedaron sobre ti.
Sin decir una palabra, bajaste la mirada y guardaste silencio durante varios minutos hasta que finalmente te arrancaste tu placa del pecho y la dejaste sobre el escritorio de Aizawa, que quedó mudo ante tu comportamiento mientras los demás jadearon en sorpresa. Te diste la vuelta para retirarte, pero Matsusa te detuvo:
—¿A dónde vas (T/N)? —era el único que no entendía lo que acababas de hacer. Pero no te molestaste en explicarlo, comenzaste a caminar hacia la salida.
—Bien, así no entorpecerás la investigación más tiempo —se quejó Aizawa, pensándote cobarde por renunciar ante el más mínimo y estúpido conflicto.
Detuviste tus pisadas, apretando los puños, luchando contra cada parte de tu ser para mantenerte en silencio. Pero ya no podías más, si de todas formas ibas a perder el empleo de tus sueños por lo menos ibas a hacer una escena.
—¿Sabes qué, Aizawa? Ya me cansé de ser perfecta todo el tiempo —para empezar, te soltaste el cabello y dejaste que te vieran despeinada, luchando contra la rebeldía de su melena. Después, te quitaste el saco de tu traje e incluso te quitaste los zapatos, que tenían algo de tacón y te tenían cansada —. Lamento haber entorpecido la investigación todo este tiempo, pero ¿sabes? Es difícil ser la estudiante ejemplar, a la cabeza de mi clase en la universidad. Es difícil intentar tener cualquier clase de vida personal que debo tener para aparentar el trabajo tan peligroso que tengo. Hace dos meses que noté que me habían empezado a seguir y es porque los seguidores de Kira ya sospechaban que trabajaba con L y obviamente no quería exponerlos; por eso pedí vacaciones. Hace años que no hablo con mi familia y ahora mi padre vuelve y me pide que le dé uno de mis riñones porque está enfermo, y a pesar de que nunca antes lo había visto en persona, ahora recuerda que tiene una hija y dice que soy una ingrata por no prestarle dinero para su bebida cuando él nunca estuvo para mí ni pagó un centavo después de separarse de mí mamá, quién por cierto está en la última fase de cáncer de piel, gracias por preguntar. Me quedan meses con ella, pero no puedo hacer algo tan egoísta como dejar la investigación que podría salvar al mundo de un asesino psicópata solo por mis propios intereses egoístas. Y no olvidemos que además de todo esto tengo que encargarme de mi negocio de sistemas de seguridad, el cual por cierto se está yendo a la quiebra por mi ausencia y falta de tiempo a atenderlo. Podría dejarlo morir porque no necesito dinero, pero estaría dejando ir generaciones de esfuerzo de las mujeres de mi familia. Oh, y claro, no puedo permitirme cometer un solo error en la investigación, en absolutamente nada de lo que hago porque todo se va al carajo. Lo siento si soy humana y dejo que algunas cosas me afecten. Por más que luche contra mis problemas a veces pueden conmigo y creo que llegar tarde un día al trabajo no es nada comparado a lo que estoy viviendo, pero estoy bien, gracias por preguntar. Me alegra que tengas ese interés y empatía en mí después de conocerme desde hace más de veinticuatro meses, sobre todo después de que tuviste problemas con tu esposa y te dejé dormir en mi sofá un par de noches.
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One-shot: L y tú
FanfictionSituaciones random en las que me gusta poner a L y (T/N) Disfruten~