5. Un trauma de por vida.

519 49 16
                                    

*Narra Mary*

Desperté, otro aburrido día en casa, sin nada que hacer, solo contar las horas que quedaban para la noche, incluso mi perrita estaba dormida todo el tiempo; respecto al hospital, no pasó nada, estuve unos días hasta que me hicieron las pruebas y me marché, han pasado cinco días y no he vuelto a ver a nadie, ni a mi hermano; se pasa los días "estudiando lengua o anatomía" con cualquier chica, así que yo solo veo la televisión en mi cuarto y leo libros, estoy tan aburrida que incluso hacer ejercicio físico me parece divertido, así que decidí dormir, pero justo cuando lo iba a hacer comenzaron a sonar ruidos en la habitación de al lado, pensé que mi hermano había vuelto y me pareció bien, así podría molestarle, caminé hacia su habitación, pero cuando abrí la puerta me arrepentí de inmediato...

-¡Por favor Cristian aquí no!-No volveré a dormir tranquila en esta casa, nunca se me borrará este trauma.

-Mary, lárgate.-Gritó mi hermano aproximándose para cerrar la puerta, estaba desnudo, y con una chica colgando de su cuello, enserio quiero vomitar.-Y no vuelvas hasta nuevo aviso.

Hice lo que me dijo, de todos modos no me iba a quedar en la habitación escuchando cosas raras, cogí mis muletas y salí de casa, sí, esa rubia me hizo un esguince, con su estúpido coche rosa. Y ahora estoy en el mismo parque de la fuente, tumbada en la hierba, y mirando que forma tienen las nubes, es un asco, solo tienen forma de nube; de pronto una sombra tapó mi cara, me incorporé para ver quién era y...

-¿Es qué me persigues o qué? En este parque siempre estoy yo.-Y como no, era el hermano de las gemelas, solo él puede ser tan egocéntrico.

-Sí, claro, como si no tuviera nada mejor que hacer.-En realidad no lo tenía, pero tampoco soy una acosadora.-Además yo he venido antes, ¿Cómo sé que no me persigues tú a mi?

-Por favor, no me hagas reír, yo no acoso a nadie, las chicas me acosan a mí.

-Tú siempre siendo tan modesto.-Me volví a tumbar.-Lárgate y déjame descansar en paz.

-¿Por qué me odias tanto?-Preguntó tumbándose junto a mí.-Soy irresistible.

-Por eso mismo, odio a la gente que se cree superior, porque nadie lo es.

-Pero yo sí.

-Eres tan irritante.-Me levanté de un solo salto, e intenté irme con mis muletas, pero fue más rápido que yo y me besó.-¿Qué crees que haces? ¿Ya no recuerdas la última vez que intentaste besarme? Casi te hago mujer.

-Sí, pero esta vez no puedes, porque llevas muletas.-Y simplemente echó a correr, me daban ganas de matarlo.-Cógeme si puedes.-Lo dicho, cada día lo odio más.

Lo perseguí por el parque hasta lanzar una muleta hacia su cabeza, con la cual calló redondo, total tampoco tenía nada mejor que hacer; mi hermano había invadido mi casa, y yo estaba sola en un parque, así que decidí causar un poco de dolor; se levantó sobándose la cabeza, y quejándose de que era muy bruta, pero fue su culpa, él me besó. Después estuvimos jugando al juego de las preguntas, pero algunas de ellas las evitaba, ¿Por qué parece que todo el mundo guarda un secreto aquí? Ya eran las nueve de la noche, y mi hermano aún no me había dado el aviso de "casa despejada, ya hemos terminado de estudiar en cuerpo humano" esta noche me veo durmiendo debajo de un puente. Mientras tanto Luis y yo nos encontrábamos tumbados en la hierba, completamente en silencio.

-¿Te acompaño a casa?-Dijo sin más.-Tengo que ir ya a la mía así que...

-No, hoy dormiré en el parque.-lo miré sonriendo.-Mi hermano se ha adueñado de nuestra casa, junto a una animadora.

-Si quieres puedes venir a la mía.-Lo miré con cara de "¿Qué insinúas?".- Me refiero a que están mis hermanas y creo que les gustará verte, les caes muy bien.

Una marginada más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora