"Si te caes, te levanto y si no, me acuesto contigo."
-Julio Cortázar.
El sol se pone sobre Berlín, bañando el parque de Tiergarten en una cálida luz dorada. Memo y Lionel caminan juntos por un sendero arbolado, el aire fresco de la tarde llenándoles de tranquilidad. El silencio entre ellos es cómodo, como una conversación sin palabras. Messi, se detiene en seco y mira a Memo, como si quisiera decirle algo.
—¿Ocurre algo?—pregunta sin pensarlo Guillermo, al notar algo extraño a Messi.
—Debo confesarte algo...—hace una pausa. Memo asiente y se mantiene en silencio, mientras observa el rostro de su amado. —Hace unas semanas fui al hospital y me dijeron que tengo una pequeña falla aquí— Una de sus manos señala el corazón de Memo.
Memo se queda helado ante la noticia, sus ojos se inundan en lágrimas y muchas emociones se apoderan de su cuerpo. Lo único que hace es tomar la mano de Messi y jalarlo hacia él, para envolverlo en un cálido abrazo, el argentino cae en un llanto desolado. Guillermo sigue sin saber que hacer, solo sus lágrimas baja en silencio, está roto al haber escuchado esa hiriente notica que hizo que su corazón duela más de lo que ya ha dolido.
Se mantienen así por un buen rato, Memo llora en silencio y los sollozos de Messi se hacen audibles pero dolorosos para el mexicano. Memo lo abraza tan fuerte, que no quiere soltarlo nunca más; porque sabe que la vida se lo puede llevar. Después de un rato, se alejan un poco, Memo limpia las lágrimas de Messi. La piel del argentino es brillosa y linda debajo de la luz de la luna.
—¿Que tienes?— cuestiona el mexicano preocupado; el argentino se mantiene callado. —Hipertensión arterial, Cardiopatia inducida por estrés— Comenta algunas enfermedades, que a lo mejor podría tener Messi.
Los ojitos de Messi están tristes y cristalinos. Con pesadez nega lentamente. —Miocarditis— Suelta con una voz temblorosa y desolada.
Una lágrima baja por la mejilla del rizado. Su mundo se derrumba bajo sus pies, al saber que en cualquier momento podrá perder a quien dibuja y colorea aquel mundo gris y oscuro donde él habita. Cada vez que Memo lo abraza, siente la fragilidad de Lionel, de ese ser humano que admira y es admirado por millones de personas. Aquel corazón latiendo con esfuerzo, como si luchara contra un enemigo implacable. Saber que cada uno de esos latidos era un eco de dolor, un recordatorio de que su tiempo juntos se desvanecía con el viento y eso lo destrozaba por dentro.
—Encontraremos la solución, prometo salvarte...— Dice con una voz desesperada y triste el rizado. No imaginaba un mundo sin él, en donde su voz, sus ocurrencias y sus celos ya no estén. Esta vez, quiere salvar la vida de Messi, porque en el pasado no pudo salvar la vida de su madre.
—Mi doctor dijo que no había una cura, que no habían donantes para un corazón y que solo me queda disfrutar los tres meses de mi vida, que mi corazón puede resistir—sorbe su nariz que está roja de tanto llorar.
Ambos se sientan en el césped del parque y miran las estrellas. —No, tu vivirás muchos años, ambos vamos a envejecer juntos y tendremos una linda familia— Dice un poco confiado, Memo. —Iremos con otro doctor, con otro hospital y si es necesario yo seré tu doctor y la cura de tu corazón— <<"incluso si debo de dar mi vida, para salvar la tuya">>
Los dos miraron las estrellas, y el peso de la noticia se desvaneció por un momento, al mirar, la inmensidad del cielo nocturno. Tomados de la mano, se acostaron sobre la hierba, sintiendo el frío clima de la noche, mezclándose con el calor de la cercanía de sus cuerpos. Miraron las constelaciones de esa noche, las estrellas brillaban con una intensidad asombrosa, como si el universo le estuviera regalando aquel momento, para que los dos se relajaran y se olvidarán de aquel caos que había en sus vidas.
Lionel giró su rostro hacia el rizado, y aunque la tristeza aún anidaba en sus ojos, había también un destello de paz, un reflejo de las estrellas que los observaban desde arriba. El mexicano se acercó un poco más, envolviéndolo con sus brazos, tratando de protegerlo de una realidad que él a lo mejor no podía cambiar.
—¿Sabes Memo...?—susurro apenas en un murmullo, el argentino. —Aquí, bajo este cielo infinito, todo parece menos doloroso, si estoy a tu lado. Como si pudiéramos congelar el tiempo y que las palpitaciones de mi corazón fueran menos dolorosas—
Memo, sintió que en algún momento se quebraria. —Tal vez no podamos detener el tiempo— Respondió el mexicano. —Pero mientras yo siga contigo, haré que cada día de tu vida sea un día lleno de felicidad y paz, porque te lo mereces, y uno de esos momentos, que te daré, será el salvar tu vida, amor mío—
[•••]
Las envolturas de chocolate amargo, de un morado profundo, yacen dispersas por el suelo, como los restos de un festín nocturno. La habitación está envuelta en una atmósfera misteriosa, con la luz emitida por la luna apenas filtrándose a través de las cortinas entreabiertas, pintando sombras que parecen cobrar vida propia. Pero entre esas sombras, entre esos restos de obscuridad, algo más se oculta.
Un aura extraña se siente en el lugar, una presencia inquietante que parece observar en silencio a los dos enamorados; desde lo más alto de un edificio, aguardando en las sombras como un depredador acechante, listo para desatar su malevolencia en cualquier momento. Cada crujido del suelo parece resonar con una amenaza invisible, cada sombra parece alargar sus garras hacia el espectador desprevenido. ¿Qué secretos se ocultan en aquella obscuridad?
Sus ojos, fríos y calculadores, siguen cada movimiento de los dos enamorados que disfrutan de su momento. Su aura es demandante como siempre lo ha sido, aquella presencia fuma su cigarrillo y con aquellos ojos penetrantes, se mantienen firmes en ellos dos.
Su perfecto y pulcro traje brilla bajo el oscuro cielo nocturno, el suave viento que atraviesa la ventana mueve su elegante cabello, y con el pasar de los segundos, sus ojos se obscurecen lentamente.~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~
Nota del Autor:
(Alguien quiere venganza tal vez...) Otro capítulo porque, sí. Bueno espero y les haya gustado, no se que más decir JAJAJA, así que, nos leemos en el próximo capítulo de la siguiente semana. Recemos para que a Messi no le pase nada y que a Memito igual no le pase nada.Les quiero, chaoooo.
-Luuu<333
ESTÁS LEYENDO
Latidos De Amor
Fiksi Penggemar❗HISTORIA EN PAUSA ❗ Me convertí en el niñero del número diez de Argentina, sin saber que cambiaría mi vida por completo, convirtiendo en una vida aburrida, en una donde me hiciera sentir en una montaña rusa, llena de emociones. Dejando el odio de l...