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"¿Qué haces si te digo, que te quiero? Y que por robarte un beso, yo me muero"
-Matisse.

Memo algo sorprendido, con demasiadas peleas en su mente, aleja a Messi de él. Lionel suspira y solo sube al auto.

Algo decepcionado de lo ocurrido, pero igual triste y enojado, una acción simple del rizado, golpeó el ego del argentino, y el mexicano lo sabía con exactitud. En todo el camino hubo un rotundo silencio entre ellos, la radio solo sonaba en por lo bajo. El albiceleste miraba la ventana y pensaba en lo que había pasado, en que aunque por un momento pudo sentir la suavidad de aquellos delicioso y carnosos labios.

Llegaron a la residencia del arquero mexicano, y cada uno se adentra a su habitación. Memo toma un libro de su biblioteca, sentándose en su sofá lo comienza a leer. Intenta hacer que su mente se enfoque precisamente en la lectura, pero no lo logra, solo su mente está en aquel momento en donde sus labios se juntaron con los de Messi.

Messi juega con una pequeña pelota de goma, mira el techo de la habitación y suelta un suspiro. Las famosa mariposas en el estómago siguen presentes desde que se atrevió a besarlo, pero igual metafóricamente un sabor amargo, pues su ego había sido golpeado. Por primera vez alguien le negó un beso al capitán de la selección argentina; pues cada que hiba a fiestas con sus amigos, había siempre algunas personas que querían probar sus labios.

La puerta de la habitación de Lionel es golpeada levemente, para después escuchar un "Permiso" por parte del Omega. Messi se acomoda y mira entrar al rizado.

-¿Te encuentras bien?-esta vez su expresión no es neutra ni sería, hay una emoción en él, una indescifrable o confusa.

-Estoy bien-responde. El teléfono del argentino comienza resonar, dando aviso de que alguien lo está llamando, el mexicano mira de reojo, tensa su mandíbula al notar que es Agüero, Messi se levanta de la cama y se dirige hacia donde su teléfono está.

Memo se queda mirando, contesta el argentino. Solo dice unas cuantas palabras. "Claro kuni", "Vos podés, te deseo suerte", "Ojalá sea pronto, extraño que me cuides", "te quiero, chao". Finaliza la llamada, no Lionel, sino Memo, le arrebata el teléfono y lo bota hacia el suelo.

-¡Para, boludo! ¿Qué hacés, vos sos idiota?, ¡Porque tiras mi teléfono y le colgas a mi Kuni!-el rojo en el rostro de Lionel es notable.

En el rostro de Guillermo, se forma una sonrisa, y solo mira a Lionel furioso. Para después borrar aquella sonrisa.

-¡Contéstame, porque lo tiras!-dice más furioso.

El rizado se acerca a Messi y este retrocede, poco a poco Memo acorrala a él albiceleste en la pared.

-Tu amigo me cae mal-suelta sin rodeos el rizado.

-Eso no me importa-miente el argentino.

-¿Quieres saber el porque?-la furia comienza a notarse en los ojos del rizado. Traga saliva el alfa y se mantiene callado por un momento.

-No me intere...-es interrumpido.

-Sergio, ese imbécil-suelta una carcajada, para así continuar hablando. -Estoy celoso de ese idiota, el como te toca, el como te abraza, me vuelve loco ver cómo se comportó contigo el poco tiempo que estuvo aquí-

Messi mira a Memo. -No te acerques a él, no lo abraces, ni lo toques-

-¿Y si lo hago que?, Vos ya no serás mi niñero, el siempre fue mi niñero, el mejor, pronto volverá a cuidarme, tu contrato se está venciendo, así que... ¿Dime qué me harás si lo hago, si me acerco a él, soy libre de-

Memo pierde la paciencia y besa los labios del argentino. -Cállate-

-Él fue un gran novio, el mejor-miente el argentino, sabe lo que hace.

-¡Qué te calles!-esta vez el rizado lo toma del cuello con un poco de delicadeza, pues sin importar que la sangre le hierva del odio, no se permite asi mismo lastimar a él argentino.

Vuelve a besarlo, Messi corresponde al acto y ambos se besan con un poco de lujuria y cariño, un cariño bonito. Cada uno disfruta del momento, el lobo interior del alfa revolotea junto con el del Omega, es la primera vez que se sienten bien, sus bocas han encontrado el refugio que tanto buscaban.

Se separan del beso y la furia de Memo desaparece, le sonríe tiernamente a Lionel, y besa todo el rostro de su alfa. Este suelta una risilla.

-Tú eres mi alfa, no de él-se acurruca en el cuello del más bajo.

-Y vos sos mi Omega, solo mío y no de él-olfatea un olor especial, uno que jamás pensó que existiera en un Omega, el olor a dulce de leche que tanto ama. -Te quiero, Memo-

El rizado se separa de él y lo mira con seriedad, el alfa comienza a asustarse, pero el Omega sonríe. -Y yo a ti, Lionel-

Esa noche durmieron juntos, como siempre lo había querido Messi y Memo disfruto haber dormido en paz por primera vez existió si paz, en los brazos de un alfa.

Al día siguiente Memo había despertado temprano, miro a su alfa profundamente dormido, se levantó con cuidado de la cama, observo el teléfono de Messi en el suelo y lo recogió, soltó un gruñido e hizo una llamada, después de eso se dirigió a el comedor, preparó el desayuno para Lionel y él. El teléfono del rizado resonó, el contesto.

-Señor director, buen día-responde Guillermo.

-Guillermo, necesitamos de tu maravilloso talento en el quirófano el día de hoy. Se que tienes vacaciones, pero solo que tú eres experto en esto, eres más delicado y sabes de memoria como es está cirugía sin lastimar algún órgano o tejido-dice el director del hospital.

-Oh, yo...-suelta un suspiro. -¿Cuál es su diagnóstico médico del paciente?-

-Un Código CIE-9-MC: 54.11-

Suelta un suspiro profundo el rizado. -le han dado analgésicos no correspondidos o algún medicamento que ocasionó la sepsis, dolor o el sangrado en la parte de algún órgano en especifico-comenta.

-No, el doctor López me ha dado su seguimiento medico del paciente y cada medicamento que ya tomado es correspondido hacia su caso-

-Laparotomía Exploratoria no es una enfermedad del todo riesgosa, pero debemos de operar al paciente, para evitar que alguna otra enfermedad se incorpore en el paciente-dice seguro de su opinión. -¿A qué hora será la cirugía?-

-lo programamos para dentro de tres horas, pero debo hablar contigo y el doctor que está cubriendo tu cargo-

-Bien director, debo alistarme y estoy allá antes de iniciar la operación-

-Gracias Guillermo-finaliza la llamada y suspira nuevamente.

Termina de hacer el desayuno y se va a tomar una ducha, sale de la ducha y se viste formal para el trabajo, entra a la habitación de su alfa con el desayuno y mira a un capitán recién levantado.

-Buen día, dormilón-le sonríe y le deja el desayuno en la mesita de noche para así darle un lindo beso en sus labios.

-Buenos días-sonríe Messi. -¿Porque tan guapo?-le pregunta.

-Me hablaron del hospital por una urgencia quirúrgica, entonces estoy de salida-sonríe.

-¿Puedo acompañarte?-dice como si fuese un niño pequeño.

-Desayuna y toma tu tiempo de arreglarte, descansa, es una cirugía no muy larga, pero después hablara conmigo el director-hace un puchero el argentino. -Te enviaré mi ubicación y puedes llevarte mi otro auto que tengo en el garaje, le diré a Fátima la enfermera que trabaja conmigo que te diga en donde se encuentra mi consultorio, para que me esperes-

Asiente el argentino. -Cuidate Lío, come bien y con cuidado te vas-

Esta apunto de salir cuando vuelve a hablar. -cierto, alguien vendrá a dejarte unas cosas, abre porfavor-sale de la habitación y se dirige hacia su trabajo. Messi sonríe y vuelve a sentir aquellas mariposas en su estómago. Memo lo había besado, no había sido un sueño aquello que vivió la noche anterior.

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Nota de autor:
No sé mucho sobre medicina, pero intentaré que Memito suene como los doctores xD.

Bueno espero y les haya gustado el capítulo, se vienen capítulos lindos como al igual fuertes en algún aspecto, cuídense mucho. Les quiero, chaoo.

-Lu<3

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