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—¿Cómo te has sentido? —preguntó la madre de Tadashi.
—Muy bien, siento que estoy recuperando mi vida —respondí con una sonrisa—. La relación con mis hermanos se fortalece cada vez más, mi amistad con Jack, también crece con cada día, y las pesadillas están comenzando a irse. Aún tengo sueños malos, pero ahora ya sé que solo son sueños, y que nadie está volviendo a lastimarme.
—Me alegra escuchar eso —sonrió—. ¿Tú que crees que es lo que más te ha estado ayudando en estos días?
—Mis hermanos, Tadashi y Jack. Ellos han estado conmigo ahora que tanto los he necesitado, estaría tan perdida si no los tuviera en mi vida.
Me levanto del diván, caminando unos pasos hasta llegar a esa librería y ver las fotografías en donde estaba un Tadashi adolescente. No puedo evitar sonreír por verlo, por ser él uno de los más grandes apoyos que me han impedido caer de nuevo a ese oscuro abismo.
—Debo confesarle que me gusta mucho ser escuchada cada vez que comienzo a sentirme mal —confesé, tomando la fotografía en donde estaban los hermanos Hamada—. Antes no tenía a nadie con quien hablar, pero ahora tengo de nuevo a mi hermana y a Tadashi. Ellos son quienes más me han ayudado y apoyado a seguir adelante.
Pienso en ese par de personas que me han sostenido en más de una ocasión, cada que sentía que volvía a caer en esos momentos a ese abismo oscuro y terrorífico: ellos estaban a mi lado para sostenerme. Mi hermana y mi amigo no me soltaban y no me permitían regresar a ese lugar que tanto me asustaba, ellos me sostenían con fuerza, sin ver dudas en sus rostros por salvarme.
Sonreí con honestidad, agradeciéndoles a Elsa y a Tadashi por ayudarme a recuperar mi vida, por ellos ayudarme a juntar los pedazos que quedaron de mí. Volvía a sentirme viva, feliz y confiada de tenerlos a ellos y por no volver a sentirme sola nunca más.
—Siento que mi vida de antes la estoy volviendo a recuperar —admití, dejando esa fotografía en su lugar—. Ya no estoy sola, señora Li. Ya no tengo que silenciar mis sollozos, ya puedo llorar o expresarme y saber que alguien me está escuchando. Ahora tengo a mi lado a dos maravillosas personas.
