🍇 Maratón 6/7 💌
Salgo de la cabaña con ese vaso de vidrio en una de mis manos, frunciendo mi entrecejo por no encontrar ahí a Elsa, buscándola con la mirada, comenzando a gritar su nombre al no recibir una respuesta por parte de ella. Alertando mis gritos a todos los presentes, siendo Aster el primero en salir por escucharme gritar el nombre de mi Morita.
—¿Qué pasa? —preguntó Aster, saliendo Mavis detrás de él.
—Elsa no está —contesté, sin dejar de buscarla con la mirada.
—Tranquilízate —me pidió Mavis, saliendo Shank en ese momento—. ¿Ya trataste de llamarla?
Negué con mi cabeza, apresurándome a buscar su número y llamarla, colocando el altavoz para que Aster, Mavis y Shank también escucharan, decidiendo hacerlo por ver que mi hermano también estaba comenzando a preocuparse por Elsa. Ese maldito sonido de espera me hace desear querer arrancarme los cabellos por la desesperación, pidiendo que se callara y solo escuchara la voz de Elsa.
Una maldición se escapa de mi boca por enviarme al buzón de voz, apresurándose Aster en quitar de mi mano mi teléfono, volviendo a llamarla y una vez más colocar el altavoz para que todos fueran testigos de que nadie respondería. Abriéndose mis ojos por la sorpresa y dejando que un suspiro de alivio saliera de mi boca cuando finalmente respondió.
—Elsa. ¿Dónde estás? —pregunté.
—Hola Jack.
Mi mano suelta ese vaso al escuchar esa voz tan familiar, mirando a Shank por reflejo y ver que ella también estaba tan sorprendida como yo por escuchar esa maldita voz. Su cuerpo comienza a temblar, su respiración se acelera y solo puede mirar con miedo mi celular, mirándolo como si fuera esa persona la que estaba delante de ella y no ese aparato. Aparto con brusquedad mi celular de la mano de Aster, sin importarme ser gentil.
—¿Dónde está Elsa? —investigué, tensando mi mandíbula.
—¿Elsa? ¿Es así como se llama tu nueva novia? ¿Y qué pasó con Shank? ¿Te aburrió tan rápido como a mí?
—¡¿Dónde la tienes?!
Mi cuerpo tiembla cuando escucho que Elsa grita, temiendo que algo le estuviera haciendo.
—Yo tendría mucho más cuidado de cómo me hablas, no olvides que tengo en mi poder algo que tú tanto quieres —dijo, obligándome a no gritarle alguna mala palabra—. Tú y yo tenemos una cuenta pendiente.
—¿Quién eres? —preguntó Aster.
—Jack me conoce muy bien, él y Shank me conocen a la perfección —contestó él—. No te he olvidado Jack, no he olvidado como me arruinaste la vida, y tampoco he olvidado a la maldita de Shank. Ella es la que más me debe.
Jaime sale en ese momento de la cabaña, frunciendo su entrecejo cuando ve nuestras expresiones, alcanzando a escuchar eso último que él dijo de Shank. No le tomo importancia a el brazo de mi hermano rodear los hombros de esa castaña que no deja de temblar de miedo, tal y como era cuando yo la conocí, esa Shank del pasado había regresado junto con él.
ESTÁS LEYENDO
Querido Jack:
Fiksi PenggemarTal vez, y solo tal vez... Regresó a mi vida para terminar de destruirme.