Capítulo 4

1.2K 104 5
                                        

Coline permanecía dormida en la habitación de invitados, Gabriela no quería despertar a su amiga, sabía que necesitaba descansar debido a los nervios que le impidieron conciliar el sueño durante la noche. Ella no tenía la misma suerte, debía acudir al colegio, continuar con su trabajo. Charlando, ambas habían llegado a la misma conclusión, no podían mostrarse débiles, bastante había sido refugiarse ambas en la misma casa, Gabriela debía continuar con las clases como todos los días. En silencio, se colocó un abrigo ligero para protegerse del frescor de la mañana y, cargando sus libros en sus brazos, recorrió el mismo camino que la mañana anterior.

Podía sentir algunas miradas, en su mayoría eran las mismas de siempre, las señoras que debatían sobre su vida como entretenimiento, pero había dos miradas nuevas esa mañana. Una de ellas proveniente del hombre que la había acompañado a diez pasos de distancia desde que salió de su casa. La otra venía de otro joven que se le unió al entrar en la zona más frecuentada por los Peaky Blinders, la misma que atravesaba todos los días, pero en esta ocasión se sentía el aire más denso, los pies se hundían más en la tierra, incluso parecía que el sol alumbrase menos en esas calles. Agitó de manera delicada su cabeza, como intentando apartar aquellos pensamientos de su mente, sabiendo que en el fondo eran solo fruto de la ansiedad generada por el temor.

―Buenos días, alumnos. ―Saludó como siempre al entrar al aula.

―Buenos días, profesora Jones ―la respuesta coral de sus alumnos le generó una sonrisa, deshecha al instante al ver un cuaderno muy familiar sobre su escritorio.

―¿Alguien sabe que es esto? ―Preguntó, temiendo saber ya la respuesta.

―Se lo dejó ayer, señorita ―Finn alzó la mano. ―Me pidieron que se lo devolviera ―Gabriela fingió una sonrisa de agradecimiento al muchacho, mientras abría el libro de, como lo llamaba ella, recetas. El mismo que Coline guardaba bajo la escalera. El mismo que habían estado buscando la tarde anterior entre las pertenencias de la rubia. El mismo que daban por perdido.

―Muchas gracias ―Murmuró lo necesario para que Finn pudiera escucharla. ―Hoy empezaremos con matemáticas, quiero que escribáis todos las tablas de multiplicar del 5, del 6 y del 7 ―Sentenció sin mucho interés, mientras tomaba una nota que sobresalía de entre las hojas de la encuadernación.

«¿A qué tantas prisas, señorita Jones? Pareciera que no quieren recibir a las visitas. Recuerde, aún nos queda una charla pendiente, profesora.»

Su atención en la clase parecía haberse esfumado por completo, las tareas exigidas a los alumnos eran simples y monótonas, basadas en la repetición. Elegía a los mejores lectores para sustituirla en los dictados, con la excusa de mejorar su lectura. Sacaba a los alumnos a corregir los mismos ejercicios. La nota permanecía en su mano, parecía pegada a sus dedos, incluso cuando le tocó escribir en la pizarra. La mañana se pasó rápido, demasiado para su gusto. El hecho de salir a las calles de nuevo volvía a aterrorizarla, pero el temor por la seguridad de Coline era mayor. Recogió con lentitud el aula, intentando retrasar lo imposible. Al menos esperaba tardar lo necesario para no encontrarse con nadie a la salida, pero sus esperanzas se rompieron al ver al joven Finn junto a su hermano, apoyados en su coche. Aquellos ojos azules parecían atravesarla, si no fuera imposible diría que incluso tenían la habilidad de ver el alma de las personas, o al menos de helarla con un simple gesto. Maldijo al ver el lugar que ocupaba el coche, estratégicamente colocado para bloquear el camino que todos los días seguía hasta su casa.

Tomando una bocanada de aire, llenó sus pulmones, intentando de alguna forma llenarse del valor necesario para recorrer aquellos metros que la separaban del vehículo y del hombre apoyado en su exterior. Su plan de pasar de largo fue truncado con un simple paso, el mismo que permitió que el ojiazul se colocase frente a ella, bloqueando su marcha.

VenenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora