Quiero que te veas como yo te veo

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🍇 Maratón 3/7 💌

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🍇 Maratón 3/7 💌

Los latidos de mi corazón acelerado son muy notorios para mí cuando me cercioro de que todo esté en orden, que no me vea desagradable o incluso que tenga algún rastro de comida entre los dientes. Veo mi reflejo una vez más, viendo la vestimenta que elegí para conocer a la familia de Tadashi, en especial a su madre: viendo ese pantalón blanco que me quedaba ajustado, una corta blusa holgada azul de manga larga que dejaba mis hombros descubiertos, viendo al final esos altos tacones blancos.

Paso una mano por mi cabello, queriendo acomodarlo en una alta coleta, pero mi cabello rebelde me impedía que ese día se viera presentable, decidiendo solo dejarlo suelto y sin ningún tipo de accesorios encima. Tragué con pesadez y tomé ese pequeño bolso café, pasando su agarradera frente a mi pecho, saliendo de mi habitación y bajando por las escaleras, escuchando en ese momento unos golpes a la puerta, apresurándome a ser yo quien le abriera a la persona del otro lado.

Abro la puerta, viendo frente a mí a este Tadashi, recorriéndolo mi mirada de pies a cabeza como si mis ojos se manejaran por sí solos. Observando su cuerpo portar un pantalón de vestir negro, quedándole este algo ajustado, una playera gris sin ningún tipo de estampado, llevando encima un saco negro y viendo al final esas zapatillas deportivas grises que hacían juego con la playera que llevaba puesta ese día.

—¿Esto significa que aceptas que mi madre sea tu terapeuta?

—Sí, decidí que confiaré en ti y en tu familia.

—No te arrepentirás —me sonrió.

Volteo para ver a mi hermana salir de la sala con Jack detrás de ella, llevando ese albino a mi hermano entre sus brazos. Elsa nota mi nerviosismo, acercándose hasta donde yo estaba, abrazándome con fuerza de una manera tan cálida y acogedora que me hacía sentir esa niña que tenía de mejor amiga a su hermana, que podía contarle lo que fuera y que está siempre estaría ahí para mí, tal y como estaba sucediendo ahora.

—¿Estás segura que no quieres que vaya contigo? —preguntó, separándose unos centímetros de mí—. No me molesta en lo absoluto acompañarte.

—No, esto lo tengo que hacer sola —respondí, aferrando mis manos a la cadena de mi bolso—. No puedo depender toda la vida de ti, debo a aprender a hacer cosas por mí misma y a valerme sin ti. No quiero seguir siendo una carga para ti y para Jack.

—Jamás serías una carga para mí —aclaró, llevando sus manos a mis hombros—. Si estás segura que quieres hacerlo sola, yo respetaré tu decisión, pero llámame si necesitas cualquier cosa. Soy tu hermana, y lo único que quiero es que estés bien, no quiero que vuelvas a salir lastimada.

—Estaré bien, no te preocupes —dejé un beso en su mejilla en forma de despedida, despidiéndome de Jack y de Clayton con un movimiento de manos—. Los veré en un par de horas, deséenme suerte.

—Suerte —dijo Jack, brindándome una sonrisa.

Me percaté de cómo Tadashi le susurraba un "tranquila" a mi hermana, esperándome pacientemente en el marco de la puerta, dejándome salir al hacerse a un lado y ser él quien cerrara la puerta por mí. Bajé los escalones del pórtico y me dirigí hasta su camioneta, tomándome por sorpresa que fuera Tadashi quien la abriera por mí. Recordando que solo él y Jack, habían sido los únicos que habían hecho eso por mí, algo tan insignificante para muchas, era tan valioso para mí.

Querido Jack:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora