🍇 Maratón 5/7 💌
Un suspiro de alivio salió de la boca de Elsa y de la mía cuando finalmente escuchamos la sentencia de Robert, esa en donde nosotros habíamos ganado y sería él quien estaría más te treinta años en la cárcel, ocultando mi sonrisa cuando lo escuché gritar y suplicar que tuvieran clemencia de él, viéndose en su rostro la clara imagen de la desesperación por saber que no había nada que él pudiera hacer para evitar que esto pasara.
Dejé de recordar ese momento que era tan glorioso para mí en cuanto el sonido de una reja abriéndose me hizo volver a la realidad, esa realidad en donde estaba sentado al lado de Tadashi, visitando a Robert antes de que fuera a ser trasladado a esa cárcel que sería difícil que saliera aun cuando tuviera un buen comportamiento. Cruzándome de brazos al ver que se dio la media vuelta al ver que éramos nosotros los que habíamos ido a visitarlo.
—Estos idiotas van a golpearme —dijo Robert al guardia de seguridad—. Vinieron a matarme.
—¿De verdad nos crees tan idiotas como para ir a la cárcel por tu culpa? —preguntó Tadashi.
Robert se tranquilizó por entender que Tadashi estaba en lo cierto, caminando con pasos lentos hasta llegar a esa silla que estaba frente a nosotros, permitiéndonos verlo usar esa ropa anaranjada en donde solo estaba su número de reo. Nos mira con su ceño fruncido, tratando de verse tranquilo al dejar sus manos sobre la mesa, dejándonos ver esas esposas que rodeaban sus muñecas.
—¿Qué diablos hacen aquí? —preguntó con hosquedad.
—Creía que te pondrías feliz por recibir una visita —dije con sarcasmo—. Después de todo, nosotros somos los únicos que han venido a verte. Además, deberías agradecernos por venir un día antes de tu traslado.
—¿Esto les divierte, malditos hijos de perra?
—Pero por supuesto que sí —respondió Tadashi por los dos—. No tienes idea de lo gratificante que es verte en ese estado.
Una sonrisa carente de humor se hizo presente en Robert, mirando al hombre que estaba sentado a mi lado unos segundos para después verme a mí.
—¿Saben qué es gratificante? —preguntó con una gran sonrisa—. Saber que no importa lo que hagas, Anna nunca va a confiar en ti, nunca te abrirá las piernas como tanto lo deseas —miré a Tadashi, viéndolo cruzarse de brazos y sonreírle a ese hombre que trataba de hacerlo enfadar—. Dime una cosa, ¿solo la quieres para acostarte con ella o, sí sueñas con un futuro a su lado? Porque sí es lo segundo, déjame decirte que eres patético, eres un idiota por fijarte en una puta.
La risa de Tadashi se escuchó dentro de esa celda en donde solo estaba esa mesa, esas tres sillas y una pequeña ventana que estaba asegurada para evitar que alguien escapara. Aun cuando veía que Tadashi estaba riendo: noté como sus manos se aferraban a su brazo por el enojo que estaba sintiendo, pero que fingía no sentir. Dejando completamente sorprendido a Robert por eso.
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Querido Jack:
FanfictionTal vez, y solo tal vez... Regresó a mi vida para terminar de destruirme.