*Narra Mary*
Alba se tuvo que ir a su casa, y la acompañó su querido Gilinsky, que cuando la vio, la tomó y le dio un beso. Por desgracia yo no tenía planes, así que estaba sola con ese imbécil. No tenía ganas de discutir y me fui a mi cuarto, estuve como dos horas mirando el móvil, sin nada que hacer; esperando una llamada que nunca llegaría, la de Shawn explicándome que hacía con esa fresca, por no llamarla otra cosa.
Al final, cansada decidí enviar un mensaje por el grupo de todos, e invitarlos a una peli en casa, espero que por los menos Shawn se digne a venir.
"HELLO putos, esta tarde peli y palomitas en mi casa, como faltéis os rajo. Con mucho love Mary"
Todos respondieron que iban a venir, pero aún quedaba para eso. No tenía nada que hacer, era realmente aburrido, incluso me había leído todos mis libros...
Estaba a punto de morir de aburrimiento, así que decidí ponerme mis patines y salir a dar un paseo. Pero como soy muy tonta, no se me ocurrió otra cosa que ponérme los patines desde mi habitación, y tenía que bajar las escaleras desde un tercero...
-Venga Mary, despacito, que tu puedes, no te vas a matar.-Pensaba en voz alta, pero no funcionó.
Al segundo tenía a Nash recogiéndome del suelo, y llevándome a caballito escaleras abajo, no reaccioné, la verdad no sabía que hacer, ni que decir.
-No hacía falta.-Dije cuando ya me había bajado.-Podría hacerlo sola.
-¿Sabes? Creo que un simple gracias no te habría matado.-Dijo mirándome a los ojos, otra vez sus ojos azules no, por favor.
-Está bien, gracias.-Hablé dispuesta irme.
-¿Donde vas?-Sabía que no me iba a dejar salir así sin más...
-Quiero pasear, despejarme un poco, además me aburro y un poco de deporte no me matará.
-Pues yo apostaría a que por una cuesta con esos patines, no durarías ni dos segundo.-Lo miré desafiante, pero la verdad es que tenía razón.-Voy contigo.
-¿Qué? Eres mi canguro, no mi guardaespaldas.
-Pero tu padre me ha pagado para que te cuide y eso voy ha hacer.
No dije nada más, esperé a que se pusiera sus patines y nos fuimos. Yo me puse los auriculares, por qué prefería estar sola. Esa era mi manera de aislarme del mundo, pero Nash me los quitó, algo que era previsible. No dije nada y seguí patinando, no quería discutir...
-¿Por qué te caigo tan mal?-Dijo patinando más rápido para ponerse justo enfrente.
-Si no fueras un creído me caerías bien, pero de momento vas mal.-Respondí, cogiendo delantera.
-¿Por qué no me dejas demostrarte que puedo ser bueno?-Dijo volviendo a colocarse delante, pero esta vez me paró.
-Lo eras... pero cambiaste el día que volvieron mis padres, ya no eras tan arrogante. Pero cuando dejaste de vivir en mi casa volviste a ser tú.
-Lo siento... Es que...
-A mi no tienes que darme explicaciones.-Tomé delantera y él no volvió ha hablar.
*Narra Toni*
Llegué a casa sobre las tres de la tarde, ya que Cameron se empeñó en que comiéramos juntos. Abrí la puerta esperando cualquier grito de mis padres, por estar un día entero "desaparecido" pero no sé escuchó nada, ni si quiera habían luces. Miré por todos lados, era raro, hoy mis padres no trabajaban, pero en fin. Fui a la cocina en busca de algo para comer, ya sé que acabo de comer con Cam pero a nadie le amarga un dulce, o veinte...
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Una marginada más...
Hayran Kurgu¿Qué pasa cuando una chica nueva y marginada, entra en un instituto lleno de niñas pijas y de chicos que creen ser dioses? Que explota una bomba de relojería. Mary una chica de 16 años, Española, se tiene que mudar a Londres, por el trabajo de sus...