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Un niño

“Un ser humano está hecho del todo, llamado por nosotros 'Universo' . Se experimenta así mismo, a sus pensamientos y sentimientos como algo separado al resto”.

-Albert Einstein.

Todo sueño se arregla con un café por la mañana. El jugador mexicano había pasado las horas despierto, solo pudo dormir tan sólo unos minutos, algo en él no le permitía el poder dormir como las noches pasadas. Se sentía agobiado, frustrado, quería tirar la toalla al piso, pues su hermana Ana había tenido un accidente automovilístico, por suerte no había sido nada grave, más que el cuello se le había lesionado.

Le preocupaba tanto, pues era su hermana menor, con la cual paso maravillosos momentos a su lado en la infancia y parte de su adolescencia, como también fue una de las pocas personas que lo apoyaron para ser arquero de algún club mexicano. Suelta un suspiro y mira su reloj de mano, falta poco para su entrenamiento, después de terminar aquella actividad iría a ver entrenar a Messi, de ninguna manera podía dejarlo solo, a ese alfa mal educado.

Tomó sus cosas y se encamino hasta donde su equipo se reuniría para así irse al entrenamiento. Andrés se encontraba mirando su celular, y el chicharito molestaba a Chuky; el rizado se acerca a su amigo y lo saluda.

—¡Ey!—dice con una sonrisa Guardado. Ambos se abrazan, la sonrisa de Andrés se borrar al ver una pizca de tristeza en la mirada de su amigo. —¿Qué ocurre?—

—Nada, solo me preocupa mi hermana—suelta un suspiro.

—Ella está bien, vas a ver qué en cuando regresemos a México ella y tu familia te recibirán contentos—Andres revuelve los rizos de su amigo.

Suelta una sonrisa de por medio Ochoa, y abraza a su amigo.

La selección se dirige a su entrenamiento, cada uno se esfuerza para mejorar y aprender, todos son muy unidos. En un momento del entrenamiento, uno de los jugadores se lesiona su tobillo, y memo como si fuese un padre para este, corre a ayudarlo, le hace un chequeo rápido, observando y tocando con delicadeza el tobillo del más menor, le dice que es un esguince no muy grave que en unos días volverá a estar bien, y que solo tome un analgésico, como al igual que coloque hielo en su tobillo, esto le ayudará al dolor y a la inflamación que tiene.

El rizado se ha tomado tanto el tiempo en checar a su compañero, que el tiempo se pasó en un parpadeo. Era hora de marchar al entrenamiento del argentino, debía estar ahí, para saber si había tomado sus vitaminas, y todo lo que Maradona le había dicho.

De prisa toma sus pertenencias y sale disparado al entrenamiento de los argentinos. Ha llegado al lugar y por suerte los jugadores van llegando, mira a Messi quien está parado en el campo, estirándose y calentando. A paso veloz,Ochoa se acerca, aunque no tan feliz de acercarse ni de hablarle, le tiene un "odio o algo parecido", es fastidioso el solo pensar lo presumido y fresa, que es el jugador estrella argentino.

—¿Qué hacés, vos aquí?—pregunta disgustado, el alfa.

—Debo cuidarte—dice con total seriedad.

—Yo se cuidarme, solo—se cruza de brazos, el rizado lo mira y arquea una de sus cejas.

—¿Así? Tus cordones están desatados, y tu labio está sangrando—el mexicano suspira profundamente y se agacha, para así poder atar los cordones del alfa, Messi pasa su lengua por la sangre que brota de su labio inferior.

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