🍇 Maratón 2/7 💌
La brisa del aire fresco golpea con gentileza sobre mi rostro, escuchándose las risas de Clayton, el aire pasar en esos momentos y el sonido de los automóviles a lo lejos. Había tranquilidad a mi alrededor, había paz que hace mucho tiempo no sentía desde que había vuelto, siendo contadas las veces que me sentí así, siendo todas y cada una de ellas a lado de Elsa.
Mi concentración es interrumpida en cuanto siento que el bolsillo delantero de mi pantalón vibra, sacando de mi ropa ese celular para ver el mensaje de Calhoun, en donde me informaba las ventas del centro comercial.
Me permito dejar escapar un suspiro de cansancio por sentir que no he hecho bien el trabajo que me ha asignado Aster, quedándome estas semanas en el hospital y ahora con Elsa, dejando a un lado mi trabajo por tener dé prioridad a mi novia; guardo mi teléfono, frustrándome ese cargo de conciencia que me decía que debía volver al centro comercial, que ahora ya no había algo que me impidiera volver a trabajar.
—Iré al centro comercial para ver que todo esté en orden, después iré a ver a Shank —informé, mirando a la rubia que estaba sentada en la silla junto a la mía—. No tardaré.
—Tranquilo, está bien.
Elsa dejó de mirar a sus hermanos jugar para ahora verme a mí, fijando sus azules ojos en los míos. Le extendí mi mano, dibujándose una débil sonrisa en mi rostro por sentir su tacto sobre el mío, aprovechando la oportunidad para dejar un beso sobre sus rosados nudillos. Percatándome con su expresión que aún le era difícil el sostener una sonrisa, que esa sonrisa solo era fingida para que me fuera tranquilo.
—Ven conmigo —pedí, notando su sorpresa en su rostro.
—No, no tengo ánimos de salir, mejor me quedo con mis hermanos.
—Desde que saliste del hospital no has querido salir —le recordé, viéndola bajar su mirada—. Sé que es por la muerte de nuestro hijo, lo sé porque también siento lo mismo que tú. Pero, debes levantarte, tienes que seguir adelante y ser fuerte, no debes quedarte encerrada y llorando todo el día y noche. Eso no te hace bien, Morita.
Estrujó mi mano con la suya, dejando escapar un suspiro por ver que yo me percataba que lloraba todas las noches, e incluso, algunas mañanas por saber que dentro de su cuerpo ya no estaba ese bebé. Se quedó callada, seguramente recordando que tenía razón al decirle que solamente salía solo para ir al juicio, pero ya no me permitía llevarla a otro lado, siendo ese departamento el único lugar al que ella había querido ir, pero siguiéndola esa expresión que demostraba su depresión y sus pocas ganas de querer salir incluso de su cama.
—Jack —dijo arrastrando las letras—. No estoy de ánimos.
—Por favor, Morita —pedí con voz dulce—. Te hará bien salir, tomar algo de aire y distraerte.
Se quedó callada, analizando mi petición como si le hubiese pedido la decisión más difícil de toda su vida. Inclina su cabeza hacia atrás, dejando una mano sobre su frente, deja escapar un suspiro y voltea a verme con una sonrisa que podría asegurar que era honesta.
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Querido Jack:
ФанфикTal vez, y solo tal vez... Regresó a mi vida para terminar de destruirme.