Qué triste debe ser el ser tú

1K 100 1K
                                    

Hoy era un nuevo día en donde Jack y yo estábamos comenzando con una amistad, tomándome por sorpresa que él me saludó con cortesía y me hablara con amabilidad, como si en verdad estuviéramos empezando a llevarnos bien una vez más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoy era un nuevo día en donde Jack y yo estábamos comenzando con una amistad, tomándome por sorpresa que él me saludó con cortesía y me hablara con amabilidad, como si en verdad estuviéramos empezando a llevarnos bien una vez más. Ya no me hablaba frío y distante, ahora era amable y me sonreía como si yo fuera una vieja amiga, sorprendiéndome que él en verdad estaba dispuesto a olvidar todo y empezar de cero.

Agradezco cuando finalmente es mi hora para tomar un descanso, tomando mi bolso y saliendo del local en donde trabajo, encontrándome a fuera a Tadashi; quien viste una camisa blanca, un pantalón de vestir gris y tenis tan blancos que parecen nuevos. Le brindo una sonrisa cuando me acerco hasta donde esta, sintiéndome confundida al ver que me brinda una sonrisa fingida.

—Hola —saludó, dejando un beso en mi mejilla—. ¿Qué tal va tu día?

—Bien, gracias. ¿Y el tuyo?

—También muy bien.

De inmediato noté que mentía, que algo parecía que me estaba ocultando. Su sonrisa se borra de su rostro cuando su celular comenzó a sonar, sacando de uno de los bolsillos delanteros de su pantalón aquel aparato que no dejaba de escucharse, notando como su expresión se endurece al ver quien le llamaba, acercó uno de sus dedos para deslizar algo y callar la llamada.

—¿Qué te apetece comer? —preguntó con una sonrisa fingida—. Elige lo que tú quieras.

De nuevo esa sonrisa se borra de su rostro cuando su celular comienza una vez más a sonar, lo acercó de nuevo a su rostro para ver de quien se trataba y cuando lo vio, terminó la llamada al volver a colgarle a esa persona que parecía estar insistiendo en que le contestara.

—¿Quién es? —la pregunta salió por sí sola de mi boca—. Tu rostro cambia cuando ves quien te llama.

Se podía notar lo indeciso que estaba al querer decírmelo, pero al final accedió cuando volvieron a llamarlo por teléfono, acercando ese aparato a mi rostro, dejándome ver que estaba registrado como Alistair.

—Es mi padre —explicó—. Quiere que vaya a la fiesta de cumpleaños de mi hermana.

Lo veo mirar su celular una vez más, deslizándolo para poder terminar la llamada.

Suspiré al verlo en ese estado por aquella persona que lo lastimó hace tiempo, animándome a acercarme a él, abrazándolo para hacerlo sentir mejor con eso, solo pensando en todas esas veces que tal vez quiso ir a un cumpleaños de sus hermanos, pero se lo prohibió al estar allí su padre, aquella persona que lo traicionó al quitarle a su novia y seguramente, también ella estaría allí.

—Deberías ir —expresé, sintiendo sus brazos rodear mi cuerpo—. No tienes por qué huir de él, tú no hiciste nada malo.

—Si voy, estoy seguro que también ella estará allí.

—¿Y qué? —pregunté, levantando mi cabeza para verlo—. Ellos son los que deberían estar avergonzados de estar en el mismo lugar que tú. Tadashi, no hiciste nada malo como para que te ocultes de esa manera, ve con tu hermana.

Querido Jack:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora