No me dejes

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🍇Maratón 1/5💌

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🍇Maratón 1/5💌

—¿Y qué piensas hacer? —preguntó Shank—. No puedes seguir haciendo esto.

—No lo sé —respondí encogiéndome de hombros—. Estoy confundido.

Me encontraba sentado en el borde de la cama, con mi cabeza agachada, mirando hacia mis pies descalzos sin poder darle la cara a la mujer que estaba sentada a mi lado, dejándome escuchar el sonido de su tranquila respiración. Sintiendo a los segundos como Shank, dejaba su mano sobre la mía, apretándola con algo de fuerza como si con eso me quisiera decir que seguía aún a mi lado.

No podía decidir si seguir con el matrimonio después de saber todo por lo que Elsa sufrió, sin poder sacar de mi cabeza las palabras de Hiccup, en donde detalló cada cosa que había pasado en mi ausencia. Entendiendo que no solo sufrí yo cuando me fui a Canadá, ella también sufrió igual o tal vez, mucho más que yo.

Paso mi mano libre por mi cabello al sentir que no podía dejar de pensar en todo lo que mi amigo dijo de Elsa, sintiéndome culpable por no haberla escuchado cuando me lo pidió, por no responder sus llamadas cada vez que llamaba al restaurante y por no dejarla explicarme todo lo que había vivido cuando yo me fui de aquí, creyendo una mentira que dijo solo por proteger al bebé de Anna.

—¿Necesitas tiempo para pensar en la boda? —investigó Shank—. Jack, es mejor que pienses muy bien que es lo que quieres. No puedes casarte conmigo solo por esa promesa que me hiciste, debes pensar en ti.

—¿Y qué hay de ti? —le pregunté, volteando mi cabeza al querer verla—. No puedo romper nuestro compromiso a solo unos pocos meses, no es justo que te haga esto.

—Tampoco es justo que te cases con alguien que no amas —Se levantó de la cama, soltando mi mano, quedándose en cuclillas frente a mí—. Jack, sé que estás agradecido por todo lo que vivimos en Canadá, pero sé que no me amas como yo lo hago.

—Te juro que traté de enamorarme de ti, te prometo que lo hice —le dije, tomando sus manos con fuerza—. Pero, cuando lo hacía la recordaba a ella. Perdóname, tú te mereces a alguien que te ame como mereces. No deberías perder tu tiempo con alguien como yo, no lo valgo.

—Oye, ya deja de decir eso —pidió, llevando sus manos a mis mejillas—. Te amo, y no sabes cómo me duele saber que tú amas a alguien más, pero no te puedo forzar a casarte conmigo, y mucho menos te puedo forzar a que me ames.

Se levantó del piso, sus manos levantaron mi cabeza, dejando sobre mi frente un pequeño beso en donde me demostraba el inmenso amor que sentía por mí. Bajé mi mirada al sentirme culpable por lo que diría, pero que sentía que era lo correcto en estos momentos.

—¿Podrías darme algo de tiempo? —pregunté con un hilo de voz—. Necesito pensar muy bien las cosas y decidir que haré.

Dejó de besar mi frente, mirándome y regalándome esa hermosa sonrisa al mirar detalladamente mi rostro. Sus manos acarician con las yemas de sus dedos pulgares mis mejillas, reconfortándome con sus caricias y con esa sonrisa.

Querido Jack:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora