4. Sola en casa, o peor, con mi hermano.

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*Narra Mary*

-Hora de levantarse.-Dijo Cristian abriendo la puerta de mi habitación, y con el desayuno.-Lo siento...

-¿Mamá y papá ya se han ido?-Me limité a contestar.

-Sí, y te voy a compensar, te he traído todo lo que más te gusta para desayunar.

-¿Soborno? ¡Me conoces bien hermanito!-respiró aliviado y preguntó.

-¿Quién es esa chica pelirroja de ayer?-Dijo sonrojado.

-Ya te la presenté, se llama Alba y va a mi clase, ¿Pero desde cuando tanto interés por una chica de mi edad?

-No tengo tanto interés, solo quiero saber quién va con mi hermana pequeña.-Dijo cogiendo mi mejilla, algo que me molestaba demasiado.

-Primero disimulas fatal, y segundo ¡COMO ME VUELVAS A COGER LA MEJILLA NO TENDRÉ SOBRINOS!.-Dicho eso salió corriendo de mi habitación; en el fondo soy un caramelito, pero de limón ácido.

Desayuné, me duché y recogí la ropa que me prestó el chico de ayer, lo raro era que la ropa ya estaba lavada y seca, pero ¿para qué hacer preguntas? Así no me tengo que mover, ¡viva mi gandulitis aguda!; cuando bajé mi hermano ya no estaba, era sábado y seguro que estaba en casa de alguna animadora "estudiando... lengua" vale, chiste malo... le dejé una nota en la mesa y me fui a devolver la ropa prestada.

-Sabía que volverías.-Dijo el creído de ayer.-Todas vuelven.

-Lo que tu digas, yo solo vengo a devolver la ropa que me prestaste, pero sigue soñando.

-¿Luis, quién es?-Dijo una de las gemelas apareciendo por las escalera.-Hola Mary, no sabía que conocías a mi hermano, por cierto, soy Carmen.

-Gracias por la aclaración no sabía cuál de las dos eras, perdona si te ofende; y he venido porque tu hermano me tiró a la fuente y me tuvo que dejar ropa, supongo que es tuya.

-No, esta ropa es de Yomayra, pero nos la prestamos, ¿Quieres quedarte a comer?

-La verdad no estaría mal, gracias.-Sonreí, en realidad me quedaba para molestar a su hermano, pero quizá debería de hacerle caso al mío y hacer amigos. Además parecían majas.

*Narra Cristian*

Volví a casa y vi una nota en la mesa: "Hola hermanito, voy a dar una vuelta, no sé cuando volveré, a y por cierto, cuando (estudies lengua) usa precauciones, no quiero ser tía tan pronto.

Con mucho odio y asco tu hermanita adorable"

Pues sí, señoras y señores esa era mi hermana pequeña, quizás un poco gráfica, pero no le faltaba razón, fui a mi habitación e invité a algunos amigos a casa, solo eran unos quince, pero poco a poco ese número iba aumentando, ¡se multiplicaban como las cucarachas!, y en menos de una hora mi casa estaba llena de bebidas y de gente con la música a toda leche, estaba en un buen lío, Mary se chivaría o me chantajearía durante toda su vida, y no hay nada peor que deberle un favor a mi hermana, a mi dulce y adorable hermana, que se note mi sarcasmo. En cuestión de una hora la casa estaba llena de adolescentes borrachos, y algunos habían subido a las habitaciones, lo bueno era que Mary aún estaba fuera, y lo malo, era que no me hacían caso. No sabía qué hacer, y lo último que se me ocurrió fue "FIESTA EN LA PISCINA" a veces parezco rubio... había gente tirándose desde el balcón a la piscina, y corrían en pelotas por la casa, definitivamente, estoy muerto.

*Narra Mary*

Comí en casa de las gemelas, y llamaron a sus amigos, los cuales eran Isa, Alba, Toni y Shawn, vimos una película de miedo, y fuimos a comprar un helado, ellos también alucinaron con mi rapidez al comer, supongo que es como soy. Decidí enseñarles mi casa, pero cuando llegamos, toda ella estaba hecho un gran desastre, y solo eran las seis de la tarde, iba a matar a Cristian. Cuando me propuse a abrir la puerta vi a un chico saltar desde mi ventana a la piscina, pero no calculó muy bien la distancia.

Una marginada más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora