7. Mi pelo es rosa...¿Qué he hecho para merecer esto?

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*Narra Mary*

Me lo estaba pasando muy bien, a pesar de que mi color de pelo pasó de ser castaño, a rosa fosforito, espero que cuando llegue a casa esto desaparezca con una sola ducha, aunque no quería volver, seguro que mi hermano se iba a quedar con Nash.

-Ya es hora de irse, se ha hecho tarde.-Dijo Toni haciendo que mis pensamiento se desvanecieran.-Son las doce de la noche y mañana hay instituto.

-¿Desde cuándo te importa eso tanto?-Le dijo Shawn a Toni riendo.-Si te quedas dormido en clases y juegas con el móvil.

-La cuestión es que si llego tarde me quedo sin móvil, y no es plan, hasta mañana.-Dijo y salió corriendo.

-Espera voy contigo.-Gritó Shawn corriendo tras él.-Buenas noches chicas, hasta mañana.

-Y nosotras también vamos.-Dijeron al unísono las gemelas.-Buenas noches.

-Buenas noches.-Gritamos alba y yo.

-Creo que es hora de que me nos vallamos a nuestras casas.-Alba se levantó del césped.

-Puff, no tengo ningunas ganas de llegar, en mi casa estará Nash y Cristian haciendo el tonto como siempre.-Dije suspirando.-Quédate a dormir por favor.

-Me parece bien, así no tengo que tender la ropa.-Dijo riendo, a lo que la miré muy mal.-Y porque soy buena amiga.

-En fin, por lo menos no estaré yo sola con esos dos.

Dicho esto fuimos a mi casa, hablando de chicos, y de cosas bastante raras, el dolor de mi tobillo cada vez era menor, reíamos sin parar, hasta que llegamos, y justo cuando iba a abrir la puerta alguien se me adelantó desde dentro.

-Hola, princesa.-Dijo ese idiota de ojos azules haciendo una reverencia refiriéndose a mi pelo.

-Que gracioso, y original, ¿te ha costado mucho pensarlo?-Dije sarcásticamente.

-Que borde es esta princesa.-Dijo volviendo a ponerse en pié.-¿Siempre eres así con un chico como yo?

-¿Te refieres a un chico tan engreído como tú?-Me puse a su altura, lo que me costó bastante, porque entre que yo soy bajita, y él es una jirafa la cosa estaba difícil.

-Deberías comprarte tacones, o una escalera.-Dijo él agachándose hasta quedar a mi altura.-Eres del tamaño de un pitufo, o más pequeña aún.-Definitivamente me caía mal, muy mal.

-Que graciosa la jirafa por cierto ¿Qué haces aquí cenicienta? Las doce ya pasaron.

-Sí, e iba a irme, pero me parece un poco tarde para conducir.-Sonrió con malicia.

-No, ni se te ocurra, sé lo que estás pensando y no te vas a quedar.-Lo miré mal, a  lo que mi hermano pasó justo por detrás y me contradijo.

-Te equivocas hermanita, si tu amiga se queda.-Dijo señalando a Alba.-Mi amigo también.

-Genial, el día ya no puede empeorar.-Dije cogiendo a Alba y arrastrándola detrás de mí. Por un momento mientras discutía con cenicienta me había olvidado de ella.

-Por cierto, princesa, deberías ducharte, apestas.-Escuché antes de entrar a mi cuarto.

Como odiaba a este tío, y parecía un buen chico en sus vídeos de vine o youtube, aunque razón no le faltaba, deberían limpiar esa fuente, estaba realmente sucia. No os parecerá normal que sin conocer a un chico ya me lleve mal con él, bien pues era mi simpatía natural. Llegamos a mi cuarto, y dejé que Alba se duchase antes que yo, cuando salió lo que fue como una hora más tarde, le dejé un pijama, y me contó que estaba haciendo el buda o algo así. Me metí en la ducha pero no conseguí relajarme; cuando salí puse una toalla en mi pelo y mi pijama, pero al llegar a mi cuarto alba estaba durmiendo ¿Tanto había tardado? En fin, decidí bajar y coger algo de comer, abrí el frigorífico y me serví un vaso de leche.

Una marginada más...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora