Mi espalda y cabeza duelen con el impacto de haber caído una vez más, me quedo sobre el piso queriendo ya no levantarme y seguir recibiendo más golpes de la vida o en este caso... de Aster.
Mi cuerpo sudoroso está cansado por el entrenamiento del día de hoy, no me quedan fuerzas para levantarme, aunque claro, no es como si quisiera hacerlo.
—Levántate —ordenó, colocando sus manos a cada lado de su cadera.
Mi mirada ve al hombre que está de pie frente a mí: Su pecho desnudo lo deja a la vista de cualquier persona que esté dentro del gimnasio, usa unos pantalones deportivos negros, unos tenis del mismo color y su cabello gris esta tan desordenado y despeinado por nuestro entrenamiento. Puedo ver como las gotas de sudor resbalan por sus sienes, frente y pecho, luciendo de una extraña manera sexy para las mujeres que pasaban delante de nosotros y miraban a las dos personas que estaba sobre el ring.
—Dame un momento.
Aun cuando ya teníamos más de un año entrenando para que yo sea más fuerte y lograra defenderme por sí sola si algún otro hombre trataba de hacerme daño, seguía siendo una gran dificultad para mí el tratar de derribar a mi atacante. Llevo una de mis manos a mi frente para limpiar el sudor que sale de esta, agradeciendo solo haberme puesto el día de hoy un top azul y nos shorts deportivos del mismo color, sujetando mi corto cabello en una baja coleta.
—Vamos, tu agresor no esperará a que te sientas mejor para poder atacar.
Asentí con mi cabeza como mi única respuesta, me levanto con dificultad del piso para seguir luchando contra el hombre que está delante de mí. Aster peina su cabello hacia atrás para que este no le estorbase, llevando detrás esos ya largos mechones de cabello gris, luciendo aún más joven al estar despeinado.
—¿Lista?
—Lista.
Aster corre hacia mí a toda velocidad, trato de detenerlo, pero él es más rápido, siéndole demasiado fácil el llegar detrás de mí y abrazarme con fuerza, evitando que pueda moverme. Su pecho desnudo toca mi espalda haciéndome sentir como nuestro calor y sudor se mezclan al estar tan pegados, sintiendo como cada vez me estruja más fuerte.
—¡Rápido, reacciona!
De inmediato recuerdo la primera clase que Aster me enseñó, diciéndome que debo hacer si mi agresor me abraza por detrás para dejarme inmóvil. Con todas mis fuerzas bajo mi cuerpo, quedando a solo unos centímetros del piso, sintiendo el agarre de Aster con menos fuerza, oportunidad que utilizo para poder golpear con mi codo su rodilla, logrando finalmente derribarlo. Finjo que doy una pata en su entrepierna para fingir tener el suficiente tiempo de huir de mi atacante.
—Nada mal —reconoció Aster con una sonrisa—. Pero, dudaste. No debes dudar, debes actuar de inmediato.
—Lo siento.
Extiendo mi mano para que él la tome y lo ayude a levantarse, Aster toma mi mano y en un rápido movimiento me jala para que yo caiga al piso, sin perder un minuto él se coloca encima de mí quedándose a horcajadas, una de sus manos toma mi top rozando con sus dedos la piel de mi pecho. De inmediato reaccioné a mi agresión: tomo con mis dos manos su antebrazo evitando que la mano que me agarra con fuerza de mi ropa no la aparte, elevo mi pierna derecha a la altura de su cuello para que quite el brazo que está a mi lado, aprisionándolo en un rápido movimiento entre mis piernas al subir también la otra, obligándolo a acostarse en el piso y presionando con fuerza su muñeca para inmovilizarlo.
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Querido Jack:
FanficTal vez, y solo tal vez... Regresó a mi vida para terminar de destruirme.